Capítulo 11

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Había pasado poco más de una semana desde que Lindsay me dio su número de teléfono, y yo lo perdí. No la volví a ver desde aquel día, lo cual me extrañaba ya que ella siempre me encontraba de alguna forma, como si me hubiese puesto un chip de rastreamiento o algo por el estilo.

—Es el viernes en la casa de Connor —dijo Taylor a Johnson, los cuales estaban sentados delante mio.

Puse la oreja en la conversación y descifré que de lo que estaban hablando se trataba de una fiesta.

Ésta era mi oportunidad para encontrar a Lindsay y explicar todo lo ocurrido con su número. No me gustaba dejar a las personas tiradas. Ella me mencionó que siempre iba a fiestas y no me lo cuestioné, ya me había dado cuenta de eso.

—Ey chicos, ¿habláis de una fiesta? —cuestioné adelantándome en mi asiento.

—Sí —contestó Johnson desinteresado y sin girarse a mirarme.

—¿Puedo ir? —pregunté.

—¿Quieres... venir...? —cuestionaron a la vez girándose poco disimuladamente mientras me miraban como si hubiese venido de otro planeta.

—Sí.

—Señor Mendes, ¿quiere compartir algo con la clase? —dijo el profesor deteniendo su explicación.

Me eché hacia atrás devuelta a mi asiento algo avergonzado.

—No.

—Bien, pues manténgase callado. Y eso también va para sus compañeros.

Los chicos volvieron su mirada al frente aún impresionados por mi petición. Sabía que por todo esto iba a montarse un revuelo, yo jamás tenía alguna iniciativa de ir a una fiesta, o por lo menos desde hacía ya un tiempo.

Al finalizar la clase Taylor me explicó que él y Johnson irían a la casa de Connor ese mismo viernes. Me informó de que la mayoría de la gente que iría serían de otros institutos ya que en el nuestro la mayoría de los estudiantes seguían teniendo exámenes. Por eso que solo iban a ir ellos dos, aunque ahora conmigo tres.

Llegué a mi taquilla cambiando los libros y cuadernos cuando Cameron habló a mi costado.

—¿Vas a ir a la fiesta? —preguntó tratando de sonar indiferente.

—Sí —contesté sin darle importancia.

—Bien, yo creo que también iré.

—¿Qué? Taylor me ha dicho que ninguno de vosotros podía ir.

—Ya bueno, me han retrasado un examen así que no encuentro ninguna razón para no ir —dijo encogiéndose de hombros.

—Bien —repliqué secamente mientras cerraba mi taquilla y trataba de irme de allí.

Por un segundo me dieron ganas de echarle en cara lo que estaba haciendo, no necesitaba una niñera. Pero me detuve y medité las cosas, tal vez yo me equivocaba y Cameron no pretendía vigilarme.

Comencé a caminar por el pasillo hacia mi siguiente clase sin querer reflexionar demasiado sobre el tema.

—¿Por qué de repente quieres ir a una? Jamás te apetece ir, ¿por qué ahora? —cuestionó Cameron acelerando su paso para llegar a mi lado.

—No sé, simplemente quiero —balbuceé.

—Shawn... —empezó, pero lo detuve antes de tiempo.

Le había dado un voto de confianza y como era obvio, había sido un error.

—No Cameron, no quiero escuchar la misma conversación —exigí.

—¿Me podrías escuchar? Solo quiero que no cometas ese error —destacó de modo protector—. Es una rompecorazones, no es buena para ti.

No necesitaba un guardián a mi lado diciendo qué sí o no debía hacer. Todo llegaba a una línea y Cameron ya la había traspasado. ¿Pero cómo se lo iba a decir sin que él o yo acabase enfadado? Pues no lo sabía, pero necesitaba descifrarlo cuanto antes porque no podía seguir mintiendo a mis amigos cuando quisiera ver a una chica.

—¿Podemos dejar esto para otro momento? —dije hastiado.

Él soltó un suspiro derrotado. Al fin y al cabo los dos queríamos que está estupidez acabase de una vez por todas.

&Solo recuerda que soy tu amigo, ¿vale? Y quiero lo mejor para ti. Aunque aveces pueda ser un grano en el culo —bromeó para bajar la tensión en el ambiente provocando una risa ahogada de mi parte—. Eres como mi hermano, y no quiero que te hagan daño.

—Lo sé.

—Bien —dijo dándome unas palmaditas en la espalda—. ¿Sabes? Creo que justo el viernes tengo una cena con mi padre. Lo siento pero tendrás que ir a la fiesta con Taylor y Johnson —mencionó dando tregua al asunto.

Se lo agradecí con la mirada mientras nos separábamos para ir a nuestras respectivas clases.

Al finalizar el día de instituto me dirigí con Jack al aparcamiento. Le estaba contando todo lo sucedido con Cameron alegre de que pudiese hablar sobre Lindsay sin estar preocupado por las opiniones de mis amigos.

—Bien —dijo él sonriendo—. Eso es genial.

Jack continuó hablando pero me desconecté totalmente de la conversación cuando mis ojos se posaron en una melena morena algo conocida. Esa persona se volteó para ver a su acompañante y la observé, como mi consciente ya me había alarmado, era Lindsay. Sonrió a su amiga mientras se pasaba un mechón de pelo detrás de la oreja y seguidamente abrió la puerta del vehículo.

Quise llamarla pero las palabras simplemente no salieron de mí. Estúpido.

La cabellera de Lindsay se vio antes de que se subiese al coche y se marchase.

—¡Shawn! —vociferó Jack a mi lado moviendo sus manos exageradamente para llamar mi atención.

—¿Eh? —balbuceé desorientado.

—¿Qué has visto, un fantasma? —cuestionó con sarcasmo.

«Podría decirse así», pensé.

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De verdad merezco que me odieis 😂😂

Me disculpo por haber tardado tanto en publicar un nuevo capítulo, sé que habéis estado esperando. Pero como algunos ya sabréis tenía muchísimos exámenes y no he tenido tiempo para escribir :/

Sin embargo ya he terminado y dentro de poco llegarán las vacaciones de Navidad y podré escribir cuanto yo quiera.

Kisses

Heartbreaker || Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora