《Perfecto Desastre》

"Capítulo 10-Fiesta Parte 3"

El beso terminó luego de un minuto, los ojos de Mike no mostraban gran cosa más que una mini sonrisa, que claramente no le devolví porque no podía hacerlo.

Mike siempre ha sido el que me apoyó cuando Cassie nos jugaba bromas, las noches en las que me sentía fatal y a penas tenía fuerzas o ganas para ir a la escuela al día siguiente el era el único con el que podía descargarme y sentirme un poco mejor.

O quizás nunca me sentí mejor, pero poder confiar en él me hacía sentir que sí era así.

Pero el echo de pensar en él de otra forma como algo más que mejores amigos es complicado para mi. Nunca me ha llamado la atención de esa forma, y esta no es una excepción, si él no fuera Mike y fuese otra persona en su lugar le hubiese dado una bofetada y quizás me hubiera ido en ese preciso instante dejando el plan a medias. 

-Emma...-Oí que me decía entre gritos y demasiada música. 

En estos momentos es cuando la chica calla al chico y vuelve a besarlo, pero más profundamente, está claro que eso no pasará porque esta no es una película y él no me gusta. Siento que a partir de hoy, después de ese beso las cosas entre él y yo cambiarán y aunque no estoy muy segura de si sea para bien o para mal, no quiero que sea así. 

Quise intentar decirle que estaba bien, pero que no quería nada entre él y yo hasta que un enorme grito agudo que provenía de las escaleras llamó nuestra atención junto con la de todos los demás, incluyendo a la persona que manejaba la música e hizo que esta parase haciendo el momento más épico. 

Miré mi reloj y noté que eran las 22:00, ya había pasado una hora desde que Emily y Jack se acostaron, no soy experta en sexo y esas cosas, pero creo que ya es hora de acabar.

Y no me refiero a "eso", sino a que terminen de una vez con esto y vuelvan a la fiesta.

Cassie estaba en las escaleras a punto de caer de los últimos escalones, tenía su mano sobre su pecho y estaba en un grito ahogado rodeada de sus dos únicas amigas sosteniéndola, realmente se veía mal, tanto que me hacía recordar a alguien. 

A mí.

El rostro de Cassie era el mismo que solía tener yo todos los días de escuela en cuanto salía de ella y me encontraba tan mal que ni siquiera tenía fuerzas para continuar estudiando como había dicho antes, ella me hizo la vida imposible durante mucho tiempo, y no sólo a mí, a muchos de los que están aquí presentes.

Esa es la razón por la cuál hemos invitado a varias personas, para que la fiesta esté completa de personas pero no de cualquier persona, de las personas a las que Cassie también lastimó. Todos presenciando su rostro lleno de lágrimas y si fuese otra persona o mejor dicho si fuera como era antes de conocer a Emily podría haberme arrepentido de todo lo del plan e ir a abrazarla y tenerle piedad olvidando todo lo que nos ha hecho.

Pero ya no soy así, si hay algo que aprendí de Emily en el poco tiempo que la conozco es que no debes guardarle rencor ni piedad a nadie que alguna vez te haya dañado, y eso es justo lo que haré.