Se suponía que Jungkook ya no se drogaría más; pero ahí estaba una vez más.
Inhaló otras dos rayitas y pudo sentir un poco de tranquilidad. Ya habían pasado tres semanas desde que Jimin le había dejado; él pensaba, confiaba en que sólo era un capricho, y que después se le olvidaría. Tres semanas más tarde, se dio cuenta que no era así.
Jimin no era el único co-dependiente, después de todo.
El día que se fue, salió con sus amigos: y Yugyeom se lo dijo "te lo dije, imbécil. Pero nunca haces caso."
Y el simplemente tenía toda la jodida razón. Siempre la tuvo.
"No hagas algo de lo que después de arrepientas."
Y vaya que se arrepentía de su estupidez.
"Vas a destruir su corazón. Peor aún, destruirás el tuyo también."
Y si, ambos estaban destruidos.
"Cuando te tenga de vuelta en el bar, llorando por un corazón roto, te vas a arrepentir."
Y volvió al bar, llorando por un corazón roto, y arrepentido.
"¿Y si te enamoras de él?"
Y lo más jodido de todo: se había enamorado.
Le amaba, más allá de amar su cuerpo, amaba su forma de ser. Su dulzura, su sinceridad, sus muestras de cariño. Todo. Lo quería de vuelta.
Jungkook se encontraba sólo, completamente sólo. Ni siquiera la señora de la limpieza estaba; se había ido porque "No eres más que un niño grosero e inmaduro". Y bueno, tal vez no se equivocaba del todo.
Su casa estaba hecha un desastre. Él estaba hecho un desastre. Pero poco le importaba, después de todo, no tenía a nadie que ver.
O eso pensaba hasta que tocaron la puerta. La idea de que fuera Jimin se atravesó en su cabeza, pero la desechó en cuanto vio a Yugyeom frente a él.
—¿Qué?
—Demonios, Jungkook, pensaba encontrarte mal, pero no tan mal.
—¿Eso era todo? Adiós.
Estaba a punto de cerrarle la puerta en la cara, pero el metió su pie entre la puerta y la pared, evitando que que la cerrara.
—Espera, quiero hablar contigo. No puedes seguir así. Está bien, Jimin te dejó, pero eso no es el fin. Tu puedes...
—No estoy para sermones. No quiero verte, ni a ti, ni a nadie. Dejame pudrirme en mi soledad.
Estaba vez si logró cerrarle la puerta. Se recargó en ella, mirando hacia el techo. El no quería ver a nadie... a menos que fuera Jimin.
—¡Dile! ¡Dile que lo amas Jungkook!
Sólo suspiró. Tal vez, si lo volviese a ver... Tal vez se lo diría.
•°•°•°•°•°•°•
El chico pelirosa poco a poco se recuperaba de su depresión; la rápida acción de su madre y su amigo le había ayudado mucho.
Ahora se encontraba saliendo de la escuela, camino a casa. Iba solo, puesto que Taehyung se había quedado en la biblioteca escolar. Se encontraba en la parada de su autobús, cuando un chico que creía conocer de un lado se le acercó.
—¡Hola! Soy Yugyeom, amigo de Jungkook... ¿me recuerdas?
—Yo... si
—Necesito que me hagas un favor, uno muy grande.
—¿Un favor? Depende, ¿qué favor?
Jimin no entendía, ¿qué quería ese chico de él?
—Es sobre Jungkook.
—No, yo no puedo.
Pudo divisar el autobús que tomaba habitualmente, él estaba por subirse.
—Por favor... No te lo pediría si no fuera realmente necesario. Ve a su casa, habla con él. Estoy seguro que tiene muchas cosas que decirte.
Subió a su autobús, pensando en lo que le había dicho el amigo de Jungkook.
A penas había avanzado dos cuadras cuando se bajó. Tomó un taxi, con dirección hacia casa del pelinegro.
Llegó a su casa y sintió un repentino miedo. No quería entrar, pero a la vez, le quería ver. Tocó la puerta.
Dentro, Jungkook no quería atender la puerta. Los toques fueron insistentes, así que, de mala gana, se puso de pie para atender. Quienquiera que fuera, le cerraría la puerta en la cara. Abrió, y no podía creerlo.
—Joder, debo dejar de inhalar esa mierda.
Jimin le dio una mirada confusa, mientras inclinaba su cabeza hacia un lado. "Hermoso", pensó Jungkook.
—¿Pu-puedo... pasar?
Jungkook se hizo a un lado, dándole espacio para entrar: el pelirosa miró alrededor. Era un completo chiquero; y ni hablar de Jungkook, la barba de unos días, el cabello desaliñado, ojeroso e incluso algo pálido. Y aún así, Jimin le encontraba perfecto.
El semblante de Jimin también lucía apagado. Vestía ropa muy diferente a la usual, de hecho ni siquiera había color pastel. Su cabello tampoco estaba perfecto: estaba despeinado, con unas ligeras ojeras, amortiguadas por el maquillaje. Y aún así, a Jungkook le parecía perfecto.
Era increíble como lograban ver la perfección hasta en sus más notorios defectos.
—Jungkook, ¿qué pasó aquí? —Jimin hablaba a susurros. No podía evitar recordar su última vez en ese lugar, ni la manera en que salió de allí. — Se ve terrible.
—La señora de la limpieza se fue. A mi no me gusta limpiar.
—Entiendo...
—Em, Jimin... ¿a qué veniste?
—Yo... yo n-no lo se.
Se miraron, sin decir nada. Ninguno de los dos sabía que decir, y donde las palabras faltaron... los besos sobraron.
Se besaron con necesidad, con cariño y hasta un poco de rabia. Sus labios no se separaban, sus lenguas exploraban la cavidad bucal del otro, demostrándose cuanto de habían extrañado de la única manera que pudieron. No querían lastimarse con palabras.
Cayeron al sofá, comenzando a deshacerse de sus ropas.
Pero Jimin reaccionó, estaba mandando a la mierda todas sus citas con el psiquiatra a la mierda. Ese muro de fuerza que se había construido le era inútil estando frente a Jungkook.
—No, Jungkook, no debemos.
Se separó, se puso de pie y tomó la chaqueta que nunca supo en que momento había tirado.
—Jimin, yo...
—No importa Jungkook. —Dijo garabateando en un papel— Toma. Este es el número del psicólogo al que acudí, aunque bueno, ahora estoy con psiquiatra. En serio, te serviría mucho ir. Tanto como a mi, espero.
—Jimin, tengo algo que...
—Jungkookie, no hay más que decir. Hay que dejar esto hasta aquí. Esto no es mas que una relación tóxica. Puro desgaste emocional.
Jungkook estaba desconcertado, no sabía que decir. Era demasiada información para procesar. ¿Jimin acudía al psiquiatra? ¿Qué le hacía pensar que Jungkook necesitaba ayuda?
—Bien, me voy. Fue un error haber venido tan pronto. Espero... espero que encuentres a alguien que te haga feliz. Vive tu vida, Jungkook, deja atrás todo lo que te lastime.
Le dio un abrazo y se fue.
¿Eso era lo último que le diría?
"Ni siquiera me dejó hablar", se dijo Jungkook así mismo.
"No me dejó decirle que lo amo. Que él... que él es mi felicidad."
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Color pastel 🌙 Kookmin
Fanfiction"A Jungkook le gusta que Jimin use colores pastel" 🌙Jimin bottom 🌙Jungkook top 🌙Capítulos cortos 🌙Lenguaje explicito 🌙Bella portada hecha por mintopic 💕 🌙Contenido homosexual; si no es de tu preferencia te puedes ir :)