Evolution| Shawn Mendes

Capítulo 26. Dispuesta a volver a intentarlo.

Hay momentos en la vida en los cuales deseas no hacer algo, pero tu impulso de idiotez te convenció de hacerlo, pero ahora te arrepientes. Eso es exactamente lo que me está pasando ahora.

La canción de Señorita de Shawn y Camila ya era bastante conocida mundialmente, incluso la habían presentado en varias premiaciones como la cubana me había mencionado aquella vez en unos premios. Sin embargo, la canción no había tenido un video musical hasta ahora. Como toda fan de mis amigos me dispuse a poner el vídeo desde el momento que salió, y todo iba perfectamente bien; Camila se veía preciosa, Shawn se veía increíblemente guapo... hasta que aparecieron en una maldita habitación de hotel. ¡Una habitación de hotel! ¿Pueden creerlo? Y como si eso fuera poco, de un momento a otro comenzaron a toquetearse hasta que cayeron a la cama con Shawn sobre ella.

—¡La audacia que tienen! ¡¿Alguien puede decirles que esto es casi un vídeo porno?!

Mia y mamá no paran de reír. Me detengo frente el sillón donde están sentadas para mirarlas con una ceja alzada, no puede ser que se estén burlando de mí en esta situación.

—Alexa, ni siquiera pasa nada, simplemente es una escena sexy—Mia se limpia las lágrimas que le han salido.

—Concuerdo, hija, no seas exagerada—suelto un chillido porque mi propia madre se ha puesto en mi contra—. Además, ese vídeo se grabó hace mucho, cuando Shawn y tú ni siquiera hablaban. Hasta podría ser que ellos siguieran juntos ahí.

Suspiro. Tiene razón, no tenía por qué estar enojada con ello, pero mi corazón parecía decir lo contrario porque seguía haciendo que me sintiera molesta por el vídeo. Camino hasta ellas y me siento en el medio hundiendo mi cara en un cojín.

—Odio esta sensación.

—¿Sentir celos?

—¡No estoy celosa! Solo me conflictúa verlos tan juntos y coquetos.

Mi tono sale más duro de lo que pensaba hacia la pregunta de Mia, y es ahora que ambas vuelven a reírse.

—Nunca creí que llegaría el día en que viera a Alexandra Flores celosa—comenta con burla—. Si bien siempre has tenido tus inseguridades, nunca te había visto tan molesta.

—Además, no son nada, bebé. No entiendo porque estás tan molesta.

Las palabras de mamá me llegan como una daga al corazón. Tiene razón, no somos nada.

Mañana nos iremos de Pittsburgh para continuar con la gira, y en estas tres semanas lo único que he hecho es pasear con Shawn y su familia. A excepción de esa vez que salí solo con mi mamá, Mia, Aaliyah y Karen, esa ha sido la única vez que no estuve con Shawn y en estos días solo me había dado cuenta de una cosa: era muy fácil enamorarse de él. Porque, aunque me cueste admitirlo, estoy muy enamorada de Shawn Mendes.

Mi estómago se revuelve cuando toma mi mano o solo cuando lo sorprendo mirándome, o él me sorprende mirándolo. Además de que no me importa nada si tiene defectos, para mi es perfecto tal y como es, y le quiero más de lo que me gustaría.

—Pero yo quiero que seamos algo—susurro a mamá.

Los ojos de ambas se iluminan y es entonces que mamá le pasa un billete de veinte dólares a Mia.

—¿Apostaron? —inquiero indignada. Ambas se encogen de hombros restándole importancia.

—Yo aposte que terminarías enamorada de Shawn para el final del descanso—explica Mia.

—La verdad es que yo tenía la esperanza de que lo hicieras, pero a veces eres tan terca que creí que seguirías negando tus sentimientos hasta que acabara el tour—confiesa mi progenitora.