Baek Su Min era una estudiante de último año, sus notas eran altas pero no tan altas como ella quisiera. Llevaba una vida que ella no hubiera elegido pero que tampoco cambiaría, porque eso significaría elegir un vida que ella no conocía y eso a ella le atemorizaba, lo incierto.
Tenía unos padres que no eran sus padres y unos hermanos que no eran sus hermanos pero aun así los amaba como si así lo fueran. Al fin y al cabo, creció al lado de ellos.
Sus padres verdaderos habían muerto cuando ella apenas aprendía a caminar, unos padres que no pudieron ver correr a su hija y aquella niña se le fue arrebatada la oportunidad de correr a los brazos de su padre para no caer.
Su abuela, quien se hizo cargo de ella, trató en lo que le era posible hacer de los dos. Un trabajo bastante difícil que no tuvo la oportunidad de desempeñar por mucho tiempo. Su sabia abuela no era eterna, como hubiera querido Su Min que fuera. La pequeña Su Min se quedó sola, no tenía más familiares. Tuvo una familia adoptiva, sin embargo, fue una familia que hizo que aquella niña dulce se escapara y nunca volviera más a ellos.
Fueron días y días que no podía comer ni un solo trozo de pan. Días y días donde sus lagrimas eran su vaso de agua y su dolor el pan de cada día. Había perdido el sentido de vivir a tan solo 15 años y ya no creía en las cosas buenas y menos en las personas. Hasta que un día, mientras deliraba de hambre y sed, fue rescatada por dos personas que le dieron todo lo que necesitaba. Dos personas que ahora eran sus padres. Se sentía tan agradecida de tenerlos, que pensar en otra vida le daba más miedo y le daba justamente la motivación para salir adelante cada día.
Lo que ella no sabía era que aquel hombre alto, atractivo que tenia frente a sus ojos, sería alguien sumamente importante en su vida, alguien que la haría florecer como las flores en primavera, alguien por el que considerará un motivo más para vivir pero que también se arrepentiría de haber puesto sus ojos en el.
— ¿Cómo es que... puedes verme?
Aquel chico se hacía muchas preguntas, no entendía cómo un ser humano podía verlo, si él ni siquiera era visible ante las demás personas. Por otra parte, Su Min estaba paralizada. No era cualquier cosa ver los ojos azules de alguien como él porque tampoco era cualquiera.
—Ahora lo sé todo. —Susurra el chico una vez termina de hacer su propia investigación de la chica. Con el poder que poseía, podía ver todo lo que había vivido o cómo era la persona, con solo ver sus ojos por unos cuantos segundos. Solo si él lo deseaba, pues sus deseos eran órdenes.
—Cuanto tiempo sin verte, Baek Su Min.
Una sonrisa sin dientes se hizo presente por el hermoso rostro del chico, al mismo tiempo en que una creciente incertidumbre creció en el estomago de la castaña.
¿Quién era aquel chico? Y ¿cómo sabía su nombre?
hEY, ¿QUÉ TAL? ¿CÓMO ESTÁN?
Yo me derrito y ustedes?
odio el calor, pinchi calor, ai jeit yu.
bue, aquí está otro cap :3 espero les guste.
dejaré algunos gifs... 7u7
pa que después no digan que nadie las alimenta u.u
psd: ¿de donde son?
aquí nuestro jimin siendo intencionalmente agresivo <3
BAIIIIII, cuídense mucho <3
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ーwinter bird; pjm♡
FanfictionDos lágrimas diáfanas, lentas por sus mejillas resbalaron. Las palabras del ángel, sin ser pronunciadas pero que Jimin las había captado por la firmeza de su mirada, una realidad que le sacudió como un torbellino y sintió ser lanzado lejos de Su Min...