Capítulo 17. No hay nada que le impida volver a lastimarme.

1.2K 96 28
                                    

Miro a Mia con una sonrisa mientras lleva el tenedor a su boca, ella solo frunce su ceño y me ve extrañada.

—Vale, ¿tengo algo en la cara o qué? —inquiere llevándose la servilleta a los labios. Me limito a negar aún con mi sonrisa y ella me mira asustada—. ¿Te golpeaste la cabeza y no me dijeron? Te juro que llevas viéndome con la misma mirada de loca desde que terminó el show y cada minuto me siento más incómoda.

—Lo siento, no lo haré más.

—Ambas sabemos que lo harás.

—Me conoces tan bien—respondo volviendo a verla de esa manera, pero ahora suelta una carcajada. Pero aún hay algo que no entiendo—. ¿Quién convenció a la empresa de que vinieras? Lo intente desde que inició el tour y siempre me dijeron que no.

Mi mejor amiga no tarda en comenzar a ahogarse con la papa frita que acababa de comer, pero comienza a tranquilizarse cuando el mesero le pasa un vaso con agua.

Nos encontrábamos en el hotel, ya que mañana teníamos un día libre en París y no necesitábamos el bus. Luego del concierto la lleve conmigo para platicar durante todo el camino y así lo hicimos. Mia me contó sobre cómo le está yendo en la universidad y que ha decidido Derecho para especializarse, también me ha dicho que a veces sigue reuniéndose con los chicos, pero que a todos se les complica porque ingresaron a universidades fuera de Pittsburgh.

Aparentemente hay un chico que corresponde los sentimientos que mi mejor amiga tiene por él, y la verdad es que me alegra muchísimo que sea sincero. Muchas personas se acercaban a mis amigos o familiares con interés cuando se enteraban que me conocían, así que está vez el chico no haya pedido un autógrafo mío o insistido en conocerme en un año es un logro hasta ahora.

—Creo que al final lograste convencerlos—responde luego de calmarse y yo niego con la cabeza.

—No, no son así y menos en estos momentos que Simon está molesto conmigo; ni siquiera me ha reprochado nada, así de molesto ha de estar.

Y es como si mi cabeza comenzara a atar cabos. ¿Quién era la otra persona que podría convencerlos si hacía amenazas importantes para su economía?

Shawn. Pero no tenía razón para hacerlo... a menos que sí la tuviera.

—¿Fue Shawn? —mi tono de voz se ha vuelto más grave y Mia se queda callada unos minutos para confirmarme todo. Chasqueo la lengua—. ¿Cree que con esto podrá chantajearme? ¿Cree que puede comprarme?

Mia niega repetidas veces con el ceño fruncido. —No, Lex, no es como lo piensas. Estas malinterpretando todo.

Pero ya es muy tarde porque mi enojo ha actuado por sí mismo y comienzo a caminar fuera del restaurante para encontrarme a Shawn a punto de entrar.

—Hey—me sonríe y luego se da cuenta de mi mirada—. ¿Ha pasado algo?

—¡Alexandra, detente! —Mia sale de la habitación y nos mira un tanto nerviosa.

—¿Vuelvo a ser un contrato para ti, Shawn?

—¿Qué? —espeta confundido.

—Si creíste que trayendo a Mia aquí, caería ante ti estás muy equivocado—musito y parece que ha entendido todo—. No creas que no he visto la manera en que te comportas conmigo desde hace unas semanas... Solo actuaste así luego de que te ofrecieran el contrato en el tour de Austin, así que deja la actuación.

—¿En serio me crees capaz de volver a hacerte eso? —inquiere con dolor en su rostro y mi silencio habla más que mil palabras. Bufa con enojo y niega con decepción—. No fuiste la única que sufrió, Alexa y creo que es momento de que lo aceptes. A mí me obligaron a firmar ese contrato, ¡no tenía opción! Hubieran saboteado mi carrera si no lo firmaba y sabes que si hubieras estado en mi lugar habrías hecho exactamente lo mismo.

Evolution| Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora