Capitulo 13 El traidor y el pacto

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OK lo primero pedir disculpas por la tan larga ausencia, no estábamos muertas ni andábamos de parranda, solo estábamos muy atareadas :c pero nos dimos el tiempo de terminar la historia, así que publicaremos los capítulos como maratón hoy :D espero les agraden, y gracias por seguir leyendo, los que aun queden.

MARATÓN 1/?

Cuando los jóvenes despertaron a la mañana siguiente, lo primero que oyeron por parte de la señora Castora, fue la noticia respecto a que Edmund había sido rescatado y conducido al campamento durante la noche. En ese momento el chico estaba con Aslan. Los siete jóvenes caminaron hacia el sector donde servían el desayuno, los Pevensie se sentían muy contentos de tener a su hermano de regreso. Lucy lo único que quería era corre hacia Eddie y abrazarlo, pero Peter la detuvo, ya que no encontraba correcto interrumpir la charla del chico y Aslan. Todos esperaron antes de sentarse a comer, ya que querían saber cómo estaba Ed. Por fin luego de algunos minutos, Aslan se dirigió hacia ellos llevando a Edmund con él.

— Aquí está su hermano — les dijo el gran león — y, no es necesario hablarle sobre lo que ha pasado, él ya aprendió la lección — a pesar de que nadie supo de qué hablaron, esa fue una conversación que Edmund jamás olvidaría. Aslan se alejó un poco, dejando a los jóvenes hablar tranquilos.

— Hola — dijo Edmund, bajando la cabeza con algo de timidez, sin saber en realidad cómo comportarse, luego de lo que les había hecho a todos.

Lucy solo sonrió feliz de tener a su hermano de regreso y lo abrazo lo más fuerte que pudo, Edmund regreso el abrazo, recibiendo al mismo tiempo otro más de Susan. Al separarse los tres chicos miraron a Peter, quien estaba algo serio mirándolos, entonces de la nada sonrió a su hermano.

— Bienvenido — dijo el mayor, revolviendo el cabello de su hermano.

— Nos tenías preocupados — habló esta vez Lucian al chico sonriendo, al igual que el resto de sus hermanos.

— Lo siento mucho — se disculpó Edmund, mientras estrechaba las manos de cada uno.

— Todo está bien — respondieron. Y los cuatro quisieron entonces decir algo más para demostrar a Edmund que volvían a ser amigos, algo sencillo y natural, pero a ninguno se le ocurrió nada.

El desayuno fue servido y pronto estuvieron los ocho chicos sentados en cojines alrededor de una mesa comiendo y disfrutando de la agradable mañana, Lucy miró divertida como Edmund comía con rapidez una tostada, la pequeña no imaginaba el hambre que tenía su hermano.

— No se va a acabar el pan de Narnia — bromeo la chica, a lo que los demás rieron.

— Y van a darles un poco para el viaje de regreso — anunció entonces Peter. Él y Lucian habían estado platicando temprano en la mañana acerca de lo que se avecinaba, ambos sabían lo que se avecinaba, y estaban de acuerdo en que no era seguro para sus familias el permanecer allí. Habían planeado enviar al resto de regreso a casa del profesor y ellos quedarse a luchar.

— ¿Nos vamos a casa? — preguntó extrañada Susan.

— No podemos irnos, aún hay cosas por hacer — dijo Julie algo preocupada — aun debemos ayudar aquí.

— Ustedes se van a ir — dijo entonces Lucian, mirando a todo el resto.

— ¿De que estas hablando, Lucian? — pregunto Nicole frunciéndole el ceño.

— Ambos prometimos mantenerlos a salvo — explicó Peter — Pero nosotros nos quedaremos a ayudar.

— Pero nos necesitan — dijo Lucy con tristeza.

Las Cronicas de Narnia - Realeza y NoblezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora