Evolution| Shawn Mendes

Capítulo 32. ¿Al menos te has duchado?

Escucho como la puerta de mi habitación se abre, pero decido ignorarlo completamente y me limito a seguir viendo Netflix en mi computador mientras me acomodo más en el sillón que tengo frente a mi ventana. También aprovecho para taparme aún más con la manta.

—¡Feliz cumpleaños, Alexa!

Una figura abre la cortina y al estar frente al ventanal no tardo en quejarme, así como me tapo por completo con la manta para evitar los rayos de sol. ¿Ya es 11 de agosto?

Habían pasado dos semanas desde que el tour había acabado, lo que significaba que hace ese mismo tiempo, Shawn y yo cortamos cualquier contacto. O al menos hasta hace unos días que el canadiense había cumplido años y para que las cosas no se prestaran a mal, Simon me sugirió felicitarlo en redes sociales; lo cual hice y luego Shawn contestó con "muchas gracias, Lex". Hasta allí llegó nuestra interacción y mi única muestra a los medios de que sigo viva, ya que luego del tour me dediqué a tener mi ciclo de duelo y me la he pasado en mi habitación viendo series con viajes ocasionales a la cocina y al baño.

La realidad era que luego del cumpleaños de Shawn había vuelto a perder la noción del tiempo. Hasta ahora que mis amigos han venido a sacarme de mi miseria. ¿Fatalista? Bastante.

—Hay mucha luz en este planeta—comento tapando mi cara con la mano ahora que Mia me ha arrebatado la manta.

—Y también hay civilización. Lo sabrías si salieras de esta madriguera que es tu habitación.

—Pensé que te gustaba mi habitación.

—Lo hace cuando no parece un cochitril—Mia se cruza de brazos mientras los chicos ríen y yo me encojo de hombros.

—¿Qué te puedo decir? No puedes tener todo lo que quieres en esta vida.

Los demás dejan de reír mientras que Mia relaja su postura, todos entendiendo el doble sentido de mis palabras. Es entonces que me permito girar a ver quién está aquí y me encuentro a Sebastián, Tini, Noah, Kyle y Martha con un pastel en sus manos con unas velas de número veintiuno que ilumina sus rostros. Creo que los trillizos y Kiara no han podido venir por sus escuelas.

—No puedo creer que aún sigas en ese sofá—mi mejor amiga me sonríe levemente y aplaude con emoción—. Pero hoy no es día para regañarte, así que apaga las velas.

Noah y Kyle se acercan con el pastel en manos, les dedico una pequeña sonrisa antes de soplar las velas.

—Gracias—les sonrío ahora a todos y me levanto frente a ellos—. ¿Qué hacen aquí, chicos?

—Amiga, es tu cumpleaños—Martha me sonríe—. No vamos a permitir que lo pases sola en tu habitación.

—¿Por qué no? —hago un puchero que hace a Mia darme un zape. Inmediatamente me sobo el área afectada—. Mi habitación es cómoda, iluminada y me protege de la sociedad.

—No, es deprimente, huele como si algo murió y te aísla de nosotros—contradice Kyle mientras deja el pastel sobre mi cama.

—Lo sé, es solo que no me apetece salir. Estoy cansada física y mentalmente.

—Linda, llevas dos semanas sin salir de tu habitación, no es sano—Mia se acerca a darme un abrazo, pero se quita rápidamente con una mueca—. Creo que ya sé de donde viene el olor a muerto. ¿Al menos te has duchado?

—Lo hizo hace una semana. Si crees que esto es malo, imagínate vivir con ella.

Miro mal a Noah. Ya no lo vuelvo a invitar a hospedarse en mi casa.

—Los mejores amigos, eso sí que la ayuda a no deprimirse—el sarcasmo en el tono de Sebas logra sacarme una pequeña sonrisa—. Mira, Lex, estar encerrada en tu habitación solo te deprimirá más; así que sal con nosotros, vayamos a festejarte.