Juro, Sebastián, que ni aunque yo lo hubiera planeado podría haber salido mejor ese momento.
Sí, acepto que a mi también se me desencajó la mandíbula cuando lo vi ahí sentado.
Pero luego al ver tu cara de tristeza, reprimí una risa.
Y en vez de irme de ahí, caminé directamente a sentarme justo a su lado.
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Sebastián: Side B
Short StoryNo sé en que mensaje dejé todo mi amor. Ni en que respuesta perdí toda mi dignidad.