Capítulo 7

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¿En que momento me tuve que hacer la sexy siendo virgen? Desde luego necesitaba un tiempo para pensar y desengancharme un poco de Ben.

Me llamaba en numerosas ocasiones, quería descolgar y hablar con el pero de seguro que me preguntaría lo que me preguntó la última vez que nos vimos "¿Eres virgen?"

Tenía 18 años y lo seguía siendo, además yo me fui a meter con Bad Bunny, que seguro que se folla a 4 cada día. Por dios...

Estaba muy confusa, si descolgaba me preguntaría si soy virgen y sería humillada, si no lo hacía se olvidaría de mi. Mejor me mato.

Hacía ya tres días que no había mantenido nada de contacto con él. Le rechazaba todas las llamadas o no se las cogía, luego le ponía excusas para no vernos.

—Ay no... ya me está llamando— hice una mueca, puse el móvil en silencio y lo tiré lejos.
—Pensaba que te gustaba— rió Helena.
—Y me gusta... pero el otro día casi descubre que soy virgen— escondí mi cara en un cojín.

—Algún día lo tendrá que saber,— respondió ella. —si es que en verdad quieres mantener el contacto con el. No le puedes seguir evitando porque él al fin de al cabo es Bad Bunny no estará toda una vida esperándote.

Desgraciadamente mi mejor amiga tenía razón.

—Sí, sí... tienes razón
—Siempre la tengo— sonrió. —Me tengo que ir perra, ya me contarás. Vengo mañana por la tarde— me advirtió con el dedo. Asentí todavía agobiada.
—Vale zorra.

Nos despedimos amablemente y se fue por la puerta. Estuve revisando mis redes sociales un rato, hoy era sábado por la noche pero no tenía ganas de salir de casa. Además eran las 12 y ya me tendría que estar preparando desde hace una hora.

Pensé en qué podía hacer para relajarme y despejarme de todo ese tema y me decidí por tomarme una larga ducha fría de aproximadamente una hora. Siempre me ayudaba.

Salí de la ducha y envolví mi cuerpo en una toalla. Escuché unos ruidos en la planta de abajo. El miedo inundó mi cuerpo, es difícil que me quede sola en casa y cuando lo hago nunca escucho ruidos tan fuertes, como pisadas y cosas moviéndose.

Armada de valor, con las gotas de agua todavía deslizándose por mi pelo y piel bajé las escaleras muy al mando de lo que pasara.

Los ruidos desaparecieron y no había rastro de nada sospechoso. No me iba a quedar allí abajo hasta que volviera a pasar algo paranormal, así que volví a subir las escaleras corriendo y me encerré en mi habitación.

Pero no tardaron ni dos minutos hasta que se volvieron a escuchar los ruidos. Con un nudo en la garganta abrí silenciosa y lentamente el pomo de la puerta y cuando abrí la puerta de golpe chillé al ver lo que estaba delante de mis ojos.

Era Ben. Y me había pegado un susto de muerte.

Pero a parte de todo eso, las preguntas no tardaron en abrumar mi mente: ¿Qué hacia aquí? ¿A qué había venido? ¿Cómo había entrado?

—Tranquila, era yo— habló serio, y entró a mi habitación sin permiso alguno.
—¿¡Cómo has entrado!?
—La puerta estaba abierta— se encogió de hombros.

Refunfuñé y le miré con el ceño fruncido mientras se sentaba en mi cama. El seguía molesto claramente.

—¿Qué? Te puedes cambiar si quieres—
sacó su móvil para mantener su vista ocupada.
—¿¡Sabes que no puedes entrar en la casa de la gente sin más, verdad!?
—Yo también tengo muchas preguntas.

Shakira's daughter || Bad Bunny (Hot) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora