Epilogo

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MARATÓN 7/7

Dos días habían pasado desde su regreso al mundo normal, su rutina volvía a ser más de lo mismo, aunque ahora todos se llevaban mejor, pues aún permanecía en ellos la madures que habían adquirido en Narnia. Esto también significaba que Edmund tenía una actitud mucho mejor con todo el mundo, la más impresionada era la señora Macready, a quien molestaba un poco la actitud inicial del chico. Otro cambio que notaron los mayores respecto a los jóvenes, y que los sorprendió incluso a ellos, fue que Edmund y Nicole aun mantenían sus sortijas de matrimonio puestas al regresar, les quedaban algo sueltas, ya que sus manos eran más pequeñas, por lo que comenzaron a usar sus sortijas colgando de una cadena.

Era ya tarde, y los chicos estaban todos en la salita que solían ocupar para leer o jugar algún juego de mesa, cuando Lucian pregunto a sus hermanas si alguna había visto su diario, ellas negaron al igual que Kevin. El mayor les explico que desde que habían vuelto, no había podido dar con él, y recordaba a la perfección haberlo dejado bajo su almohada. Todos estaban comentando que podría haber sido de el diario, Lucy sugirió que alguna empleada lo hubiera tomado por algún libro de la biblioteca y lo hubiera devuelto allí, sin siquiera abrirlo y mirarlo, fue cuando Susan decidió hablar.

— Por favor no te molestes conmigo por esto, pero yo sé exactamente qué sucedió con tu diario — dijo la chica apenada mirando a su antiguo guardián, todos la miraron expectantes, entonces ella suspiro y comenzó a relatar — el día que jugamos a las escondidas, entre a su cuarto buscando donde esconderme, fue cuando vi el diario, me llamo la atención así que lo tomé y miré dentro. Al leer las primeras líneas comprendí que se trataba de un diario, y sentí tanta intriga de tu historia y la de tus hermanos, que lo llevé conmigo — bajó la cabeza esperando la reacción del chico.

— No te preocupes, no estoy molesto — dijo Lucian con calma — Pero ¿Dónde está ahora el diario?

— Ese es el problema — dijo ella mirándolo — lo tenía en mi morral, el día que entramos a Narnia, lo tuve conmigo todo el tiempo, no creas que lo perdí, la última vez que lo tuve, fue en mi habitación en Cair Paravel, la noche de la coronación.

Flash Back

Todo ese día había sido increíble, no terminaba de creerse que ese castillo ahora era de ellos, en su retina seguía la imagen de aquel maravilloso salón con techo de marfil, con la puerta del oeste adornada con plumas de pavo real y la puerta del este abierta directo hacia el mar. Recordaba con claridad como a través de la puerta del este, que estaba abierta de par en par, llegaron las voces de los tritones y de las sirenas que nadaban cerca del castillo y cantaban en honor de sus nuevos Reyes y Reinas.

Esa noche había habido un gran festín en Cair Paravel, regocijo, baile, luces de oro, exquisitos vinos... Y como en respuesta a la música que sonaba dentro del castillo, llegaba hasta ellos la música de la gente del mar, pero más extraña, más dulce y penetrante.

Susan se miraba al espejo de su recamara recordando todo, maravillándose aun con el hermoso vestido que le habían entregado para que usara esa noche, y la increíble corona que ahora descansaba en su tocador. Recordó los bailes, la coronación y el nombramiento de los guardianes, su querido Lucian había sido asignado a ella y no podía estar más contenta, incluso había compartido un baile con él. La noche no podía ser más perfecta, o tal vez si podía, pensó mirando hacia su antigua ropa, en donde también estaba su morral, dentro del cual aún estaba el diario del chico.

Se cambio los ropajes reales y se vistió con un camisón de dormir, se acercó a su morral y de allí sacó el diario, antes de dirigirse con este hacia su cama. Una vez acomodada y arropada, lo abrió pensando que ese sería el ultimo trozo que leería, antes de devolverlo a su dueño, si le daba el valor para hacerlo.

Las Cronicas de Narnia - Realeza y NoblezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora