Capítulo 6: ¿Una puerta a otro mundo?

407 15 2
                                    

Nuevo capitilo! y nueva imagen, creo que esta quedo un poco mejor XD aunque aun no domino bien el arte del photoshopeado :'v

----- ----- ----- ----- -----

Tres semanas de lloviznas leves y fríos invernales, los chicos aburridos no sabían que hacer, hasta que Lucy propuso jugar a las escondidas. Con un rápido piedra, papel o tijeras, se decidió que Peter contaría, por lo que todos los demás corrieron a esconderse.

Lucy corría con Kevin tomado de la mano mientras él en la otra aferraba con fuerza a su oso. Todos corrían en todas direcciones por los largos corredores de la gran casa, Lucian entró a una habitación vacía y se tiro bajo la cama; Julie se metió en un recoveco tras una armadura en uno de los salones; Susan entró a una habitación al azar, y buscando donde ocultarse notó que era el cuarto de Lucian y Kevin. Miró hacia la puerta con nerviosismo y miedo de que alguien la viera ahí dentro, aunque luego pensó, si me ven, solo diré que buscaba un escondite observó alrededor, y el borde de lo que parecía un libro saliendo bajo la almohada de una de las camas llamó su atención.

Con algo de temor abrió el libro para ver la primera plana, y vio que en una esquina con letra a mano y muy prolija decía, Propiedad de Lucian Bosetti la curiosidad pudo más que el miedo a ser descubierta, y cambió de página para ver de qué se trataba, ¿qué tipo de lectura tendría el atractivo chico italiano?

Día 1

Aunque pase el tiempo, hay palabras, momentos y sentimientos que nunca se olvidan Esta fue la frase que me llevó a plasmar mis recuerdos en papel.

Quiero que nuestra historia no sea olvidada. Quiero que mis padres y mi familia sean recordados. Quiero que el apellido Bosetti permanezca en la historia. Es por eso que he decidido comenzar este diario, para contar cómo comenzó todo, qué sucedió luego, y cómo llegamos a como estamos ahora.

Debería comenzar con el inicio, desde el primer recuerdo que viene a mi mente...

Siempre he tenido una memoria excelente, mejor que la de la gran mayoría de las personas, no me gusta jactarme con los demás de eso, pero es cierto. Me acuerdo de cosas que casi nadie recordaría, como por ejemplo, cuando pasaba ya de los dos años y medio.

Esperaba mi turno de entrar a conocer a mi hermanita menor, recuerdo observar con atención a la gran puerta color caoba, sentado en un pequeño banco de terciopelo rojo. Uno de mis oscuros mechones caía sobre mi pálida frente con frecuencia, no importaba cuanto me empeñara en hacerlo a un lado.

Todos habían entrado a ver a la recién nacida, menos yo, ante ese pensamiento inflé mis mejillas indignado. Miraba a las sirvientas que entraban y salían ¿por qué ellas podían entrar y salir y yo debía seguir esperando fuera? Solté un suspiro de aburrimiento.

Luego de varios y largos minutos mi padre salió de la habitación, llevaba una sonrisa radiante y me hizo gestos de que entrara. La habitación ya estaba vacía, excepto por mamá, papá y yo. Me acerqué a la gran cama con dosel donde reposaba mi madre, cansada de tantas horas de labor de parto. Intenté subir por mi cuenta, pero mis delgados brazos no lo permitieron así que papá me tomó y me dejó al lado de mamá. Me acerqué gateando y la saludé con un beso en la mejilla.

— Mamá, ¿estás bien? ¿Y el bebé? — pregunté impaciente mirando a mis dos padres y luego el bulto de seda que mamá tenía en sus brazos.

— Tranquilízate cariño — respondió ella, y me acarició la mejilla — la paciencia es una virtud — dijo para luego sonreírme — estoy muy bien y es una pequeña y hermosa niña — me anunció sacando un poco de la delicada tela y mostrándome el pequeño y rosado rostro de mi hermana.

Las Cronicas de Narnia - Realeza y NoblezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora