P A L E T T E

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"Entre otras noticias, queremos hablarles del nuestro Ángel de Corea. Al parecer va camino a Japón y estará grabando un reality show, también estaría cumpliendo un par de fechas que tiene. Esperemos que le vaya bien a nuestra querido Do KyungSoo"

El reporte termino de hablar y en seguida comenzó un video musical de KyungSoo. LuHan echó un suspiro pensando en su antiguo concuño.

«¿Qué es lo qué pasó para que te fueras de esta manera?». LuHan se preguntó sin apartar la vista de la pantalla. Recordaba a KyungSoo como un niño dulce y entregado a su nueva vida, la cual en ese entonces era al lado de JongIn. Si bien por esas fechas Kyungsoo solo era un chico de casi diecinueve años, para LuHan siempre fue maduro y sabía lo que quería; vivió acorde a lo que JongIn le ofreció en ese tiempo, ya que su cuñado estaba recién egresado de la universidad y no tenían tanto dinero, pero eso no impedía que KyungSoo acariciara su barriga abultada con tal ternura cada vez que lo hacía. Era dedicado y un excelente cocinero, pese a las adversidades y el pelito con su Padre, KyungSoo se miraba tan radiante a lado de JongIn, por ende el Chino no entendía el cambio al irse dejando a su gran anhelo siendo una recién nacida.

Alguien que tenía la ilusión de un hijo como KyungSoo, ni una sola vez se le miró ser infeliz durante su embarazo, ¿como había sido tan cruel para abandonar a su hija recién nacida?

—¿En que tanto piensas? —Minseok se asomo de repente y LuHan se enderezó—, ya!, parece como si estuvieras en otro mundo y no me ayudas a preparar la cena.

—Yo solo... no es nada —echo un súpito y se puso de pie.

—Apaga eso, no nos hace bien ver a KyungSoo y su éxito por el cual dejó a mi hermano —Minseok tomó el control remoto y apagó el televisor.

LuHan estaba por decir algo cuando la puerta principal se abrió mostrando a un JongIn estresado y algo enmarañado, dejando a un lado a ese hombre varonil que siempre era.

—¿Hay alguna noticia? —unos pasos comenzaron a escucharse en las escaleras, y aquella cuestión provenía de la madre de Minseok y JongIn.

—Fui a buscar a Do YunHo —respondió JongIn antes de echarse en el sillón dejándose caer por completo—, no lo he encontrado pero aún así me hice notar.

SooYoung le regañó. —¿Por qué has hecho eso? No tuviste nada que hacer con esa gente, después de todo lo que te hicieron no tienes absolutamente nada que ir a rogarles a ellos. Por nuestro propios méritos encontraremos a mi nieta —la mujer le golpeó en el hombro varías veces como reprensión—, te he dicho que eres un estupido.

—JongIn, fue solo una suposición lo de otro día  y en seguida fuiste corriendo a buscar a tu ex suegro —ahora ese era MinSeok quien estaba molesto—, te dije que no hicieras aquello.

— Necesito que ellos estén enterados de la situación que estamos pasado, KyungSoo debe de estar enterado de igual manera —trato de razonar, recibió un par de golpes más por parte de su madre—, no hagas eso, duele.

—Por supuesto que no, duele más el hecho de que seas un cabeza dura —la mujer trato de hacer recapacitar a su hijo—. Ese tipo no tiene absolutamente nada que ver aquí, ¿no recuerdas como te dejo? ¿A caso ya se te olvido? ¿Me quieres matar?

JongIn cerró los ojos recordando aquel rostro que lo tenía bien tallado en la mente. Si tan solo todos ellos que lo juzgaban supieran...

Pero aún así JongIn era demasiado cobarde para poder si quiera hablar, recordado también las palabras de YunHo hace siete años. Nunca podría olvidar a KyungSoo, siempre había sido el amor de su vida.

—Eso es el pasado —respondió JongIn—. KyungSoo sigue siendo la persona que medio a JiEun y eso no lo puedo dejar, él tiene que estar enterado que su hija ha desaparecido, me tiene que ayudar a encontrarle.