Yuri Plisetsky Y Tu (El amor de mi vida) -En edición-

Capítulo 17

"Yuri, Viktor y Yura besaron uno por uno tu medalla, se sacaron fotos y salieron del predio. El plan siguió su curso, te dejaron sola en la puerta, unos extraños se te acercaron y te llevaron a una camioneta la cual estaba llena de policías que arrestaron a todos."

P.O.V (T/N)

Al día siguiente del GP fuimos a la comisaría donde serían interrogados los hombres que querían secuestrarme, estos no dieron información alguna, por eso tomé un cúter y entré.

— Escucha idiota — tomé la remera del sujeto y le puse el cúter en el cuello — Vas a decir todo lo que sabes o no garantizo que salgas con vida — usé un tono tenebroso e hice una cara que ni en tus pesadillas quisieras ver.

El hombre me miraba algo asustado pero no esbozaba palabra alguna. "tendré que acudir al dolor" -pensé-

Agarré el cabello del sujeto y jalé su cabeza hacia atrás. Hice un fino corte en la parte delantera de su cuello, este soltó un gemido de dolor. Lo miré sin expresión alguna pero con un tono severo y fuerte dije lo siguiente...

— ¡¿Vas a hablar?! ¡¿O quieres que siga?! — Hubo un gran silencio, se oían los sollozos del hombre que en ese momento sostenía — Como quieras... — Comencé a tallar líneas en sus brazos cada vez más profundas. Gritos de dolor inundaron el lugar, haciendo que más de uno me mire con horror, asco inclusive miedo.

— Detente (T/N) — Vitya tomó mi mano ensangrentada y miró mis ojos con un semblante serio— Esto es ilegal además ya ha sufrido mucho, mira su rostro. — ambos miramos al sujeto agonizando de dolor, su mirada estaba perdida en la nada y sus ojos liberaban lágrimas gruesas como las de aquél que se hunde en el peor de los infiernos.

— No... — agaché la cabeza, no quería que viera la cara espeluznante que había hecho — Él es responsable de la muerte de valla a saber cuántas chicas y chicos... apuesto a que murieron de maneras horribles. Él tiene que pasar por lo mismo... — lágrimas de odio y asco salieron de mis ojos los cuales estaban dilatados. Miré a Vitya, este me miraba con ¿empatía?, al parecer está de acuerdo conmigo, pero algo en su mirada decía que me detenga — Bien, pero no garantizo dejarlo sano si no coopera — Papá soltó mi mano y me retiré de la habitación siendo acompañada de diversas miradas.

Me dirigí al baño, lave mis manos y el cúter. Me miré al espejo, mi frente estaba llena de sudor, mi mirada no transmitía nada, estaba pálida y mis ojos hinchados. Las manos me comenzaron a temblar, mi semblante se había vuelto serio, apreté mis puños, tomé el cúter, lo coloqué en mi bolsillo y salí del baño.

Volví a aquel cuarto pero esta vez solo me senté en una esquina para ver como curan a ese desgraciado. Solo miraba con sorna ese tramo de la habitación. Cuando terminaron de curarlo Oshishiro (la esposa de tu padre biológico) se sentó a mi lado y comenzó a hablar conmigo.

— Se que estás enfadada con él, pero es algo que no debes hacer. A tu edad es complicado controlar tus impulsos y mantener a raya tus sentimientos pero haz un esfuerzo. Decidiste ayuarnos pero ya no tienes que hacer más nada, lo tenemos y hay muchas maneras de hacerlo hablar... además no es el único hombre al cual atrapamos. — la miré de reojo, ella tenía razón pero no arriesgué mi vida en vano.

— No planeo retirarme de esta investigación hasta encontrar a mi abuela sana y salva. — dije seria, lancé una mirada asesina al sujeto que estaba amarrado en la silla repleto de vendas. — ¿Ficha técnica?

— Su nombre es Soichiro Iwao, tiene 37 años... actualmente reside en Estados Unidos pero casi nunca se encuentra allí ya que hace este tipo de trabajos aunque en su ficha figura que es dueño de una agencia de viajes... — cerró los ojos unos segundos como si tratara de asimilar algo — a los veinte años fue a la cárcel por venta de drogas y armas, la pena era de diez años, apenas salió de allí volvió a delinquir — Hizo un abreve pausa — esta vez acosaba, secuestraba, torturaba, violaba y mataba mujeres de diferentes edades. Además de eso... tiene una familia. Una mujer de treinta y ocho años, llamada Hanna Jones, una niña de catorce años y un pequeño de cinco. Estos viven en Estados Unidos de América, San Francisco.

— Lo haré hablar — Me levanté de manera brusca, tomé una silla que estaba en la habitación y me senté en frente de Soichiro — Hola... Iwao Soichiro — Este me miró asustado — No hay por qué temer. — Sonreí con sorna a lo que él respondió frunciendo el seño — Escucha... Digamos que ustedes me quitaron cosas de mucho valor, si sabes a lo que me refiero. — tomé una paleta un tanto pequeña y la coloqué dentro de mi boca. Después de unos minutos la quité y volví a hablar — Mataron a... Mi abuelo ... Mi hermana y ahora tienen secuestrada a mi abuela. — Hice una pausa — ¿Dónde está?

— ¿Piensas que te lo diré? Mi jefe vendrá a buscarme en cualquier momento y los matará a todos — Soltó una fuerte carcajada — Solo es cuestión de tiempo.

— ¿Enserio piensas que sobrevivirás tanto tiempo? — Puse una mano en mi cabello e incliné mi cabeza mirándolo de una manera un tanto arrogante — Si no me hubieran detenido tu no estarías respirando. — Suspiré y me senté como anterior mente estaba — Escucha, no quiero que esto se alargue más — Miré a otro lado — Tenemos a otros ejemplares, compañeros tuyos siendo interrogados, pero se que son solo marionetas, no saben mucho... — Lo miré lo más seria que pude — Tu hija está en peligro — me miró sorprendido y algo asustado — Tu "querido jefe" — Hice comillas con mis dedos — la tiene cautiva... nos envió un vídeo — Miré a Oshishiro y ella asintió.

Salió de la habitación siendo acompañada de la mirada de Iwao para luego volver con una notebook de la marca DELL color negro, con el vídeo listo. En la pantalla nos mostraba a una joven atada a una cama, estaba amordazada y algo lastimada, se veía que puso resistencia. Oshishiro me mira y me advierte que es un video muy fuerte para mi edad; le respondí que estaba bien y me retiré de la sala.

Al poco rato entré encontrando a Iwao llorando en brazos de Oshishiro; podía llegar a sentir algo de lástima por él.

— Bien, les diré todo, pero ayúdenme a salvar a mi niña — decía con lágrimas en los ojos

Las dos asentimos y nos sentamos dispuestas a oírlo.

(...)

Pasaron los días, elaboramos y ejecutamos un plan de rescate; tanto para mi abuela como para la niña. Fue duro, pero pudimos reunir a la familia de Iwao y reubicarlos al norte de Brasil, el criminal cumplirá servicios comunitarios. Por otro lado enviamos a mi abuela a vivir con los Katsuki, casi nadie conoce ese pueblo por lo cual estaría en un lugar seguro que le proporcione una cómoda estancia.

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N\A: Lo se... Siempre tarde. Pero mejor tarde que nunca... ¿No...? No me maten (TT-TT)

La historia se tornó oscura ¿verdad? jejeje es que no me resistí, tenía que poner algo policial xD

Quería avisarles que estoy corrigiendo los capítulos anteriores y que falta poco para terminar esta bella y particular historia de amor.

¡Por favor.... Voten y comenten!

~Dark Shadow.