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¿Qué?

Algo en mi interior se removió al escuchar la palabra "mamá". 

Yo nunca la conocí, ni ella. Ni Marc. 

¿Cómo es que la reconoció?

Nunca la conocimos, porque, ella fue muy extraña, cuando Marc nació, dejó a mi padre. Pero escuché de él, que un día volvió a contactar con él, y poco después volvió a quedar embarazada. De mí. 

Y volvió a pasar lo mismo; me tuvo, y volvió a alejarse de la familia. Pero nunca volvió a contactar a mi padre, o a ninguno de nosotros.

Hasta que un día, cuando yo tenía 10 años, y mi hermano 13, alguien tocó la puerta. 

Recuerdo que era de noche, probablemente pasando de las 8 de la noche y mi papá fue a atender. Al abrir la puerta, yo no había visto a nadie. Pero escuché un quejido, y acto después, un lloriqueo constante. 

Mi padre se había agachado, tomando algo que estaba en el suelo. 

Un bebé.

También tenía una carta. 

Mi padre rápidamente entró después de leerla y le puso una cobija alrededor del pequeño cuerpo del bebé. 

Recuerdo a Marc preguntándole algo y a mi padre dándole la carta, para que la leyera, y eso hizo. Como el era mayor, y más maduro, sí se la enseñó, en cambio, a mí no. 

Hubo mucho movimiento en esa noche, buscando ropa, y mi hermano, buscando otra cosa. Yo solo me mantuve sentado, observando todo. 

Hasta que me encargaron al bebé, pues estaban concentrados. 

Y sin querer, dejaron la carta justo frente a mí, y yo, intrigado  por todo lo que sucedía, y más curioso aún por la bebé, la tomé, y la leí.

 " Hola, Milton.

Hace mucho tiempo que no nos vemos, ¿cierto?

Creo que un poco más de diez años. 

Te traje a esta linda bebé, se llama Charlotte, me pareció un nombre perfecto para ella. 

La tuve creo hace... dos horas, y para cuando tú la tengas en tus brazos, probablemente tenga un día de nacida. 

Quiero que la cuides, como has cuidado a los otros dos hermosos niños. 

Te preguntarás por qué no lo hago yo, o por qué te la doy así, pero hay muchos problemas detrás.

También sé que pensarás que soy horrible por dejar a una niña recién nacida así, pero no puedo cuidarla

Ni siquiera a mí misma.

Supongo que otra de tus preguntas es de quién es. Eso no te lo puedo decir.

Lo único que te puedo decir es que... Yo los amo. 

A los cuatro, a ti, a mi hijo mayor, Marc, mi hijo menor, Luca y a ella, Charlotte. 

Quiero que no se te olvide eso, los amo. 

Sé que no he estado ahí para ninguno, y creo que nunca podré estarlo, pero siempre tendrás una parte de mí. 

Cuídense. "

No había nombre ni firma, pero sabía que era de mi madre. 

Desde ahí tenemos a mi hermanita Charlotte, que no sabe que mi padre no es su padre. Aunque mi padre sí la quiere como a su propia hija. 

— Tú... ¿cómo la reconociste? — Pregunté.

— Yo... La vi una vez. 

— ¿Qué? ¿Cómo que la viste? — Las dudas rondaban en mi mente. 

— Yo la vi. Me saludó. Y dijo que era mi madre. 

— ¿Q-qué..? — Tenía tantas ganas de preguntarle tantas cosas, pero sabía que no era apropiado preguntarle tantas cosas, y probablemente no fuera cierto, o algo así, pero sin embargo, algo me decía que sí era verdad, o que tenía algo de verdad. — B-bueno, tengo que irme a dormir. Igual que tú... 

Ella asintió y se durmió, con la foto en su mano. Supe que no la dejaría, por lo que no le dije nada, simplemente le di un beso en la frente y me fui, apagando la luz y cerrando la puerta. 

¿Qué acababa de pasar? 

Fui directo a mi habitación, pero cambié de dirección cuando escuché que tocaban la puerta principal. Supuse que era mi padre, hasta que la abrí y la vi. 

La profesora Dasha. 

¿Qué hacía aquí a esta hora?

La chica que usaba uñas de color sangre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora