Color pastel 🌙 Kookmin

IV

—Que bien, ya se conocían. Jamás pensé en que pudieran estar en la misma escuela.

Mi mamá y la mamá de Jungkook platicaban alegremente mientras yo pretendía sonreír, aún con la mirada de Jungkook sobre mi.

—Jiminnie, ¿por qué no llevas a Jungkook a dar una vuelta por Seúl? Para que conozca la ciudad.

Oh, pero que gran idea mamá. Si quieres también puedes asesinarme.

—Eh, no se si Jungkook quiera...

—Por supuesto. —Sonrió ampliamente— Tengo muchas ganas de conocer Seúl.

— ¿Lo ves? Anda, vayan. Sirve que se conocen mejor.

Y heme aquí, con un idiota guapísimo a mi lado.

— Jimin, ¿puedo hacerte una pregunta?

—No.

—Eres tan tierno. No me importa, te haré mi pregunta. ¿Por qué lloraste hace un rato?

—No te incumbe.

—Si me incumbe, casi lloraste frente a mi.

—Son tonterías mías.—Susurré.—Es sólo que eres tan estúpido como mi ex.

Jungkook rió.

—No lo creo. Suelo ser más estúpido que un estúpido promedio.

Su comentario me hizo reír, y mucho.

—Tienes una risa hermosa.

Lo miré y bueno, algo me dijo que no era tan mala persona.

Eso hasta que casi me roba un beso.

—Si crees que tus tacticas de fuckboy te van a funcionar conmigo, estás muy equivocado.—Dije poniéndome de pie.

De nuevo, Jungkook rió con ganas.

—Yo no soy ningún fuckboy, Jimin.

—¡Me acabas de conocer hoy y ya intentaste besarme! ¡Es más, ni siquiera sabes si soy gay o no!

—Primero que nada, a metros puedo notar que eres gay. Segundo, si, te he intentado besar, ¿cuál es el problema? Estás soltero, yo igual. Además, no es la primera ves que nos vemos.

Entonces, después de todo, no estaba tan loco. Si lo había visto en otro lado.

—Está mañana mamá me recordó que tu.—Me apuntó. —Rompiste mi jueguetito de Iron Man.

Un pequeño recuerdo vino a mi mente.

—No era mi intención.

—¡Niño cachetón! ¡Has roto mi Iron Man!

—¡Yo no estoy cachetón, niño conejo! —Dijo casi llorando.—¡Mamá ese niño me llamo cachetón!

—¿Eres el niño conejo?

—Así es, cachetón.

—Joder no me llames así, odio ese sobrenombre.

—Al parecer sigues siendo igual de llorón.

Ambos estábamos de pie, mirando el cielo estrellado.

—Tal vez estoy siendo muy apresurado.—Me dijo sonriente— Pero no mentí cuando dije que tenías uns hermosa risa.

—Gracias. Pero aún así, no te besaré.

—¿Sabes? Dicen por ahí que más rápido cae un hablador que un cojo. Ten mucho cuidado al caer, cachetoncito.

Jungkook empezó a caminar. Hacia el lado contrario, cabe señalar.

—Es por el otro lado, idiota.

—Ya lo se. —Se detuvo un momento, dándome la espalda.— Pero tengo que bajarme el calentón que me dejaron tus pantalones ajustados— Suspiró. —Por cierto, el color pastel te sienta muy bien.

Siguió caminando y no pude identificar si lo que dijo fue una broma o no.

Miré como se iba, y no pude evitar observar sus piernas y su trasero.

¿Qué jodidos me está pasando?