Capítulo 7

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Estacioné rápidamente pisando la raya ya que llegaba tarde y con mi mochila en un hombro salí corriendo hasta la entrada del instituto. Los pasillos estaban tan vacíos que incluso me sorprendió no ver una de esas bolas que atraviesan las carreteras del Lejano Oeste. Llegué a la puerta de la clase de tecnología y llamé con los nudillos esperando alguna respuesta proveniente de la clase.

—Adelante —dijo la profesora desde dentro.

Abrí la puerta y todos dirigieron su atención a mí.

—Perdóneme, ¿puedo pasar? —pregunté a la profesora que me miraba con disconformidad.

—No si sigues llevando esas gafas —espetó con preponderancia.

Mierda, se me había olvidado que las llevaba. Torpemente llevé mis manos a mis ojos y las quité deprisa. Todos se rieron y yo me sentí prepotente ante la situación.

—Uhmm… Lo siento —dije avergonzado.

Entré en la sala cerrando la puerta detrás de mí y caminé hasta mi pupitre con la mirada gacha.

La clase transcurrió normal pero yo no me podía concentrar ni un minuto pensando en el ridículo que había hecho. Sonó la campana y recogí rápidamente mis cosas sin esperar a que alguien se acercara a mí para mofarse.

Alcé mi cabeza y localicé a mis amigos en el final de las escaleras hablando de, al parecer algo muy importante porque parecían que estaban teniendo un debate o algo por el estilo. Cuando conseguí llegar hasta ellos esquivando a las personas del pasillo ellos quedaron en un silencio desconcertante, los inspeccioné uno a uno intentando descifrar qué estaba ocurriendo. Todos me estaban mirando como si estuviesen encubriendo el mayor secreto de la historia.

—Oh vamos, ¿ahora os callais? —dijo Cameron irónico girándose para mirarlos con los ojos entornados.

—Esque es una estupidez —contestó Taylor insignificando el presunto enigma.

—¿Se puede saber qué pasa? —cuestioné irritado de que me estuvieran escondiendo algo.

Cameron volvió a hacer una ronda de miradas detenidas a todo el grupo y negó con la cabeza mientras soltaba una risa sin humor.

—Lindsay —dijo e hizo una pausa. Yo arqueé una ceja en cuestión y él continuó—. La conocemos, y es todo menos un angelito inocente —dijo esperando que entendiese el dilema pero no lo hacía—. No tiene la mejor reputación, ¿comprendes? —dijo como si estuviera explicando algo súper obvio.

—No —respondí severamente.

—¿No sabéis hacer las cosas sin rodeos? —dijo Taylor riendo—. No les gusta la chica y menos para ti —dijo por fin, pero no lo entendía, ¿si no les gustaba, por qué ayer permitieron que me llevase con ella?

—¿Y por qué ayer me dejasteis con ella? ¿Cuál es la causa? —incité para que contasen la historia entera.

—No es para ti, es simple —habló Nash—. No hay nada más que decir —dijo enfatizando lo último para que los chicos no largasen algo más.

—No es un niño pequeño, puede cuidarse de él mismo —siseó Jack molesto—. Es su vida y si quiere puede cometer todos los errores que él quiera.

—¿Recordáis que estoy aquí? —pregunté ya que me sentía invisible y todos se giraron para verme a la vez.

—Es un lío de una noche Shawn, eso es lo que es —contestó Cameron.

—Vale, me da igual —dije y después reí.

—¡Se ha convertido en uno de los míos! —gritó Taylor pasando costosamente su brazo por mis hombros ya que yo era más alto que él y después me sacudió con una tonta sonrisa en la cara.

—¿Qué? No —dije retirando su brazo de mi cuerpo y él se encogió de hombros con cara de “tu te lo pierdes”—. No me gusta y no quiero nada con ella, ¿es tan difícil comprenderlo? —pregunté rodando los ojos, era como si nadie entendiese mis acciones o palabras—. Y no me puedo creer que determineis mi vida, no sois mis padres —espeté con agresividad.

Los miré a todos atónito debido a que hubiesen hecho una montaña de un granito de arena y giré sobre mis talones para dirigirme a la siguiente clase.

—¡Tenéis que dejarlo! ¡Son sus decisiones! —protestó Jack en un susurro a mis espaldas.

—¿Pero no lo ves? ¡Él no puede hacer eso ahora mismo! ¡Está destrozado! —volvió a susurrar en gritos Cameron.

Y después sus voces se mezclaron con las de las personas en el corredor.

El resto de mañana mi inquieta mente se la pasó saltando de un tema a otro sin poder darme un respiro. Mis notas estaban bajando ya que no podía concentrarme ni un solo segundo, los profesores me preguntaban qué era lo último que habían dicho y me quedaba sin respuestas, se me olvidaba traer la tarea y a nadie le importaba que necesitase que esto se parase por unos segundos. El universo se había puesto en mi contra y no podía hacer nada para luchar contra ello.

Agotado, bajé de mi Jeep y me dirigí a mi casa. Abrí la puerta y me tiré en el sofá gruñendo cansado de mi mala racha en la vida, estaba harto y nadie parecía entenderlo. Agarré el cojín que estaba al costado de mi cabeza y lo apreté contra mi cara.

—¡Jodeeeeer! —grité soltando mi furia y frustración acumulada en el día.

—¿Shawn? —dijo la voz de mi madre en la misma sala en la yo me encontraba—. ¿Qué tipo de lenguaje es ese? —me regañó y yo oprimí con todas mis fuerzas el cojín contra mí pretendiendo que de alguna manera pudiese desaparecer.

Después de que mi madre me soltase un sermón de no utilizar ese tipo de palabras y de que mi hermana y mi padre llegasen, puse la mesa yo solo como castigo, había chantajeado a Aaliyah para nada. Empezamos a comer mientras ellos hablaban del trabajo y del colegio de mi hermana, creo. Como usualmente, mi mente se encontraba a kilómetros de distancia de esa comida.

—Shawn —me llamó la atención mi padre mientras que yo movía mi tenedor por el plato sin hambre.

—¿Eh? —pregunté levantando la cabeza velozmente.

—Te había preguntado que qué tal las clases —repitió con un tono algo cansado aunque en sus ojos lo único que podía ver era preocupación.

—Uh… bien, como siempre —mentí de nuevo, una vez más no haría daño, ¿verdad?

—Llevas ausente un tiempo, ¿estás bien Shawn? —preguntó mi madre intranquila.

—Sí, sí. Solo ha sido un día largo, eso es todo —dije regalándoles una perfecta sonrisa fingida.

Ellos asintieron poco seguros y Aaliyah rompió los pocos segundos de tranquilidad.

—Está así porque tiene novia —soltó con una traviesa carcajada.

Me atraganté con el agua que estaba bebiendo y la miré furioso. ¿De dónde había sacado eso? Mis padres me observaron con los ojos bien abiertos sin poder creerse lo que les estaban contado.

—Eso es mentira —aclaré indignado.

—Se llama Lindsay —añadió agotando la última gota de paciencia que me quedaba.

Ni la miré y me levanté sin agregar nada más. Agarré las llaves del coche y salí de casa dando un portazo sin importarme las llamadas de mis padres pidiendo que volviera a la mesa.

Conduje durante el tiempo que me tomó alejarme lo suficiente de mis problemas para no poder sentir el peso en mis hombros.

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Hey

Esta semana he empezado otra vez el instituto así que aquí llega la racha de mierda :)
El estrés, el sueño, la eliminación de cualquier rastro de inspiración y muchas más cosas.
Por favor rezar para que este año no sea tan agotador como el anterior.

Aparte de eso, hoy es cumpleaños de Aaliyah (la hermana de Shawn)
Hoy cumple catorce años así que muchas felicidades ❤❤

Kisses

Heartbreaker || Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora