Capítulo 1

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El tono de llamada de mi móvil que se encontraba en la mesa empezó a sonar y yo me levanté perezosamente para contestar.

—Hey, hoy hay fiesta en la casa de Taylor, ¿vienes? —preguntó Cameron una noche más de viernes.

—Ya sabes mi respuesta, no me apetece —contesté rodando los ojos y volviéndome a tumbar en mi cama.

—Vamos tío tienes que salir. Desde lo que pasó no haces nada.

—Pues porque tengo mis razones, no quiero ir allí para quedarme solo y aburrido mientras que vosotros bebéis y os divertís —dije con un tono de cansancio, era la misma conversación todas las semanas—. Tengo que colgar, adiós Cam —dije pretendiendo terminar la conversación.

—¡No! ¡Espera! Si vienes esta noche no volveré a molestarte con este tema —propuso hablando rápidamente.

—¿Lo prometes? —cuestioné interesado en la proposición.

—Te lo prometo —contestó energético.

—Vale, iré esta noche. ¿A qué hora es? —dije rindiéndome.

—¡Ese es el Shawn que yo quiero! —gritó a través del móvil—. Empieza a las diez y media o por ahí —dijo cambiando a un tono de voz más tranquilo.

—Vale nos vemos, adiós —me despedí esperando su respuesta.

—Adiós Shawn, ya verás como no te arrepentirás de venir —dijo intentando convencerme.

—Lo que digas —dije colgando la llamada.

Sabía muy bien que no iba a ser así. No quería estar en ninguna fiesta pero si esa era la única manera para que mis amigos me dejasen en paz durante un tiempo, lo haría.

Después de unas horas me vestí como siempre lo hago; unos jeans negros, una camiseta blanca de manga corta con una camisa de cuadros roja y negra encima y unas simples Vans.

Miré la hora y eran casi las once, en una fiesta lo de ser puntual no importa mucho así que no le di importancia. Fui a la cocina a avisar a mi familia que me iba, entré a la sala y estaban mi madre, mi padre y mi hermana hablando, los viernes suelen cenar tarde ya que al día siguiente no tienen obligación de despertarse pronto.

—Me voy a una fiesta de Taylor, supongo que no llegaré muy tarde —informé mientras cogía las llaves de mi coche, un Jeep negro.

—¡Ay qué bien mi niño! Me alegro de que salgas un rato, te vendrá bien —dijo mi madre sonriente.

—Ya, me voy adiós —dije sin ganas de hablar más.

—Adiós —respondieron todos mientras salía por la puerta principal.

Arranqué mi coche deseando que la noche no fuese muy tediosa y me dirigí a la casa de Taylor. Cuando llegué se escuchaba la música a todo volumen desde el asiento del piloto y ya me estaba dando dolor de cabeza. Solté un bufido y salí del coche.

Al entrar en el domicilio me escabullí entre la gente que se movía de un lado a otro "pasando un buen rato". Intenté visualizar a mis amigos y los encontré sentados en una barra, todos con un vaso de plástico rojo entre sus manos que supuse que contenían alcohol.

—¡Mirad a quién tenemos aquí! ¡Mr.Mendes! —gritó Johnson elevando su vaso haciendo que todos me mirasen.

—Hola —dije con una tímida sonrisa.

—Os dije que lo conseguiría, me debes diez dólares Jack —dijo Cameron refiriéndose a mi presencia mientras se giraba a mirar al moreno.

—Una apuesta es una apuesta —dijo Jack encogiéndose de hombros y sacando un billete del bolsillo para entregárselo.

Heartbreaker || Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora