—Y eso fue todo lo que dieron hoy. La profesora de historia no fue, como siempre.
—Okay. Muchas gracias cachetón.
—No me digas cachetón.
Apretujo mis mejillas y luego habló
—¿Cómo no decirte si tienes unos cachetes tan gigantes y tiernos?
—No me toques. —Dije quitando sus manos de mi cara.—Y no tengo cachetes "gigantes". Sólo flexibles.
De pronto se acercó más a mi rostro, más específicamente a mi oído.
—Me pregunto si tus piernas son igual de flexibles —Susurró.
Literalmente salté de mi silla. La cara me ardía y lo único que quería en ese momento era salir corriendo.
Pude oír como Jungkook se carcajeaba, y Dios, que risa más tierna. No, no, ¿que estoy diciendo? Me afectó levantarme tan rápido.
—Tranquilo Jiminnie, era sólo una broma. —Dijo calmando su risa.— Casi llegas hasta el espacio del brinco que diste.
Y de nuevo su estúpida risa. Linda y estúpida risa.
—No es divertido. Me voy.
Tomé mis cuadernos y comencé a guardar. Estaba en su casa a petición de su madre, pues no confiaba en que Jungkook iría a la mía —al parecer creía que se largaría a otro lado.— y no me pude negar a su petición. Es más, ni siquiera tuve oportunidad para negarme, mamá dijo que si de inmediato. Estaba entusiasmada con la idea de que Jungkook y yo compartiéramos tiempo. Por mi parte, yo estaba aterrado. El cara de conejo me ponía muy nervioso, y ciertamente pasar tiempo a solas con él no se me hacía una gran idea.
—¿A dónde vas? Está lloviendo y dudo que encuentres un taxi o bus sin empaparte.
—Cualquier lugar es mejor que estar contigo, creeme.
—Cuando conozcas mis habilidades en el sexo, sabrás que cualquier lugar es bueno para estar conmigo, lindura.
Y de nuevo me sonrojé.
—Primero, no seas idiota porque jamás me metería contigo. Segundo, no me llames lindura.
—Eso ya lo veremos, lindura.
—Que no me llames lindura.
—¿Prefieres que te diga cachetón?
—Mi nombre es Jimin. Así que...
—Chico pastel.
Su comentario me confundió, ¿el chico estaba drogado o algo así?
—¿Qué?
—Siempre usas colores pastel, así que ese será tu apodo.
—No me gustan los apodos. Y no siempre uso colores pastel.
—¿Qué usaste ayer?
—Una camisa azul pastel y un pantalón amarillo pastel.
—¿Y el fin de semana pasado?
—Una playera rosa pastel y un pantalón blanco...
—¿Y ya viste tu vestimenta de hoy?
Me miré y oh, efectivamente, usaba ropa color pastel.
—¡¿Dejame, si?! Me gustan mucho esos colores.
—No hay problema chico pastel, ya te he dicho que esos colores te van de maravilla.
Este es probablemente el sonrojo número 25 del día.
—G-gracias...
—Tan tierno.
Dijo a medida que se acercaba más a mi. Me tenía atrapado entre la mesa y él. Acarició lentamente mi mejilla, mientras miraba mis labios.
—¿Alguna vez te han robado un beso?
—No
Sonrió y, como la escena cliché de una película romántica, me besó.
De una manera tan lenta, como si quisiera guardar cada centímetro de mi boca en su memoria. Sus labios eran muy suaves, no voy a mentir. Nuestros labios danzaban juntos, sin prisa alguna.
Sin prisa alguna hasta que Jungkook metió su lengua en mi boca. El beso se volvió más rápido, más necesitado.
—Eres tan hermoso Jimin, no sabes cuanto.
—Jungkook, detente.
—¿Quieres que me detenga, corazón?
—S-si...
—Tus ojos me dicen que no...
Siguió besándome, adentrando sus manos en mi suéter.
—Eres perfecto.
—¿Lo soy? —Pregunté. Ya no era consciente de las palabras que salían de mi boca.
—Lo eres.
Seguimos besándonos, sin darme cuenta ya estaba sobre la mesa y abrazado al cuello de Jungkook. Y no fue hasta que sus manos intentaron quitar mi suéter que reaccioné.
Le di un pequeño empujón y me bajé de la mesa. Rápidamente terminé de guardar mis cosas, ante la mirada de Kook sobre mi.
—¿Qué ocurre, Jimin? —Dijo poniendo su mano en mi hombro.
—Nada, Jungkook. Nos vemos luego.
—Sigue lloviendo Park.
—No importa, tomaré un taxi.
—Al menos dejame llevarte.
—Gracias, pero me puedo ir sólo.
—Eres terco.
Caminé hacia la puerta, pero la voz del pelinegro me detuvo,
—Recuerda que tenemos una cita este domingo.
—Si.
Salí corriendo del lugar, no me importó que estuviera lloviendo. Corrí hasta llegar a la parada de los autobuses. Me senté en la banca y por un momento pensé en aventarme hacia los autos.
Soy un estúpido. Las palabras lindas que me dijo Jungkook casi hacen que cometa un error. No puedo creer que casi caigo en ese juego.
Pero es que lo decía de una manera tan preciosa... Que casi parecía verdad.
Fue como si me tuviese hipnotizado. Sus dulces palabras, sus caricias, y esa manera de besar no me dejaron pensar.
De cierta forma su tacto me hizo sentir... querido.
Se sintió tan bien besarlo y yo cada vez me aterraba más.
Ese chico iba a ser mi perdición.
Pero que estúpido es el humano, que tiene el peligro en las narices y no se da cuenta.
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Color pastel 🌙 Kookmin
Fanfic"A Jungkook le gusta que Jimin use colores pastel" 🌙Jimin bottom 🌙Jungkook top 🌙Capítulos cortos 🌙Lenguaje explicito 🌙Bella portada hecha por mintopic 💕 🌙Contenido homosexual; si no es de tu preferencia te puedes ir :)