"Capítulo 34-Lastimar"

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Me levanté, diferente a los demás días, era el último día "normal", luego de decirle la verdad a Mike podía ser libre al fin de hacer lo que yo quisiera sin tener que ocultárselo a alguien. Pensaba en todas las cosas que empezarían a tomar su camino y salir mucho mejor, quizás Emily al ver lo capaz que soy por tener su amor lo medite y termine saliendo conmigo. 

Ahora tengo a mi hermanita conmigo gracias a ella, tengo a mi hermano a mi lado, y el año está a punto de terminarse, no dejaré que se termine sin cumplir mi meta. O aunque sea desearía poder decir que fui feliz en alguna parte de él. 

Abro los ojos al escuchar la alarma sonar, borro todos mis pensamientos y la apago sin muchas vueltas, dejo el móvil en su lugar una vez más y levanto mi cuerpo para estirar mis huesos y músculos, miro a todos lados buscando a mi hermanita quién encuentro a mi izquierda. Luce totalmente dormida y cansada, tan diminuta y sencilla con su mano sobre su mentón y sus ojos relajados. 

Me apena pensar que está madurando demasiado rápido y que no pueda disfrutar de su infancia como corresponde por culpa de los sentimientos que tiene hacia el hermano de la niña rica.

Por qué los sentimientos tienen que arruinarlo todo?

Se supone que cuando aparecen los sentimientos la gente comienza a cambiar para bien y de repente ves que todo tu mundo toma un color diferente y es genial, sin embargo, no conozco a nadie en este mundo que realmente pueda confirmar felicidad luego de declararse ante alguien.

Y no creo hacerlo tampoco. 

Me dirijo hacia mi cajón y lo abro tomando lo primero que me parece aceptable para usar hoy, mientras me visto con el sumo cuidado de que mi hermana no se despierte observo por la ventana hacia el pasillo de Emily. 

No logro verla, tampoco a su hermano o hermana, supongo que aún duerme o simplemente no tiene ganas de verme. Desearía que se asomase, tan sólo porque la he visto por última vez ayer y me molesta decir que ya estoy extrañándola.

                                                                                     ...........

Luego de hacer todo lo que debía, excepto desayunar ya que eso es algo que he dejado de hacer hace tiempo, algo así como desde que conocí a Emily, bajé y fui en dirección a la casa de Emily. Debíamos comprar nuestros disfraces y quién sabe si en una de esas lograba robarle otro beso.

O aún mejor, que ella me lo robase a mí, como la primera vez. 

Y la segunda.

No hizo falta tocar su puerta dos veces ya que luego de treinta segundos de hacerlo la primera y única vez salió por allí sin decir palabra alguna y comenzó a caminar hacia la tienda más cercana de disfraces esperando a que me acercara a ella para continuar caminando. 

Recuerdo, en este preciso momento, que miré sus manos, sus muñecas más que nada, y desde esa pequeña lejanía logré percibir sus cicatrices, no tenían mucho tiempo y eran muy notables, sin embargo ella no las ocultaba con cosas o mangas como harían los demás. Y eso, era otra cosa que me volvía absolutamente loca por ella, la forma en la que le importa nada lo que piensen los demás acerca de su aspecto, me pregunto cómo lo hace, cuál es la forma que tiene para lograr que no le interesen los comentarios de los otros en una época como la nuestra, donde lo que más importa es el opinión de los demás. 

Aunque no deba ser así lo es.

Tuve la gran tentación de tomar su brazo, y agarrar su mano para caminar sosteniéndome de ella, pero no lo hice porque lo más probable era una negatividad de su parte. 

《Perfecto Desastre》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora