Shakira's daughter || Bad Bunny (Hot)

Capítulo 14

—¿Van a venir los de urgencias?— preguntó después de que hablara con ellos.
—Sí— asentí vistiéndome.
—Entonces déjame esconder esto...

Abrió un cajón de la mesilla y guardó un revolver que tenía en el pantalón, ¿Cómo es que no me di cuenta? Fruncí el ceño enfadada.

—¿Estás loco?, ¿Qué te dije la última vez Ben? Si te ven con eso vas a la cárcel, no tienes permiso para tener armas— exclamé.
—Yo me di el permiso— habló tranquilo.

Gruñí por sus palabras.

—Ven aquí bebé— me hizo un puchero (cómo pudo)  mientras me decía con las manos que fuera.
—Me vas a llenar de sangre— hice una mueca.
—Yo me manché de sangre por ti— rió.

Idiota.

—Yo no tenía nada partido— sonreí irónica.
—Ésta sería buena oportunidad para que te lo parta— levantó las cejas seductor.
—Agh, cállate.

Justo en ese momento vino urgencias, mi madre se ocupó de que si pasara algo hubiera médicos cerca de nuestra casa para atendernos lo antes posible.

Vi como le cosieron el labio a Ben, fueron como tres puntos que el sufrió por lo que vi en su cara.

Le dijeron lo que tenía que hacer, nada de besos hasta que se pasara el dolor y terminara de cicatrizar. Después de eso se fueron.

—¿Ves?— alcé una ceja.
—¿Veo qué? Fue tu ex que vino a molestar. Si no llego a estar yo... ¿Hubieras hablado con él?— me miró con el ceño fruncido mientras se sentaba en el sofá.
—Claro que no, el ya es pasado Ben— rodé los ojos.
—¿Yo soy el único?
—Sí— le di un beso en la frente.
—¿Sabes lo que me dolerá no poder darte besos?
—No será mucho tiempo. Y en cuanto a lo del revolver...— me crucé de brazos.

El suspiró mirando a otra parte.

—¿No te parece que va como a llover?— cuestionó.
—¡No, y no me cambies de tema!— lo sacudí.
—A mí si me parece— rió.
—¡Ben!— me enfadé. —Y encima me lo ocultas.
—¿Viste? Por esto te lo oculto.
—No me vuelvas a ocultar nada solo porque me enfade.
—Okay, no te lo volveré a ocultar.

—¡No quiero que no me lo ocultes, quiero que dejes de hacerlo!— me quejé. —No me quiero enfadar pero, ¿Sabes la que te podría caer si te ven con un arma cuando no tienes licencia?
—No volveré a llevar un arma encima— resopló.
—Gracias— sonreí ligeramente.
—¿Ya estás contenta?— se acercó a mi rostro.
—Sí— le di un pequeño beso.
—Eres como una niña pequeña— susurró cerca de mi oído.
—Entonces me tienes que consentir...

Nos comenzamos a besar pero en se quejó por la herida de su labio.

—Es que eres tonto— gruñí arrodillándome frente a él.
—Ya te pedí perdón, espero que se cure pron-... oh... oh...

Gimió mientras sentía mis labios y mi lengua rodeando su pene, me tiraba del pelo mientras empujaba mi cabeza todavía más.

—Me vengo Adriana...— susurró con la voz ronca.

Se corrió dentro de mi boca, lo tragué todo y relamí mis labios por los que recorrían unas gotas.

—Hmmm... nena.

Lo tumbé en la cama, lo agarré de las muñecas y las puse a los lados su cabeza, y susurré cerca de su cara mirándome seductoramente.

—¿Quién manda ahora?— alcé una ceja.
—Yo— sonrió.

Hice una mueca y me bajé de encima suya.

—No bebé, mentira, tú mandas— rectificó.

Me hacía gracia como a Ben, que le gustaba mandar en el sexo, ahora me rogaba.