—¿Y cuál es tu idea para avisarle a tu familia sobre el compromiso?
—Podemos organizar una cena en mi casa, ¿qué te parece?
Me daba igual si fuera en su casa, en la mía, en un parque, en la calle, de todos modos, me sentía triste y culpable.
—Sí, está bien —dije sin importancia.
—Pareces distraída. ¿De verdad estas bien? ¿Pasa algo?
¿Cómo decirle al amor de mi vida que no quiero seguir con la boda si para él es sólo una mentira?
—No pasa nada, estoy cansada eso es todo, he tenido mucho trabajo. —Traté de medio sonreír, para que Bruno creyera que estoy bien, pero él me conoce muy bien.
—A ti te pasa algo —afirmó—. ¿Qué es lo que no me quieres contar? ¿Qué ya no confías en mí?
—No es que no confíe en ti, es solo que... —suspiré—. Esto es mucho, ¿sabes? Es mucho para mí y...
—Y qué —me animo a seguir lo que ya no pude decir.
Él me miraba atentamente y no podía evitar ponerme nerviosa y sentirme presionada.
—Ya no quieres seguir con esto ¿cierto?
Él esperaba mi respuesta. ¿Qué se supone que debía hacer?
—En verdad, no me pasa nada. Hay que seguir con esto —sonreí.
Él sonrío aún más dejándome completamente embobada ante esa sonrisa que tiene, creo que si ya empecé en esto tengo que terminarlo ¿no? Si lo pienso bien, tal vez esto pueda funcionar, digo, puedo hacer que Bruno se enamore de mí, después de todo nos conocemos desde hace mucho tiempo, tenemos muchas cosas en común, la boda es un pretexto perfecto para estar más cerca de él, y aunque no sé lo que pase más adelante puedo hacer que sea lo mejor.
Al parecer mi actitud lo tranquilizó, pues después de esto siguió platicando sobre sus planes para la fiesta de compromiso, la boda y algo sobre la 'luna de miel' que obviamente no pasarán de unas simples vacaciones normales para nosotros.
—Entonces, ¿el sábado está bien?
—Perfecto.
—Bueno, entonces ya está, hasta mañana. —Besó mi mejilla y salió de mi departamento.
Está decidido, el sábado haremos una cena en casa de Bruno para anunciarle a su familia del compromiso.
Narra Bruno
Sé que mentirle a mi familia sobre esto de la boda con Miriam está mal pero prefiero hacerlo a que todos me vean como el solterón de la familia, a parte, esto nos beneficia a los dos, creo que podemos llevar un matrimonio tranquilo, después de todo, somos mejores amigos y nos conocemos muy bien para hacer que esto se lleve en paz, aunque sí me siento un poco culpable porque sé que Miriam no está a gusto, y a decir verdad yo tampoco, porque ella ni se imagina que yo ya sé la verdad sobre sus sentimientos hacia mí, eso complica un poco más esto, pero ni modo, ya empecé esto y ahora no puedo echarme para atrás, menos justo unas horas antes de la fiesta de compromiso que organicé junto a Miriam para anunciar esta noticia.
Después de las 7:30 ya toda la familia había llegado a mi casa, vi a Miriam acercarse a mí cuando estábamos a punto de reunir a todos a cenar. Ella de verdad se veía bien, se arregló de una manera muy diferente de la que está acostumbrada, no sé si para hacer que esto parezca más real o de verdad le importa verse bien para esta noche.
—Y bien ¿estás listo?
—Más nervioso que nada.
—Tranquilo, va a salir bien, ¿qué tan malo puede ser?
—Sí, es mejor que pasemos al comedor.
Llamamos a todos a cenar, Miriam se sentó a mi lado derecho y yo en la cabecera de la mesa, pasamos una agradable cena, aunque todos estaban ansiosos por saber la razón de esta reunión familiar, cuando nos sirvieron el postre decidimos que era la hora para decir la tan esperada noticia, me puse de pie para llamar la atención de todos
—Todos, por favor, quiero que me pongan atención. —Todos voltearon atentos hacía mí lo que me puso muy nervioso, pero traté de tranquilizarme para poder hablar bien. —Quiero darles las gracias a todos por venir hoy, valoramos mucho su presencia aquí, y supongo que todos deben estar preguntándose el motivo de esta cena, pues es porque Miriam y yo queremos darles una noticia. —Estiré mi mano hacia Miriam para que ella la tomara y ayudarla a ponerse de pie—. Y es que... nos vamos a casar. —Alcé la mano de Miriam donde trae su anillo de compromiso para que todos en la mesa pudieran verlo mientras tenían las bocas abiertas por la impresión de la noticia.
La primera en reaccionar fue mi mamá, quien fue la más feliz con todo esto
—Hijo, pero que gran noticia. —Se levantó de su silla—. ¡Felicidades! —dijo mientras me abrazaba—. Y también a ti Miriam. ¡Felicidades! —Me soltó para ir a abrazar a Miriam—. Y los demás ¿no piensan felicitarlos? —preguntó cuando veía que todos no se habían movido para nada y sólo nos miraban.
—Perdón, pero claro que los felicito, esto fue toda una sorpresa —respondió Eric mientras se levantaba de su silla para abrazarnos.
Ya después todos nos felicitaron por el compromiso, me sentí relajado, por un momento olvidé que todo esto es una mentira, y traté de disfrutar el que todos estuvieran felices por mi compromiso.
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¿Esto es lo que quería?
FanficSi eres fan de Bruno Mars y de los clichés, te recomiendo mi novela, jajaja. Bruno carga sobre sus hombros ser el único hijo que no se ha casado, al no ver otra salida para que su familia dejara de presionarlo, miente diciendo que se casará con Miri...