Complicaciones

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Corrí lo mas rápido que me permitían mis pies, a decir verdad ya estoy harta de huir, de ser yo quien tenga que correr. En todos los ámbitos me sucede.

 ¿A caso no puedo estar bien con alguien?.

Estaba tan metida en mis cavilaciones que choque con una señora de la tercera edad que iba hacia la salida, caímos fuertemente pero me apresure a levantarme para ayudarla. Tome de su mano y tire hacia arriba para dejarla en pie.

-Discúlpeme en verdad no era mi intención ...-no me dejo terminar.

-No tranquila querida esto suele pasar hasta en los hospitales- las dos reímos de aquel pequeño chascarrillo.

-¿No la lastime, verdad?- la mire inspeccionando cualquier rastro de lesión.

-Mira no debes preocuparte por mi, algo debió hacerte que fueras tan apresurada ¿Todo bien?-me dedico aquella mirada que solía regalarme mi abuela a diario.

-No...del todo pero no es nada ¿No la estoy retrasando?...vi que iba a la salida- sonrió.

-No me retrasas, mejor vayamos a sentarnos en aquella banca y hablemos un rato ¿Qué decís?-al principio dude en aceptar aunque nadie mas iba a pedir que le contara mis problemas así que termine aceptando la propuesta. Fuimos directamente a la banca que menciono, nos sentamos y sencillamente me pregunto.

-¿Qué sucede pequeña? ¿A caso acabas de recibir una mala noticia?- recordé ese instante en que había mencionado "...hay bastantes cosas en juego..." al parecer mi expresión cambio porque enseguida me regalo una mirada esperando mi respuesta a la segunda pregunta.

-Si fue una mala noticia pero en si no se porque me sorprendo si en un principio yo lo alejaba de mi...no se ni si quiera que hice para merecerlo como amigo desde un principio- me encogí de hombros.

- Ah...ya vi lo que sucede. ¿Cómo se llama el muchacho?-lo soltó sin ningún tapujo.

-Hazael, es maravilloso pero a veces siento que me esconde muchas cosas de su vida mientras yo soy como un libro abierto para él- sencillamente empezó a reírse.

-A tú edad es difícil comprender que el amor es algo loco e inesperado, tal vez él aun tenga miedo pero tú que ya estas segura solo tienes una tarea y es esperarlo a que decida lo que en verdad quiere porque si lo fuerzas nada saldrá bien. Mira se lo que te digo cariño, yo ya estoy grande y se que puede que no creas en nada de lo que te diga pero a mi edad de nada sirve mentir ya tengo 70 años y los achaques cada vez me acaban mas aunque eso es otro tema, solo se tú misma ademas que mas da si no te acepta en las puertas de su corazón se ve por la forma en que hablas que lo quieres y si es verdad aquel sentimiento sigan siendo amigos se que puede sonar a disparate pero solo digo que esperes y te des una oportunidad- soltó un cálido suspiro.

-Lo se...se que tiene razón a veces siento que vive en un pasado en el cual no deja entrar a nadie mas  que así mismo. No me permite que le ayude ni que sepa absolutamente nada. Estoy harta- no supe en que momento levante un poco la voz, ahora todos dirigían su mirada hacia nosotras.

-Solo puedo darte este consejo espero se lo des de mi parte a Hazael se que lo podrá valorar.   "El mayor error de las personas es cerrarle las puertas al presente pensando en un pasado que no tenia futuro". Dile que no se cierre al presente porque el presente jamas vuelve y debe vivir lo al máximo y aun mas si se conocieron aquí supongo la vida para las personas que están aquí no es tan larga, el tiempo jamas vuelve-esas palabras habían penetrado tanto en mi que las guarde, debía decir celas a Hazael de inmediato.

-Oiga en verdad muchísimas gracias- me apresura a darle un cálido abrazo- Espero verla pronto- se despego de mi para verme a los ojos.

-Ya no regresare aquí pequeña, mi hija era lo único que retenía aquí pero ya no hay nada que hacer, tenia un tumor y al parecer la operación para extirparlo se complico ...- No se en verdad como la gente puede ser tan fuerte, me ayudo a pesar de lo mal que estaba.

-¡Oh! de verdad siento que sucediera eso- en sus ojos habían unas pequeñas lagrimas que advertían salir.

-Oh tranquila, mejor apresúrate a verle y no olvides darle mi consejo- me dio un pequeño beso en la frente y salí disparada a su habitación.

Camine al llegar cerca de su habitación, no se veía ni la sombra de las enfermeras que a esa hora siempre andaban amenazantes por los pasillos.

Llegue inspire hondo antes de abrir la puerta, debía acomodar a todas mis hormonas y pensamientos en un lugar seguro no quería alterarme y mucho menos confundirlo mas de lo que ya estaba pero al entrar me sorprendí aun mas de ver que no había nadie en su lugar había un desastre de cama y me alarme salí despedida hacia la sala de quimioterapias pero tampoco estaba ahí, me apresure a ir a donde menos quería ir, a la sala de quirofanos, en cuanto entre observe como llevaban a Hazael en una camilla se veía demasiado mal y estaba listo para entrar a una operación.

Entre tímidamente ya que en la sala estaban personas que supuse eran familiares de él pero de los cuales jamas había oído hablar, me senté alejada de ellos y comencé a llorar porque no quería perderle no de esta manera y mucho menos al haberlo dejado atrás del hospital hace rato, al menos debía darme la oportunidad de disculparme.

Poco a poco las horas transcurrieron sin ninguna noticia, la noche cayo llena de dudas para mi aun no sabia porque lo estaban operando y mucho menos cuanto mas duraría aquella angustia pero mientras pensaba en todas esas posibilidades me fui quedando dormida.






Mentiras AzulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora