Capítulo 3: Nuevos inquilinos

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Como tenía tiempo y estaba de buen humor, decidi subir otro capitulo XD ademas del que dije que subiria este finde :) 

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La señora Macready salió a la entrada principal al ver acercarse el auto militar, a ella no le agradaban los militares, lo único bueno que podía decir de ellos era su puntualidad. Un hombre uniformado bajó del coche, abrió su paraguas y saludo a la señora poniéndose firme.

— Señora — saludó el sargento, podías saberlo por el número de franjas amarillas que tenía en sus hombros — tengo entendido que está al tanto de la situación de estos chicos.

— Solo un poco — reconoció con seriedad la mujer, ya que solo sabía lo necesario. Tomó más firme su paraguas y se acomodó el cuello de su suéter — ¿ellos están bien?

— Bueno — dijo el sargento, que no solo había conocido a los padres de los jóvenes, si no que les tenía mucho aprecio — están lo mejor que podrían, tomando en cuenta su situación, y todo lo ocurrido hasta hoy — informó con un poco de pena y comprendiendo cómo debían de estar los chicos — ¿el profesor está en casa? Me gustaría hablar con él.

— Está en su despacho revisando unos documentos — respondió Macready — pero de seguro lo recibirá — dijo haciéndose a un lado dando a entender que podía pasar.

— Vamos chicos, salgan, vayamos adentro que acá afuera con la lluvia se congelaran — dijo el hombre.

*-*-*-*

— Ayer soleado y hoy lluvioso — se quejó Edmundo viendo el cielo, por la ventana de la habitación del segundo piso en la que se hallaban — odio el clima de aquí, me aburro.

— Lee un libro o algo — dijo Susan que estaba en ese momento leyendo.

— No gracias, eso solo terminaría aburriéndome más de lo que estoy — dijo de mala gana.

— Deberías haberte unido a nuestra partida de cartas — dijo Lucy, que jugaba con Peter.

— Si hubieran jugado a algo mejor — dijo el chico — pero ese juego es para niños pequeños — soltó queriendo molestar a la menor, esta lo miró con seriedad y decidió volver al juego. Edmund se giró y miró de nuevo por la ventana, fue cuando vio un auto acercándose — ¿Qué hace un auto militar aquí? — preguntó en voz alta.

— ¿Qué? — dijeron todos y se acercaron veloces a la ventana.

— ¿Creen que nos traigan noticias de papá? — preguntó el menor esperanzado.

— No lo sé — respondió Susan.

— No lo creo, no envían ese tipo de autos a dar esas noticias — soltó Peter — es un auto militar de lujo, solo los soldados del más alto rango los ocupan — Los chicos veían como la ama de llaves hablaba con un soldado, luego vieron a cuatro chicos bajar de este y entrar a la casa seguidos por los dos adultos.

— ¿Quiénes serán ellos? — preguntó Lucy curiosa y un poco contenta de que fueran a haber más jóvenes en la casa, eso significaba más gente con la que jugar, además había visto que uno de los nuevos debía tener más menos su edad.

— ¿Se irán a quedar? — preguntó Susan, había visto que uno de los mayores era un chico, de lejos se veía bien, esperaba que fuera atractivo y que congeniaran.

— Vayamos a averiguarlo — propuso Peter, y todos bajaron con rapidez.

*-*-*-*

— Santo Dios — soltó la mujer al ver a los chicos que bajaban del automóvil, estaban muy delgados, y sus ropas no los abrigaban lo suficiente — como es que no les entregaron alguna manta o algo, ¡está lloviendo por todos los cielos! — regañó al Sargento, Macready podía ser una mujer estricta y severa, pero se preocupaba por el bienestar de la gente, más aún de jóvenes indefensos como los Bosetti.

Las Cronicas de Narnia - Realeza y NoblezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora