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Me desperté con gotas de sudor en mi frente, me costaba respirar, básicamente mi cuerpo estaba tratando de asimilar lo que sucedió en mi sueño.

Por alguna extraña razón no quería volver a dormir, estar sola aquí me daba miedo y no pretendía quedarme, así que me levante de la cama, salí de mi habitación, afortunadamente estaban haciendo el cambio de enfermeras y aprovechando eso salí corriendo.

Entre a su habitación, mi respiración ajetreada lo despertó, vi como habría sus ojos, solo me quede parada tratando de recuperar el aire, él aun mas desconcertado se sentó, solo supe hacer lo que mi subconsciente necesitaba, me lance a su lado y lo abrace como jamas lo había hecho, él tardo un poco en devolverme el gesto pero al final los dos nos fundíamos eramos uno mismo, aunque me separe abrupta mente de él, no quería que esto le diera una perspectiva diferente a lo que en verdad era, solo tenia miedo y quería que alguien me rescatara, así que inicie con aclararlo.

-Hazael yo...- él me interrumpió.

-No digas nada Yael, lo entiendo- lo mire confundida.

-No, no lo entiendes, no es lo que tu crees- retuve su mirada.

-Lo se, yo entiendo, tienes miedo- solo sentí como mis ojos se abrían como platos.

-¿Cómo lo sabes?- susurre.

-Es lo que me transmitiste, es lo que yo a diario experimento en cada quimo, en cada despertar y al dormir...- lo interrumpí.

-No debes de tener miedo Hazael, sabes que tu estarás bien, mas bien estaremos bien- le sonreí.

-No es verdad y tú lo sabes, vivimos en un hospital, jamas salimos como personas normales, esto no es vivir- comenzaron a salirnos lagrimas.

-Si estaremos bien, porque saldremos de esto lo veras- el negaba con la cabeza.

-No y lo sabes- bajo su mirada.

-Si, la amistad que te tengo es sincera y te prometo que saldremos de aquí- alzo su mirada y me miro a los ojos.

-¿Me lo prometes?-  sonreí.

-Claro, saldremos de aquí y planearemos muchas locuras- él se removió incomodo.

-No me refería a eso...- hice una mueca.

-¿Entonces?- me retorcí las manos.

-¿Me prometes seguir siendo mi amiga?- lo volví a abrazar.

-Si, te lo prometo, seguiré siendo tu amiga siempre y yo jamas rompo mis promesas- nos quedamos en silencio un rato.

-Bueno ya basta de sentimentalismos, ¿A que se debe tu grata sorpresa?-recordé de nuevo el sueño.

-Es mas una pesadilla o intento de sueño, mejor mañana te cuento bien- le guiñe un ojo.

-Fingiré que te entendí, entonces ¿Te quedaras aquí?- me sonrió.

-Si, claro si no tienes problema de compartir tu cama conmigo-  me cruce de brazos aguantando las ganas de reírme.

-Por mi no es ningún problema, ademas es mejor que ya descansemos- asentí y nos acomodamos para dormir.

(...)

Unas voces me hicieron abrir mis ojos, estaba abrazada a Hazael, me separe rápidamente de él, me alarme aun mas al escuchar pisadas a fuera de la habitación, me baje de la cama y me metí debajo justo a tiempo porque después entro una enfermera con una bandeja de comida.

Me quede quieta hasta que la enfermera se fue, él se bajo de la cama y me vio salir de mi escondite, le sonreí, le di un beso en la mejilla y salí corriendo de la habitación, debía de llegar a la mía antes de que alguien notara mi desaparición.

Mentiras AzulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora