Sex Friends.

Sex Friends. Capítulos 5 al 8.

Capitulo 5:

El departamento de Keun es amplio, tiene las paredes blancas y anchos ventanales con terraza que las hace de mirador. Este lugar casi no tiene divisiones. Hay tres cuartos con paredes y puertas. Deben ser el baño, el cuarto de lavado y la otra habitación no tengo idea de a que esta destinada.

El suelo en el amplio espacio del departamento es de azulejos negros y brillantes, hay felpudos llamativos y coloridos para andar a pies descalzos. Debería ser un espacio cómodo, pero esta hecho un desastre ya que hay un desorden monumental. Hay latas de cervezas vacías por doquier sobre la mesa de vidrio de centro. El mismo desorden se puede apreciar sobre la mesa de madera torneada del comedor para 6 personas. Hay también diversas empaquetaduras de pizza, platos de cartón y servicios de plástico. Hay botellas vacías de bebidas refrescantes, mas botellas de licores fuertes y costosos, y ropa esparcida por todos lados. Hay también toallas sucias, zapatillas, calcetines, ropa interior y demás en el suelo como un sendero de ropa hasta la que es una cama premiun de mas de dos plazas, adornada con ropa de cama blanca.

Lo mismo sucede en la cocina americana que seria el sueño de alguien que ame cocinar con tanto espacio y que cuenta con lo mejor en electrodomésticos. 

En el lavaplatos hay una pila alta de loza sucia, de ollas y sartenes sucios con comida quemada. Hay además vasos sucios y sobres de comida chatarra por doquier. ¡Esto parece un nido de pájaros!.

El living tiene cómodos sofás de cuero negro de anchos respaldos, pero parecen unas perchas teniendo ropa sucia sobre ellos. Hay un enorme televisor curvado, un equipo grande de música e infinidad de cd y dvds. ¡Este chico!. Es obviamente un inútil en los quehaceres del hogar. No levanta nada y todo lo deja por doquier, en completo descuido. ¡¿Cómo puede vivir así?!.

Este ambiente de caos, de desorden y suciedad no es para nada agradable. Esto no es una casa. ¡Es un chiquero de puercos!.

Ahora comienzo a comprender que clase de trabajo desea ponerme a ejercer.

Seguramente las señoras que hacen la limpieza en departamentos, huyen de este departamento a los pocos días por muy buena que sea la paga. 

Creo que lo que llevo a Keun a acudir a mi es la desesperación o la preocupación de no poder encontrar una asesora del hogar que venga a limpiar este desastre.

El siendo un niño rico y mimado que nada hace por si solo, que hasta la ropa se la ponían seguramente en la casa familiar, se siente perdido viviendo solo porque es incapaz de tomar los utensilios de limpieza, de levantar su ropa sucia y ponerla a lavar, lo mismo no sabrá cocinar comida saludable y por ello compra comida chatarra a domicilio y tampoco se da el tiempo de ordenar su cama. 

¡Si, esto era!. El desea que me convierta en su asesora del hogar.

Es increíblemente irrisorio y humillante. Me dan ganas de ponerme a reír de histeria porque ponerme a gritarle por hacerme pensar en otra cosa solo me pondría en evidencia y vergüenza. Y yo que pensé ingenuamente que era verdad que sentía algo de atracción sexual por mi.

Keun me busco como su esclava que soy para que no solo le haga los deberes en clases, ahora pretende que limpie también su casa.

El es incapaz de sobrellevar el quehacer del hogar. No tiene ni la menor idea de como mantener en orden su departamento de soltero.

Las piernas me tiemblan de enfado e irritación así que opto por sentarme pasmada en el asiento largo del living mientras él barre con las manos la basura sobre la mesa de centro y me deja un momento sola sin saber yo que pensar, tratando de controlar el enfado.

Keun vuelve con una carpeta negra en la mano derecha, se sienta a mi derecha, cruza la pierna derecha sobre la pierna izquierda, luego apoya el codo derecho sobre el respaldo del sofá como lo haría un elegante ejecutivo y sin mirarme me ofrece con la mano izquierda tomar la carpeta para que vea y lea el contenido.