"Capítulo 26-Expulsada"

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Los aplausos terminaron en los últimos cinco minutos en los que todos los presentes se dedicaron a tomar fotos de mi preciosa obra de arte y reenviarla a todos sus amigos y hasta a sus no amigos. 


Por supuesto que Cassie no se hizo presente en toda esa hora, no había ni rastro de ella y estaba segura que eso era una buena señal de que estaba cerca de rendirse.

Rendirse significaba que tanto Ellie, Katy, Emily y yo seríamos las nuevas reinas más populares de la escuela, y eso sería realmente genial. 


Al volver hacia casa ya había anochecido lo suficiente como para cenar, hacían varios días que no comía apropiadamente y eso no estaba siendo un gran problema en mi vida debido a que con todo el alboroto que se encontraba en mi cabeza me mantenía sin ganas de comer. 

Katy y Ellie volvieron a sus casas más felices que nunca, no habían parado de hacer comentarios sobre que mañana sería un día en el que nos coronarían como las nuevas reinas de la secundaria, todos estarían a nuestros pies, no tendríamos más bromas que soportar y nos llenaríamos de muchos amigos. 


Entre paréntesis, estaban definiendo una vida en la secundaria perfecta. La que cualquier estudiante soñaría.


Emily en tanto, estaba bastante callada, ella nunca fue de hablar demasiado más bien, pero era un silencio notorio. Como si quisiera decir muchísimas cosas y sin embargo terminase diciendo absolutamente nada. Me conformé con abrazarla en frente de todas esas personas en modo de victoria, que ella haya accedido a mi abrazo me hizo aún más feliz. Sin embargo, aún habían miles de cosas por resolver que no dejaban de dar vueltas en mi cabeza.


-Te veré mañana.-Comentó con los ojos puestos en su móvil.


Quizás esté hablando con su hermana Grace y le cuente sobre lo especial que soy para ella, si es que lo soy.


-Lo he hecho bien.-Sonrío esperando su respuesta.


-Lo has hecho más que bien.


Sus comisuras forman una pequeña sonrisa y ella desaparece al entrar a su casa, respiro y me quedo unos segundos meditando si está bien entrar allí. Es mi casa, es donde prácticamente maduré y todo está ahí dentro, pero se siente mal no querer entrar a donde se supone que es el lugar en el que te sientes más feliz y cómoda. Es como si hubiese una clase de barrera que me detenga al querer entrar, que me haga recordar todas las razones por las que no debería hacerlo.


Por lo tanto, miro la hora y noto que aún no es tan tarde y hay algo último que quiero hacer por hoy. 


                                                                                    ..................

-Puedes verte.


La peluquera deja un pequeño espejo a mi alcance, el cuál tomo y comienzo a repasar cada pequeña parte de mi nuevo estilo de cabello. 


Hacía muchísimo tiempo que tenía la necesidad de cambiar el color de mi cabello a uno que me hiciera parecer más grande, en lo común, mi color natural es una clase de pelirrojo y castaño bastante llamativo, siempre me ha gustado porque no es un color que tengan muchas personas, pero con el tiempo comencé a cansarme y quería cambiar.

《Perfecto Desastre》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora