Capítulo 6

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Kagome estaba despierta, por supuesto que lo estaba. Pero no se atrevió abrir los ojos para enfrentarse al príncipe, ni siquiera cuando escucho sus palabras y su voz quebrada.

-Todo estará bien.

Y entonces sintió sus labios sobre los suyos. Abrió los ojos con miedo y sin pensarlo, se dio la vuelta para apartarlo de ella, pero la mano de Inuyasha fue a su nuca y profundizo el beso. La chica quiso gritar, no quería su primer beso de aquella forma, aun no olvidaba porque fue azotada hasta que su cuerpo quedo en este estado.

De repente, sintió el sabor a metal. Aumento la fuerza de sus brazos y trato de empujar a Inuyasha, pero era inútil, era más fuerte.

Lloro, tenía demasiado miedo. Aferro sus manos en la camisa de Taisho y trago el líquido.

Se separaron e Inuyasha recargo su frente en la de ella, con su pulgar limpio el hilo de sangre que recorría la barbilla de la chica. Podía sentir el temblor de la novata, escuchar su corazón acelerado y como mordía su labio inferior. Por un momento se sintió culpable, pero era lo mejor.

Se alejó por completo de ella, noto como si cuerpo reclamaba más del calor de la chica, sin embargo, lucho con esos sentimientos y salió de la habitación. Kagome se quedó sentada en la cama, lloraba pero el dolor en su espalda desapareció y eso le asusto más.

El amor fue tan sincero y puro, que aun después de la muerte sus almas se encontraron en otra vida.

Miroku entro unos segundos después de que Inuyasha saliera, camino hasta la chica y se asustó al verla levantada con lágrimas, ella cubría su pecho desnudo. Temió que el dolor fuera tan fuerte que ni siquiera pudiera cerrar sus ojos, pero al ver las vendas en el suelo, su corazón se aceleró aún más.

-Higurashi. —Se acercó, atrás de él estaba Koga. —Novata, ¿qué sucedió?

Kagome negó con la cabeza, sus lágrimas no dejaban de salir por sus ojos. Miroku trato de ver las heridas, quería asegurarse que no se hubieran abierto.

-Kagome...—Sus palabras quedaron al aire cuando noto que sus heridas estaban curadas y solo había rastro de sangre seca. Trago saliva y deseo que su pensamiento no fuera el correcto.

Koga sin vergüenza señalo la espalda desnuda de la chica y tratando de formular palabras, quería una explicación. Algo que Kagome no podía darle.

-Tus heridas. —El guardián mayor trago saliva. —Ya no están.

-¡¿Cómo es posible?!—El moreno se asustó aún más. —Eso sólo puede significar.

Miroku lo calló de inmediato. Los tres se quedaron en silencio, cada uno sumergido en sus pensamientos y temores.

-Inuyasha. —Susurro la chica, apenas fue lo suficiente alto para que los dos hombres la escucharan. —Él me dio de su sangre.

 —Él me dio de su sangre

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Narrado por Inuyasha.


Inuyasha llegó a su habitación con dolor de cabeza.

-¿Qué hice?—Golpeo la pared. —Soy un idiota.

Si alguien se enteraba de lo que hizo, Kagome iba a ser fusilada de inmediato y él encerrado en una torre por años. No podía creer en la situación que se involucró por una novata. Y lo peor, era el dolor de su pecho que no se calmaba.

Se cubrió el rostro con sus manos, se sentía tan frustrado pero a la vez tan aliviado de curar las heridas de Higurashi.

¿Qué estaba sucediendo con él? No lo entendía. No, trataba de entender pero no encontraba el sentido y eso le aterraba.

Se acostó en su cama, dejo sus brazos en cada lado de su cuerpo y miro el techo: Que era de vidrio y podía observar el cielo y las estrellas.

Agarro su collar y sonrió.

Kagome fingió estar aún herida, pero pidió descansar en su habitación y no hubo protestas, pues Miroku también lo pidió. Así que, ahora se encontraba en su cama mirando hacia su ventana, pensando en lo sucedido y en las consecuencias que llegarían. Sin embargo, sonrió.

Tal vez piensen que está loca, que una chica bipolar y que debe ser internada, pero en el corazón de Kagome desde hace tiempo le ha pertenecido a un solo hombre...No, su alma sólo le ha pertenecido a una persona en específico. Aunque ella aun no lo sabía.

Un dios que amo a un ser humano: una historia que fue olvidada con el tiempo. 

Trilogía ICE (ICE GOD) #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora