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Duele... despertarme duele, siento como si me hubieran aplastado con un trailer cargado de piedras, poco a poco logro abrir mis ojos para verlo sentado observándome fijamente, tenia unas marcadas ojeras debajo de esos característicos ojos que siempre lograban captar mi atención, parpadeé varias veces para adaptarme a la luz del cuarto, al ver que no iniciaría la conversación opte por  hablar yo.

-¿Sabes algo?...volví a soñar algo relacionado a la cínica...-me quede callada viendo su reacción.

-¡¿Es enserio?! estas bromeando ...¿Verdad?... no puedes estarte preocupando por eso Yael, me haz visto he estado muy preocupado por ti- no sabia a que se refería.

-¿Qué tiene de malo? parece que no recuerdas que sueño cosas y que a veces yo he ido a tú habitación no le veo algo de malo que vinieras a verme - empezó a reírse en verdad a carcajearse de mi. 

-¿Qué demonios te sucede?- trate de sonar seria pero no podía hacerlo oyéndolo reír.

-Es que tú y tu estupendo sentido del humor me harán morir un día de estos pero...¿Me estas diciendo que no recuerdas nada? ¿Absolutamente nada de lo que te paso?- lo mire fijamente esperando a que me dijera algo pero al parecer esperaba mi respuesta.

-En verdad no recuerdo nada ¿Algo malo sucedió? - me toque la cabeza la traía vendada, tenia conectado un suero en mi brazo y me alarme- ¿Qué me sucedió Hazael? ¡Dímelo!- me sonrió.

-Tan solo que tú mala suerte volvió a hacer de las suyas contigo, después de que te deje regresaste corriendo al cuarto pero caíste con algo provocando que te cayeras y te golpearas fuertemente con la esquina de la puerta, yo que iba a tu cuarto a pedirte disculpas por haberme ido así te vi tirada perdiendo demasiada sangre...enloquecí ¿Sabes que se siente ver que se desangra la persona a la que quieres?...- se quedo callado, un momento ¡Estaba sonrojado! nunca lo había visto de esa manera.

-¿No me digas que te sonrojaste por entrar a las cámaras para verme caer? porque si no es eso no entendería como supiste que caí y me golpeé en la cabeza ¿Oh cuál es su explicación esta vez señorito Hazael?-no supe en que momento me había sentado pero ahora estaba a centímetros de su cara.

-No puede ser señorita Yael, le acabo de mencionar por primera vez que la quiero y te fijas en los detalles de como me entere de tú caída- se volvió a reír pero esta vez era una risa nerviosa.

- Es que no lo se...yo no se que decirte...- empezaba a dejarme sin palabras y eso no era una buena señal.

-Wooow...ahora tú y yo debemos hacer algo alocado, tengo que salir de aquí contigo te mereces una buena cita- ni si quiera me dejo asimilarlo, me tomo del brazo y me saco de mi asiento, obvio lo mataría por haberme dejado destrozada mi vena al jalarme sin quitarme antes el suero.

Íbamos demasiado rápido y aun no comprendo como ninguna enfermera nos paro seguimos hasta salir del hospital era de noche, el viento era fresco, fuimos atrás del hospital todo me daba vueltas mientras mi cabeza me retumbaba a cada paso que daba.

De pronto paro justo enfrente de una pared de una de las alas del hospital, iba a decirle algo así como "¿Qué se supone que harás para traspasar una pared?" o "¿Escalaremos la pared?" pero me dijo al oído.

-Desde hace bastante quería hacer esto contigo pero no me atrevía a hacerlo porque no sabía como reaccionarias, ahorita tan solo siéntate y observa- me deje llevar tome asiento y a mis ojos se veía el mejor paisaje que jamas pude haber pedido, estaba amaneciendo el Sol se alzaba lentamente entre los edificios alumbraba cada espacio poco a poco, volteé a mirarlo estaba sonriente mirando cada detalle me grabe su sonrisa y su mirada que era la mas brillante que jamas le había visto, sin este era el momento mas hermoso que había pasado a su lado.

Así nos mantuvimos dejando que el amanecer nos cubriera en su regazo, duro unos cuantos minutos y al terminar me gire para verlo de frente.

-¿Por qué ?- su expresión era de confusión.

-¿A que te refieres?- sonreí.

-Sabes a que me refiero...no entiendo- se empezó a reír.

-No hay nada que entender, se que esto estuvo demasiado lejos de una cita normal, pero tú eres diferente sabia que te gustaría y tengo la sensación de que comienzo a quererte como algo mas pero tengo demasiado en juego y no quiero lastimarte Yael- esto no me estaba gustando nada.

-¿Qué hay en juego Hazael? no comprendo...- su semblante cambio.

-No puedo decirte nada mas... pensé que seria mas sencillo- me levante rápidamente.

-Eres increíble, no se casi nada de ti, no se mas lo que quieres darme a entender y tú eres el que tiene cosas en juego ¡Estas entendiendo mi punto! no puedo creer que me estés diciendo esto Hazael, Tengo miedo de confiar y abro mi corazón y me deshechas, esa vez que te abrace en tú habitación aquella vez que tenia demasiado miedo te quise aclarar que no podíamos ser nada mas, intente que esto quedara en una amistad para evitar que me latinaras o que yo te lastimara pero tú me enamoraste cada vez mas ...pero ¡Estoy harta de huir de ti! ... pero tal vez estés nervioso o quieras pensarlo. Hablamos después y por favor no me sigas- corrí no sabia hacia donde pero solo corría dejándolo atrás.



Mentiras AzulesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora