Las Cronicas de Narnia - Realeza y Nobleza

Capítulo 9: Las profecías y el traidor

Hola a todos, a ultima hora pero aquí esta XD

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Avanzaron durante unos diez minutos y divisaron no muy lejos una madriguera en medio de un lago congelado.

— Que lindo ¿esa es tu casa? — preguntó Lucy al castor.

— Sí, gracias, aunque aún le faltan algunos detalles — reconoció el peludo amigo.

— Señor Castor — dijo un castor hembra desde dentro de la casita — ¿Dónde estabas? Me tenías preocupada, espero que no estuvieras jugando con el oso otra vez porque — decía mientras al abrir la puerta, y ver a los jóvenes exclamó — ¡válgame Dios! Tenemos visitas, ¿Por qué no me lo dijiste? Me hubiera arreglado un poco.

— Ni teniendo toda la semana hubieras estado lista — le dijo el castor a su esposa, mientras hacía pasar a los jóvenes — tranquila cariño, estás hermosa así como estas — la señora castor se tocó las mejillas avergonzada y sonrió.

— Pasen, siéntense, les daré algo de comer — comentó la mujer — deben tener frio.

— Gracias — dijeron las chicas, todos dejaron sus abrigos en un perchero, allí adentro estaba muy cálido, y todos ayudaron aponer la mesa.

— No puedo creer que realmente estén aquí — dijo emocionada la Señora — siempre espere vivir para poder verlos llegar, y hoy están en mi casa — mencionó con felicidad.

— ¿Cómo dice? — soltó Susan — ¿ustedes esperaban por nosotros? — preguntó asombrada.

— Nosotros y toda Narnia — anunció el castor, mientras todos se sentaban a comer.

— Pero eso es imposible — dijo Peter — ni siquiera nos conocen, y nosotros apenas nos enteramos de la existencia de este lugar.

— No hacía falta eso, todo está predicho desde hace mucho tiempo — explicó la señora castora — hasta Aslan presintió su llegada y está juntando las tropas en la mesa de piedra.

— ¿Tropas? De qué habla — quiso saber Lucian esta vez — ¿y quién es Aslan?

— ¿Quién es Aslan? — repitió el castor divertido y comenzó a reír como si hubieran hecho una increíble broma, fue detenido por su esposa al notar que nadie más reía — oh en serio no lo saben, pues es nada más que el rey de todo Narnia, el verdadero Rey — explicó el animal — el vencerá a la bruja, tal como rezan los antiguos versos: el mal trocara en bien cuando Aslan aparezca. Ante el sonido de su rugido las penas desaparecerán. Cuando descubra sus dientes el invierno encontrara su muerte. Y cuando agite su melena, tendremos nuevamente primavera.

— Pero él necesita de su ayuda para esto — dijo la Señora castora — todos saben que Narnia jamás ha estado mejor que cuando ha estado liderado por humanos, como con el antiguo rey Frank y su esposa la reina Helen, ellos fueron los primeros, y se dice que han sido los mejores hasta ahora.

— ¿Nos están diciendo que peleemos en una guerra? — inquirió Susan asustada.

— No podemos — anunció Peter — mamá nos sacó de una guerra y ahora estamos en otra, no podemos hacerlo.

— Pero deben hacerlo, solo así se cumplirá la profecía — insistió el señor castor — ¿no lo entienden? La llegada de ustedes ocho ha sido predicha hace mucho tiempo.

— ¿De qué está hablando? — preguntó Julie muy sorprendida.

— ¡Ellos ni siquiera han oído de la profecía! — exclamó el señor castor sorprendido — todo lo que está pasando, Tumnus capturado, su llegada, Aslan reuniendo las tropas, todo estaba predicho hace mucho tiempo, ¡y todo se debe a ustedes! — explicó feliz el animal.