Mercenario

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La noche estrellada daba en toda la ciudad, un mercenario de traje rojo y negro se encontraba sentado al borde de un alto edificio, mirando solo al horizonte; y al teléfono que termino guardándo en uno de los bolsillos de su cinturón después de un rato

-¿por que será? Blacky no nos contesta- murmuro a la nada, bastante decaído, ¿quien se hubiera imaginado que estar solo en esa gran ciudad, en fin de semana, sin trabajo que hacer, iba a ser tan aburrido?

[a lo mejor ya se canso de ti]

(es decir, mirate, eres como el hijo perdido de Freddy Krueger)

[quizás te abandono a tu suerte, yo lo haría si pudiera salir de aquí....y si tuviera algún cuerpo físico]

(ya somos dos)

-ustedes si que saben como animar a la gente...-suspiro intentando ignorar a su cajas.

-¿quienes?- pregunto cierto superhéroe de traje rojo y azul que había llegado apenas hace unos segundos al ver al mercenario tan triste, demasiado para ser él.

Y es que esas ultimas dos noches, en las que él le había estado acompañando, ayudando a vencer a los criminales y llenándole de comida mexicana. Le habían hecho entender que un Deadpool decaído y sin parlotear como loco, era probablemente un Deadpool enfermo.

-Baby boy~ ¿viniste a buscarme? - volteo con alegría el mayor hacia donde había escuchado la voz del chico; viendo como este se acercaba a pasos lentos y terminaba sentándose a su lado en el borde de aquel edificio.

-te vi algo triste, me preguntaba si estarías bien- murmuro el menor volteando a verle con curiosidad.

-¿te preocupaste por mi? Owwww eres tan adorable~~ - con gran alegría se abalanzo a darle un abrazo al chico, cosa que este evito parándose al momento, con intención de irse de ahí.

-¡¡yo no soy adorable..!! Pero si no tenias nada, entonces me voy- finalizo lanzando una telaraña al edifico de enfrente, deteniéndose al escuchar nuevamente al mercenario.

-espera, vamos, ¿que tal si te hago compañía y tu me haces compañía y nos hacemos compañía?... - un suspiro salió de sus labios topándose con la mascara, mientras su sonrisa se borraba de a poco- Eso definitivamente mejoraría el día de porqueria que he tenido.

-¿paso algo?- de acuerdo, tal vez si podía quedarse un poco mas.

-nadie me dijo que los domingos no abren el puesto de paletas, ni la fonda de tacos de don Juancho; no tengo trabajo que hacer y Blacky no me contesta.- menciono con molestia mientras se cruzaba de brazos, ganándose la risa por parte del menor ante su actitud tan infantil al parecer de este.

-¿Blacky?-pregunto después de un rato, sentándose de nuevo junto al mercenario.

-es mi mejor amiga- dijo mientras encogía los hombros como si fuera lo mas normal y obvio del mundo.

-¿tienes una amiga? - la sorpresa en la voz de la arañita había hecho que un tic apareciera en uno de los ojos del mercenario, ¿que nadie podía creer que tuviera una amiga? Incluso Weasel se había burlado de él cuando se lo había dicho.

-¿lo dudabas Spidey? Cuanta crueldad en ese pequeño cuerpo sexy- aunque no lo pudiera ver, estaba seguro que su amigo arácnido ahora tenia un rubor en sus mejillas, cosa que no podía ser mas cierta.

-no lo dudaba...es solo que...¿como es ella?- había ignorado el ultimo comentario del mayor, no veía darle vueltas a eso; se había dado cuenta que esos comentarios eran parte irrevocable del mayor

-jajajaja, no es imaginaria ni esta tan desquiciada como yo por si es lo querías saber, y tampoco esta recluida en un manicomio; aunque con ese carácter de los mil demonios no dudo que algun día termine ahí.-

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