El primer amor

Emociones

Los personajes no me pertenecen, creditos a Kouhei Horikoshi.

Este fic está dedicado especialmente a Ann Kageyama por su cumpleaños atrasado y a Neyri por su cumple adelantado, súper adelantado. También a mi linda Parabatai Ale por apoyarme en mis locas ideas de fics XDD

-w-

Después de compartir ese agradable fin de semana con la familia Midoriya, se puso a estudiar fuertemente, pero la soledad seguía haciendo una herida en su corazón que lentamente lo estaba matando.

Odiaba esa casa donde su padre incluso lo mandaba directo a la cama con una fiebre de muerte a causa del fuerte entrenamiento físico y mental, al principio no era tan malo su madre lo cuidaba con cariño y dedicación, pero después de esa trágica noche había tenido que aprender a sobrevivir por su cuenta y cuando su padre saco a sus hermanos y hermana todo empeoro.

Sus hermanos todos los días le enviaban mensajes de texto o lo llamaban para saber cómo había estado y de vez en cuando iban a visitarlo y le dejaban algunos alimentos o platos ya cocinados, los extrañaba, no podía negarlo, los quería más de lo que su padre llego a imaginarse.

Pero ahora se sentía acompañado por un sonriente sensei que sacaba sus nervios con tanta facilidad que sentía que lo mataría, pero él era como una brisa fresca de aire con un sol radiante en su abandonada vida, las clases eran divertidas y tenía una maldita facilidad para explicar todas las materias que de verdad lo dejaba impresionado.

Así que estudiar ya no era tan fatigante y estaba dando lo mejor de sí para recuperar las notas perdidas y así recuperar su puesto en el ranquin de la academia.

El celular empezó a sonar interrumpiendo sus pensamientos, y sin ver quien lo llamaba contesto.

—¿Si diga? – estaba concentrado en el texto de inglés –

—Todoroki Shouto sama – la voz no le era familiar así que de inmediato dejo sus deberes para prestar atención - Habla la enfermera Asakura, llamo en nombre de su madre.

De inmediato quedo de pie, su mano en el pecho temblaba se sentía desfallecer, llevaba años sin saber de ella y jamás ni en sus más locas pesadillas llego a pensar que lo llamarían de ese lugar.

—De que se trata – trato de regularizar su voz y sonar lo más serio posible –

—El día de ayer en la terapia ella lo llamo insistentemente – la mujer hablaba tranquilamente y con un tono de felicidad – Dice que desea verlo, así que me gustaría saber si puede pasar.

—Estoy en semana de exámenes – debía ser diplomático con la mujer y con sus sentimientos – Cuando tenga tiempo iré.

—Se lo agradezco – respondió amablemente – Lo estaremos esperando.

La llamada se cortó y él pensó que su corazón se iba a salir de su pecho, latía con fuerza por todos los sentimientos encontrados que estaba teniendo en ese momento, amor, esperanza, confianza, traición, dolor, odio y sobre todo abandono; sus lágrimas empezaron a caer, se sentía igual de débil que en su infancia, siendo resguardado en unos brazos que él ya había olvidado como se sentían.

Despertó al lado de su cama, no recordaba en qué momento se había quedado dormido, pero sentía sus ojos inflamados y su cuerpo pesado, algo dentro de él estaba vacío, pero dejaría que esa sensación pasara sola, así que se concentró en toda la información que tenía en su cabeza para así recuperar las notas.

Se alisto y salió con la idea de olvidar aquella llamada, no quería verse en el espejo porque sabía que ahí vería la angustia que sintió la noche anterior. Odiaba tomar el tren, pero según su padre era una falta de respeto que el usara una bicicleta, aun así, tenía que aguantar el calor de otras personas en la hora pico.