Capítulo 7

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Me despierto como a las 10:00 de la mañana, salto de la cama y enseguida me doy un baño. Por fin es sábado y como eso de las 2:00 o 3:00 de la tarde, tengo que ir a casa de Alisson para ayudarle con lo de la fiesta.
Cuando termino de bañarme me pongo un pantalón de mezclilla y una blusa floreada, aún no me arreglo para la fiesta porque aún falta mucho.
Me asomo al cuarto de mi mamá y veo que aún está profundamente dormida, yo creo que ayer llegó muy tarde del trabajo. A su lado se encuentra Dylan y también está profundamente dormido.

Así que bajo las escaleras y voy hacia la cocina, me hago un huevo revuelto y me sirvo un vaso de agua. Cuando termino de desayunar, me subo nuevamente a mi cuarto para seguir leyendo "La letra escarlata".

Más tarde mi mamá abre la puerta de mi cuarto, son las 11:00 de la mañana.

—Hola nena, ¿Qué tal amaneciste?.

—Muy bien mamá ¿Y tú?.—digo levantando la vista hacia ella.

—Muy bien preciosa.—dice dedicándome una sonrisa.

—¿Ayer llegaste tarde del trabajo?.

—Si nena, fue un día mucho muy pesado.—dice encogiéndose de hombros.

—Oh...bueno, entonces ¿Porqué no descansas?.

—Es lo que haré.—me guiña un ojo.

Dicho esto cierra la puerta de mi cuarto. Mi mamá siempre a sido una persona muy trabajadora y responsable, eso es algo que admiro mucho de ella. Ella trabaja como economista en un casa de bolsa, por lo que conlleva bastantes responsabilidades y no siempre sale del trabajo a la misma hora. Yo me imagino que su trabajo es algo exhausto.

Me pongo a adelantar un poco de tarea para matar el aburrimiento, hasta que dan la 1:30 de la tarde y  voy hacia el mecánico para recoger mi coche, seguro ya a de estar listo. Para mí buena suerte, al llegar, luego luego me entregan mi coche y me dirijo hacia la casa de Alisson.

Llego como a las 2:30, toco el timbre de su casa y me abre enseguida.

—¡Katherine!.—dice abrazándome.

—Hola Ali.—digo con una sonrisa.

—Ya no a de tardar en venir Scarlett.

—¿Y tus papás?.—digo adentrándome a su casa.

—No están, se fueron de viaje por un fin de semana y yo no quise ir, así que me dejaron al cuidado de mis abuelos.—dice feliz.

—¿Y tus abuelos?.

—Están en su casa, hasta mañana voy a ir con ellos, porque se supone que tengo cosas importantes que hacer el día de hoy.—dice riendo y guiñándome un ojo.

—Estás loca Alisson.—digo también echándome a reír.

—Ven nena, te tengo que dar algo.

Dicho esto,  Ali sube las escaleras dirigiéndose a su cuarto y yo la sigo. Cuando entramos, veo que encima de su cama se encuentran las zapatillas blancas que me encantaron esa vez que fuimos a comprar los vestidos.

—¡Dios mío!...Ali..no tenías que.—digo tapándome la boca con las dos manos, no se que decir, no esperaba eso, estoy muy sorprendida.

—No fue nada, tómalo como un regalo de mejores amigas, sobre todo porque Scarlett me puso la mitad.—dice feliz.

—¡Dios mío!....¡Muchas gracias!.—digo dándole un abrazo muy fuerte y muy feliz. La verdad es que son las mejores amigas que eh tenido en toda mi vida, no sólo por esto, esto es tan solo una pequeñísima parte de todo lo que han hecho por mí, son las mejores y me alegra tanto ya no tener que pedirle prestado sus zapatos a mi mamá.

Mi Dulce Dolor [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora