Ahí iba otra vez, Laura miraba frustrada como su reciente martirio se dirigía así donde ella marcaba su camino, Ross Lynch conducía su bien lustrado auto BMW, conduciendo de una manera lenta y cautelosa se colocaba al lado de la cera donde Laura seguía su andar sin importarle ma presencia tan cercana del rubio.
El cual quitándose sus posiblemente nuevos anteojos la miraba con una sonrisa divertida en su rostro.
-¡Hey! -alzo la voz tratando de capturar la atención desviada de la chica, pero ella seguía mirando a otro lado ignorándolo. - Laura, te estoy hablando ¿No has escuchado que es de muy mala educación ignorar?Finalmente la castaña se volvió a mirarlo, una mirada seca sin ánimos de estar un segundo más al lado de su presencia.
- ¿Que quieres? - cuestiono directamente.
El rubio sonrió aun más, aun no dejaba de sorprenderlo la rudeza con la que Laura se dirigía a el.
- Te llevo - respondió al mismo tiempo que palmeaba el asiento del copiloto.
- No gracias -respondio ella de inmediato ante su proposición de amabilidad. - prefiero caminar.
-Vamos Laura - insistió el.Ella tomo aire en sus pulmones y dejándolo salir por la boca, como una calada solo que sin nicotina.
- Ross te lo he dicho de mil maneras, búscate otra por favor, yo no tengo tiempo para tus juegos y ya me estas cansando - respondió con el tono más serio que encontraba en sus cuerdas vocales, esperaba que de una vez por todas el lo comprendiera.
-Laura...- murmuro el, estacionando rápidamente su auto cerca de la cera y bajando rápidamente acercándose a ella - Laura... Nadie puede cansarse de mi, es más es un honor para cualquiera estar cerca de mi ¿Si?¿Acaso este tipo nunca cambiaba? Se preguntaba Laura rodando los ojos, hacia ya un mes que el actor, el famoso, rico y joven Ross Lynch se había adentrado a la universidad de California y para la mala fortuna de Laura se había topado con el.
Había querido regalarle un autógrafo el cual claramente ella no había aceptado puesto que no lo conocía y mucho menos su música, lamentaba ese instante, por que había sido como si Ross se hubiera decidido a recalcarle quien era el, y no le había dejado tranquila desde ese momento.- Ross - suspiro ella harta, cansada, fatigada de esta situación que le ponía los pelos de punta, ¿Como existía alguien tan arrogante? - Ross Lynch no me interesas, déjame tranquila.
- ¿Por que eres tan ruda conmigo? - pregunto el dando un paso hacia ella, acortando la distancia que los separaba.
- No soy ruda - contesto - Soy directa
- No entiendo, Laura, si querías llamar mi atención lo lograste, ahora admítelo, admítelo como todas que quieres verme, que te encanta que te llame y que te busque.
-Ve a decirle eso a alguien más ¿si? - contraatacó ella - Lo único que yo quiero es no verte ni un minuto más.
Soberbiamente arqueo una ceja, era la única chica que no le pedía un segundo de atención, que no se le insinúara y la única que se atrevía a enfrentarlo.
- Laura, cualquiera, óyelo bien ¡Cualquiera! Quisiera tenerme a su lado, es más todas, están detrás de mi ¿Es que tienes un problema en la vista? Si debe ser eso -sonreia el- Soy magnífico, además no lo niegues que mejor opción que yo para solucionar tus problemas.
-¿ Solucionar mis problemas? - pregunto ella frunciendo el ceño confusa.
- Si obvio - masculló pasando sus dedos por su dorado cabello - Si quieres dinero te lo podría dar, ¿No es lo que todas quieren? Dinero, por eso están en esta escuela para cazar un marido que las mantenga, y yo te puedo ahorrar ese paso, me tienes aquí a tu lado.
La castaña parpadea lentamente como si los párpados le pesaran un kilo, trataba de procesar cada una de sus palabras, toda la oración que acaba de salir de sus labios.- ¿Es que, es que tu piensas que yo estoy aquí buscando a alguien que me mantenga?
- Obviamente - afirmó el despreocupado, había vuelto a ponerse esos molestos lentes negros de gran tamaño. - Todas las mujeres se mueven a base de algo, D-i-n-e-r-o - recalco separando cada una de las letras. - Y yo te lo puedo dar Laura, solo debes complacerme un poco si sabes, como una mujer sirve a un hombre...M-No pudo terminar su frase, la mano de Laura habla azotado en su mejilla girando su cabeza, una fuerte cachetada había recibido, la mano le ardía y se imaginaba el dolor que estaba emanando ese golpe en el.
- Eres un imbécil Ross, había pensando que solo eras arrogante pero no, ¡Eres un idiota! Y escucha bien niño bonito, no busco tu dinero, no busco que nadie me mantenga, ni ahorita ni después así que si ese era tu pendiente conmigo ¡No va a pasar!.
Y sin algo más que agregar se marchó a toda la velocidad que daban sus piernas, dejándolo solo con una mano sobando su recién y primer golpe en su vida.
ESTÁS LEYENDO
Imaginas Raura/Auslly
RomanceImaginas sobre nuestra pareja favorita Ross Lynch (Austin Moon) y Laura Marano (Ally Dawson)