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—JiEun, ¿donde vas tan temprano? —la vieja SeoYeon había salido tan temprano a barrer su banqueta, por lo que noto a la pequeña caminar sola—, ¿qué haces sola tan temprano?

—Buenos días abuela —la niña saludo nerviosamente mientras le daba una reverencia—. Solo voy por un poco de pan y cosas para el desayuno que el tío MinSeok me ha pedido.

— Nunca había notado que tú era quien hace los mandados —ella meditó aquella respuesta que la pequeña le había dado.

— Lo hago abuela —JiEun dijo con nerviosismo—, casi nunca prestas atención cuando suelo saludarte cada vez qué pasó —ella hizo un puchero.

La anciana la miro con los ojos entre cerrado analizando las palabras de la pequeña, ¿a caso de había hecho más distraída con la edad?

—Ve con mucho cuidado, aún es muy temprano que el sol todavía no sale por completo —aconsejó mientras de agachaba a recoger su cubeta de madera—, salúdame a tu tío MinSeok y a su guapo novio.

—Si abuela, yo les digo —comenzó a avanzar—, iré lo más rápido que pueda —dijo un tanto nerviosa tratando de ocultar su mochila de rueditas que estaba aún lado suyo.

JiEun camino con sigilo y una vez que vio a la abuela girar para adentrarse a su casa, echo a correr lo más que pudo, ella sabía que si notaban su gran mochila podrían sospechar algo, no podía ser tan descuidada esta vez.

—aigoo—la mujer mayor novio la cabeza mientras chasqueaba la lengua—. Estos niños de ahora, son tan respondones.

La pequeña llego casi jadeando a la parada de autobuses, miro hacia todos lados y se percató que nadie la había notado, ni siquiera había más gente esperando el autobús, la carretera parecía desierta. Espero con impaciencia ya que estaba por amanecer y quizás su tío MinSeok o LuHan notarían su ausencia. JiEun echo una mirada hacia atrás, estaba dejando todo por conocer a la persona que le dio la vida, su mente de niña no percibía la magnitud de lo que estaba por hacer.

Llego a su mente la imagen de su Papá, las palabras que había dicho la noche anterior que le dieron a entender que no la quería. La niña tomo la decision de ir a Seúl a buscar a su Mamá, tenía un miedo enorme de ser rechazada pero, aún así quería hacerlo; podía sentir el rechazo de su Papá y, si había otro más terminaría por romper a la pequeña de siete años.

Antes de que se diera cuenta el autobús se estacionó frente a ella.

—¿Vas a subir? —una voz le preguntó y ella solo alzó la vista para toparse con un señor de rostro duro—, apura que nos vamos ya.

—Si —contestó rápidamente mientras tomaba su mochila y la subía con ella.

—¿No viene ningún adulto contigo? —preguntó el chofer y JiEun miro nerviosamente al interior del autobús, había ya unas cinco personas, dos de ellas durmiendo, otra mirando el paisaje y las últimas estaban atentas a su respuesta al chofer.

—Voy a Seúl, a encontrarme con mi abuela, ella me esperara en la terminal —fue todo lo que contestó antes de sacar la tarjeta que le había robado un día anterior a LuHan, la pasó por el detector mientras el chofer la analizaba.

—Bien, si es hasta Seúl se paciente porque será un viaje muy largo —comentó aquel—, vamos siéntate y está atenta porque vienes sola.

—Gracias Ajhussi —JiEun sonrío con alegría y se adentró para tomar un asiento casi al final.

— No, quédate en donde pueda vigilarte —aquel sugirió y pequeña obedeció—, así está bien —agregó cuando la vio sentarse un poco más adelántate de la parte media—, no se porque ahora mandan a los niños solos, estos padres de ahora.

P A L E T T EDonde viven las historias. Descúbrelo ahora