Una completa oscuridad envuelve un triste escenario, donde un pequeño rayo de luz, revela a un hombre arrodillado con las palmas al suelo y esté sujeta su propio rostro con una expresión de asombro. Su cabello es corto de color castaño oscuro, un bigote y barba adornan su rostro, por cuyas mejillas se deslizan lágrimas que caen sobre el dorsal de su mano.
Este hombre lleva un elegante terno formal, su edad es de unos 50 años, tiene una afligida expresión en el rostro y golpea con frustración el suelo. Con su mano derecha se cubre el ojo izquierdo, entre cuyos dedos puede verse brotar un tenue resplandor carmesí.
—¿C-Cómo pudo pasar esto? S-Se supone que todo terminó años atrás ¿Por qué?... ¿Por qué ella me sigue persiguiendo?... Sin importar cuanto tiempo pase o que tan lejos me vaya, pareciera que no me dejara huir de su amor... Ella me lo prometió aquel día, que iba a sumergirme otra vez en la desesperación y en ese oscuro sentimiento que solo su existencia puede darme. —Ese hombre golpea una vez más el suelo, luego se levanta con furia limpiándose con la manga sus lágrimas, el brillo de su ojo izquierdo se intensifica y en su mente intenta buscar alguna respuesta a su predicamento.
Dentro de aquella oscuridad se podía vislumbrar algo moverse, caminaba despacio con pasos que no hacían ruido alguno, aquel hombre no le prestaba atención y esa entidad caminó hasta ponerse a su lado. Fue así que la luz que iluminaba al hombre, mostró en su totalidad a un ser rodeado de una neblina morada y que tenía forma humanoide de color negro con espirales doradas que giraban en su interior. La neblina morada se alejó mostrando los ojos dorados de ese ente, los cuales miraban con lastima la escena y se puso ante el hombre mirándolo con lástima.
˜Nuevamente ese plano se ha abierto ante ti —aquel ser se acercó a su oído—. Sobreviste a todo ese horror, perdiendo muchas cosas y ganando otras en tu camino. Pero aquella mujer te seguirá por siempre, se correspondieron mutuamente y ahora están unidos en la eternidad. —Dijo una profunda y calmada voz proveniente de esa entidad, de la cual el hombre no percibía su presencia.
—Su amor duele... Desde un principio siempre me dolió, pero siendo un tonto joven me esforcé por alcanzarlo. Nunca me he arrepentido de ello, porque el tiempo que pasamos juntos me hizo feliz y a pesar del sufrimiento crecí para ser un mejor hombre... Pero ahora es diferente, tengo personas por las que vivir, sueños que quiero realizar y no permitiré que acabe con la felicidad que obtuve. Ya no soy aquel joven debilucho de antes, ahora no dudaré en darle el final que se merece... Sin importar que tan alto sea el costo. —El hombre tenía una expresión decidida, él recordó unos sensuales y sonrientes labios negros. Negó con su cabeza y cerró sus puños con fuerza, así extendió su mano abierta hacia la luz que lo iluminaba.
˜Tanto tiempo y aun tienes esa imagen en tus recuerdos. Pobre de ti, sé mejor que nadie cuanto sufriste... Me alegra verte otra vez esa expresión, es la misma con la que lograste superar los problemas del pasado... Solo espero que esta vez no te rindas ante su amor. —Ese ente oscuro acompañó al hombre poniéndose detrás de él, dándole la espalda miró hacia esa infinita oscuridad y levantó sus dorados ojos hacia la luz que baja del cielo.
˜Yo soy el habitante del subconsciente, nací cuando el primer humano tuvo conciencia inteligente. Los he acompañado a todos desde el día en que nacen hasta el día que mueren, mi trabajo es ser mudo testigo de sus decisiones y sin importar que pase siempre estaré a su lado. Yo existo para acompañarlos, existo para estar a su lado, existo gracias a ellos... Y aunque no lo crean, yo existo dentro de ustedes.
˜El mundo donde habito tiene muchas caras, algunas solo se muestran aprovechando una abertura en el corazón de sus habitantes, generalmente causada por el dolor, desesperación y angustia ante un evento que alteró sus vidas. Aquello llamado Dios es muy cruel con mis humanos, pero su crueldad con ellos solo es superada por estos mismos...
˜Es suficiente de hablar de mí, ahora sabrán el pasado y sufrimiento de este hombre, pues sus acciones tuvieron un gran impacto en mi mundo... Aunque nadie lo notara, su historia preparó todo para un futuro tal vez incierto y con variables inesperadas... Pero eso lo veremos progresivamente. Les doy la bienvenida a donde todo comienza, a este plano maldito que aquí llamamos "La Treceava Hora", ahí es donde reside un buen amigo mío, quien una vez fue el primer revolucionario y lo castigaron por su osadía.
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Lismatus: Treceava Hora
خارق للطبيعةÉl es Marx Duarte, un joven que después de ser traicionado por sus seres queridos comienza a desvalorar su existencia, él se ve envuelto en una serie de increíbles acontecimientos fuera de su comprensión. Aquel deseo de abandonar la vida, lo lleva...