Capítulo 8

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Llegó un momento en el que ya no sabía dónde estaba ni a dónde iba. El sol estaba desapareciendo rápidamente por el oeste y yo andaba más perdido que Nemo en el océano. Observé señales pero no reconocía nada. Di un par de rodeos por las calles de aquel lugar y paré en una gasolinera para repostar un poco de ella, me estaba quedando en la reserva y no me haría mucha gracia quedarme tirado en mitad de la nada.

Entré en la tienda y esperé en la cola. Observé por los cristales del lugar los establecimientos en el otro lado de la calle. Había varios pubs y un hostal mugroso a primera vista, mi expresión sin darme cuenta se convirtió en una mueca de entre asco y desprecio. Aquellos lugares me espantaban de una manera ridículamente extraña para la gente de mi edad, a todos mis amigos les encantaban esos sitios y a mí me creaban un rechazo descomunal.

Entonces me fijé bien en un cartel rojo que brillaba en la oscuridad de la, ya noche. Uniun Nightclub ponía en grande. Los chicos me habían hablado de ese sitio muchas veces y sabía que si entraba encontraría a alguien al que conociese, así podría preguntar por el camino de vuelta al instituto y podría volver a casa desde allí. Podía coger un par de monedas e irme a una cabina telefónica y llamar a mis padres pidiendo ayuda o incluso pedir a alguien su móvil para hacer una llamada, pero mi orgullo adolescente me lo impedía.

Moví el coche hasta el aparcamiento y crucé la calle hasta llegar al Uniun Nightclub.

Tras mostrar mi DNI al guarda de seguridad, entré con cara de asco. Gracias a Dios no había sacado mi cartera de mis pantalones hoy, sino tendría que haberme arrastrado hasta mis padres a regañadientes.

Recorrí el lugar con mi mirada y deseé encontrar a alguien rápidamente. La discoteca estaba a oscuras a excepción de unas pocas luces de colores en la lista de baile, que estaba en el medio saturada de gente bailando y saltando, y en la barra que estaba al fondo a la izquierda con gente ocupando sus taburetes. Y a la derecha había un par de villares ocupados por un grupo de personas muy poco concentradas en el juego.

Bajé el escalón y me decidí por buscar a alguien en la barra. Caminé hasta allí y empecé a ojear los rostros de las personas pero no reconocía ninguna.

Moví mi vista rápidamente de cara en cara en la pista de baile y reconocí una. Y como no, era Lindsay, al parecer el universo pensaba que no había tenido suficiente de ella.

Resoplé y me encaminé hasta ella mientras iba maldiciendo al mundo.

Ella saltaba de un lado a otro levantando sus manos y agitándolas. Su moreno pelo rebotaba sobre sus hombros y éste escondía gran parte de su cara. Andé con cautela para que nadie me diese un codazo o patada y paré en frente de ella. Lindsay no se dio cuenta de mi presencia y siguió dando vueltas sobre sí misma, posé unos segundos mi mano en su hombro y ella lentamente paró de bailar y me miró al principio algo confundida, quitó los mechones de su pelo de su cara y me vio al final sorprendida abriendo los ojos desorbitadamente pero después intentó disimularlo parpadeando un par de veces.

—¿Shawn? —cuestionó a gritos sobre la música.

—Sí, ¿podemos salir un momento afuera? —dije señalando la puerta de salida a mis espaldas.

Ella asintió con la cabeza y desconcertada se puso delante mio y caminó hasta la puerta. Era un callejón a oscuras a excepción de una luz encima de la puerta, había un par de cubos de basura al costado derecho y enfrente había un edificio abandonado con las ventanas rotas y paredes llenas de graffitis. La temperatura había bajado considerablemente y me abracé a mí mismo para mantener el calor corporal en la medida de lo posible, noté como Lindsay se estremecía pero no hizo ningún esfuerzo para mantenerse en calor.

Una vez fuera, ella me me hizo una pregunta sin darme tiempo a formular la mía.

—¿Me estás siguiendo? —dijo enarcando una ceja y elevando sutilmente las comisuras de sus labios.

—Te iba a preguntar lo mismo —dije con una risa irónica.

Ella soltó una carcajada mientras quitaba su mirada de mí e hice la pregunta sin rodeos.

—¿Dónde está esto?

—¿Cómo? —preguntó ladeando la cabeza mientras una sonrisa burlona se dibujaba en su cara.

—¿Sabes cómo volver al instituto o cualquier lugar que me sirva de referencia desde aquí? —dije cambiando de pregunta mientras ponía los ojos en blanco.

Estaba haciendo el ridículo preguntándole eso y ella se estaba mofando de mí sin esconderlo. Parecería un completo inútil pero de verdad necesitaba su ayuda en esos instantes.

—Sí, estamos en Uniun Nightclub, y podría llevarte hasta el instituto —dijo consiguiendo que un peso en mis hombros se desvaneciera.

—Oh, genial, gracias Lindsay. Te debo una —dije y solté un suspiro aliviado.

—Claro, me debes ir a patinar mañana por la tarde a las cinco al Forest Hill Figure Skating Club —dijo con total seguridad mientras alzaba sus cejas y ponía una sonrisa ladeada.

—Me parece un trato justo —contesté encogiéndome de hombros mientras soltaba una ligera carcajada.

Ella hizo un ademán con la cabeza expresando con sus ojos un “guíame”.

Caminamos en silencio hasta el otro lado de la calle y subimos al coche. Rápidamente encendí la calefacción y en unos minutos el coche se encontraba caliente. Lindsay ponía sus manos en los ventiladores y las frotaba entre sí de vez en cuando y después las llevaba a su cara para quitarse un poco el frío que había cogido en ese corto periodo de tiempo mientras me indicaba las calles que coger.

—Últimamente me has traído muchos problemas —dije de la nada pensando en el enfado que había tenido con los chicos y con Aaliyah debido a ella.

—¿Sí? —inquirió sorprendida y después soltó una risa irónica, la miré unos segundos confundido por su reacción—. La gente me lo suele decir, pero de ti no me lo esperaba, sinceramente —dijo con una sonrisa divertida.

No lo entendí pero me apunté aquella frase para el futuro.

La llevé hasta casa ya que desde allí sabía volver y yo la di las gracias por ayudarme mientras que ella también me las daba por llevarla. Entró en el edificio con una leve sonrisa y yo volví a casa. Me quería haber dado una larga ducha caliente antes de dormirme pero era muy tarde y caí rendido a los pies de mi cama sin apenas haberme quitado la ropa.

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Hi

Solo quería deciros que dentro de poco publicaré dos fanfics. Uno en esta cuenta (osea una historia mía) y otra en mi cuenta de adaptaciones AnotherMagconGirlADP.
Así que os dejo con la intriga 😂😂

Kisses

Heartbreaker || Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora