Capítulo 11

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Kagome entreno con Koga hasta que anocheció. Sentía los golpes en su cuerpo, sus manos ásperas por tanto tiempo sosteniendo la espada de madera y sus piernas débiles, pero eso no importaba, ella se sentía tan viva.

Dejo su camisa en su cama, se arrodillo para quitarse sus tenis y dejarlos a un lado. Podía estar sólo con su top y su pantalón de ejercicio, pero no sentía el frio. Se levantó y miro por la ventana de su habitación, recordó cada momento que paso junto con Inuyasha, sonrió.

-¿Por qué sonríes?

Kagome se cubrió de inmediato su pecho.

-¿Inuyasha?

El chico sonrió. —Es fácil entrar a tu habitación.

Kagome agarro de inmediato la camisa que estaba en su cama y se la coloco. Realmente temía que otra vez los vieran y ella tuviera que pagar el pecio, pero ¿por qué no dejaba de sonreír? Se sentía tan alegre, protegida y querida con tan sólo mirarlo a los ojos. No pudo evitar sonrojarse e invitarlo a sentarse en la cama. Los dos podían sentir aquel sentimiento cálido crecer en su pecho, sin embargo, ninguno dijo palabra y siguieron en silencio.

Todo era confuso; Sus sentimientos, su anhelo por el otro, la tristeza por no verse y la manera en que se miraban. Pensaban que era cuestión de tiempo para olvidarlo pero, no era así, incluso aquellas emociones crecían.

-¿Por qué has venido?—Preguntó Kagome, miro a Inuyasha. —No creo que sea bueno que nos descubran de nuevo.

-Lo siento. —El peli plateado bajo la mirada avergonzado. —No quiero causarte más problemas pero. —Se rasco la nuca. —Necesitaba verte.

No sabía que contestar, ella también sintió aquella necesidad de verlo...Tocarlo. No lo admitiría en voz alta, pero su cuerpo le gritaba estar en contacto con el suyo y eso le avergonzaba mucho.

-Inuyasha. —Negó con la cabeza. —Majestad.

-No. —Interrumpió de inmediato Inuyasha. —Por favor, no me digas majestad cuando estemos solos.

Las mejillas de la chica ya se encontraban teñidas de rosa leve, sus manos agarraron con fuerza su pantalón y volteo a otro lado, ¿por qué su corazón se aceleró por simples palabras?

No necesitaron palabras para demostrarse cuanto se amaron.

-Inuyasha. —Kagome volvió a hablar. —Gracias.

El chico sonrió, alzo su vida, la miro y con su mano derecha acaricio la mejilla contraria. —Gracias.

....

Miroku dejo su vaso en la mesa del comedor, odiaba sentirse de aquella forma pero no podía evitarlo. Sango y Bankotsu se sentaron en cada lado del hombre, los tres suspiraron y miraron al frente.

-¿Y?—La castaña coloco sus codos en la mesa. — ¿El rey al fin ira a la guerra?

-No. —Respondió Bankotsu. —No es tan idiota para hacerlo.

-Creo que es más idiota quedarse de brazos cruzados.

Miroku no opino, se limitó a escuchar la plática de sus amigos.

-Sango, sabes que una guerra es horrible. —Negó con la cabeza el moreno. —Nadie quiere llegar a ese extremo.

-Claro, lo dices porque tú tienes una familia. Nosotros sólo servimos para la guerra.

-¿Disculpa? Perdón por no querer una guerra que pueda afectar a todo el mundo no sólo a Jakotsu. —Se levantó con enojo. —Él es mi familia, pero también me preocupo por los demás. No porque te has separado de Miroku. —Señalo al hombre que seguía sin hablar. —Significa que desees guerra.

-¿Qué? Él no debe estar en esta conversación. Y tu mejor que nadie sabe las consecuencias por relacionarte con un guardián, ¿no?

Los tres se quedaron callados. Tres pares de ojos miraron la pierna de Bankotsu y sintieron escalofríos en su espalda. Sango sabía que lastimo a su amigo por su contestación, pero no quería disculparse, ella también fue herida cuando mencionaron su pasada relación con Miroku.

-Bankotsu. —El guardián mayor intervino. —Ve a tu casa, mañana iré temprano para recogerte y tal vez Jakotsu pueda venir para verificar la enfermería.

-Claro, se emocionara cuando le cuente. —Sonrió al recordar a su pareja. —Sango, no dejes que tus sentimientos nublen tu juicio, lo digo por experiencia propia.

La chica lo ignoro viendo sus uñas. Los dos hombres suspiraron, Miroku se levantó para acompañar a su amigo hasta la salida y hablar un poco más de la situación de amuleto ICE.

-¿Entonces?—Bankotsu cuando se alejaron lo suficiente para que Sango no escuchara. —El rey te ha pedido algo.

-Sí. Me ha pedido estar al frente de la misión. —Suspiro con cansancio. —Quiere que cuide ICE y no me quejaría, pero mi novata no está lista.

-¿Desde cuándo te preocupas tanto por una novata? Hasta has dado tu libertad por ella, ¿Qué le hace tan especial?

Miroku se detuvo y miro el cielo, ya se podían notar las estrellas y la luna. Tal vez nadie entendería sus pensamientos, incluso lo juzgarían por los actos que realizara en el futuro pero, valdrá la pena, porque al fin pagara por el pecado que cometió.

-Ella es mi salvación. —Contestó.

....

Koga acompañaba a Kagome a sus clases con la mujer del arco, al parecer Miroku decidió que era hora enseñarle lo necesario para la batalla. Le dijo que el arco era su mejor opción si quería sobrevivir, no lo cuestiono, su seguridad le quito todas sus dudas.

-¿Has tocado un arco antes?—La mujer le entrego su arma y una flecha. Era alta, piel blanca, ojos oscuros y un bonito cabello negro que le llegaba a la cintura. Muy hermosa, lo que nunca podría ser Kagome.

La chica no pudo evitar compararse con su maestra llamada Kikyo, a su lado se sentía tan frágil, tonta, fea y pequeña. No lo entendía, pero su cuerpo no dejaba de temblar.

-¿Lo has hecho?—Volvió a repetir la mujer con impaciencia.

-N-No...Yo...Eh...Yo...No. —Se mordió el labio inferior. Koga trago saliva y trato de mirar a otro lado.

-Bien, entonces empecemos con lo básico. —No menciono lo anterior. —Agarra con seguridad el arco, no te dañara, es tu mejor amigo en un campo de batalla.

Kagome obedeció y siguió las instrucciones de como agarrarlo y señalar su objetivo. Su cuerpo dejo de temblar y se concentró en las palabras de Kikyo, quien lo decía con paciencia y claramente.

-Bien, ahora apunta allá. —Señalo el tablero de prácticas.

La adrenalina se apodero de Kagome, podía escuchar su propio latido, las respiraciones que tomaba y sus manos que temblaban de la emoción.

-Dispara.

La flecha fue directo al centro. 

¿Valio la espera? Prometo que el siguiente capítulo es sólo acción o intento de acción, debo mejorar esa parte, pero ya se viene lo bueno: Guerra, muertes, secretos, enemigos, bla bla

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¿Valio la espera? Prometo que el siguiente capítulo es sólo acción o intento de acción, debo mejorar esa parte, pero ya se viene lo bueno: Guerra, muertes, secretos, enemigos, bla bla

pero sobre todo...Viene el romance. 

:3 Gracias por la espera. Los jamo con quesito.

Trilogía ICE (ICE GOD) #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora