Estaba soñando, por alguna extraña razón me encontraba en mi antigua habitación, estaba tal cual la recordaba, eso me hacia recordar bastantes cosas, todas ellas relacionadas a mi abuela, agite mi cabeza para despejar esos pensamientos de mi mente y trate de salir pero al girarme la vi sentada en su mecedora, mis ojos empezaron a humedecerse, corrí a sus brazos y la abrace, esa sensación era tan real que me hacia dudar si de verdad era un sueño, pero no me separaría de ella.
Mi abuela me separo un poco, me miro a los ojos y me regalo la mejor sonrisa, hace bastante que la necesitaba y decidí romper el silencio.
-Abuela, no sabes cuanta falta me haz hecho, he llorado sola, he estado sola desde que te marchaste, por favor llévame contigo, ellos no me quieren, yo solo deseo ya no verlos jamás- me refugie de nuevo en sus brazos.
-Perdóname mi niña, mi intención no era esa, me duele verte mal pero el tiempo jamas estuvo a mi favor- sentí sus manos tomar mi cara delicadamente, obligándome a alzar la mirada.
-Si entiendo que no era tu intención- sostuve su mirada mostrando le mi mejor sonrisa.
-Pero las cosas tal vez tenían que pasar así, solo en esta situación podría mostrarte lo que tienes que saber- mi sonrisa se desvaneció.
-¿Qué debo saber, que no pudiste decirme en vida?- mi abuela bajo su mirada- Respondeme abuela- alce un poco mi voz.
- La verdad mi niña, solo la verdad- su voz había sido casi un susurro.
-¿Cuál verdad abuela?- la mire esperando una respuesta.
-Sobre tu madre, ella no es lo que crees...- la interrumpí.
-Ese apelativo jamás la describirá abuela, tu sabes muy bien que ella no quiere a nadie mas que así misma, esa cínica nunca deseo tenerme- me levante abrupta mente de su regazo.
-Mi pequeña escúchame, ella solo...- volví a interrumpirla.
-¿En verdad la defenderás? ¿Es enserio? dudo mucho que tenga sentimientos, que en verdad llego a sentir amor por alguien, no derramo ni una sola lagrima por ti abuela ¿Dime que es lo que ella era? ¿Dime lo que no te atreviste a contarme? - estaba dándole la espalda, no quería ver en ella el amor que sentía por esa señora.
-Mi pequeña, se que todo lo que dices es verdad, yo jamas pude decirlo en voz alta porque se que algo tengo de culpa, jamás debí fijarme en tu abuelo- volté a verla.
-¡No puedo creer que me digas eso! Abuela reacciona, el amor que se tenían era puro y dudo que no se hubieran unido sus corazones, tú y él se hubieran encontrado aunque no lo quisieras- mi abuela solo bajo la mirada.
-Siempre lo querré, él era un gran hombre, pero no fue el primero en mi corazón- me deje caer de rodillas ante ese revelación.
-¿Entonces el no es mi abuelo?- lagrimas de rabia se asomaban por mis ojos.
-No mi niña, pero todo es difícil de explicar, no hable en vida para no perturbarte, te amo tanto que me duele verte así, por eso es mejor que lo veas y juzgues a tu criterio- respire hondo levantándome del suelo.
-¿Qué veré?- susurre.
-La historia de lo que hizo que tu madre sea así- me enfurecí al escuchar como la llamaba.
-¡Ella jamás será mi madre!- grite.
-Lo se amor, perdona, tengo en cuenta el dolor que te a provocado- me sentí mal de haber explotado.
-No abuela, perdóname- me acerque de nuevo a ella.
-¿Aceptaras ver todo el pasado?- mire atentamente a mi abuela.
-Lo haré, solo por ti abuela, para que descases en paz- la abrace.
-Esta bien mi pequeña, te acompañare en todo y hasta que no termine de mostrarte todo podre descansar como es debido- la abrace aún mas fuerte.
-Es hora de que despiertes, regresare cada noche, te amo mi nieta querida- sentí como todo se desvanecía.
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Mentiras Azules
Teen FictionYael una chica que no sabe que hacer. Hazael un chico que no tiene a nadie y su final es inminente. Unas vidas unidas por la amistad. Pero nada es lo que parece.