Keep Me Away (Henjei fanfic)

El discurso

Pude ver que Tarjei estaba tramando algo, y no muy bueno, desde el momento en el que se subió al estrado y comenzó a observar a toda la gente que estaba congregada en los asientos de los que disponía el salón de actos, mientras tragaba saliva, algo nervioso

Supongo que años de amistad eran los que me permitían saber cuándo estaba a punto de cometer una locura, como era ese caso

Sin embargo, ya no había nada que yo pudiera hacer, por lo que me acomodé más en mi asiento rezando porque aquello no fuera tan terrible como esperaba

Quizás debí haberle obligado a enseñarme el discurso, quizás debí haberme metido en su habitación cuando estaba entrenando y leerlo sin su permiso, pues, a decir verdad, desde el momento en el que se negó a enseñármelo supe que estaba tramando algo no muy bueno.

Ya que, si se tratara de un simple y aburrido discurso, ¿qué problema tendría en enseñármelo?

Supongo que me mentí a mí mismo asegurándome que no me lo enseñaba porque tenía miedo a no saber redactar bien o algo por el estilo. Ahora que lo pensaba, resultaba hasta gracioso el cómo las personas se mentían a sí mismas solo para no ver una realidad que no querían aceptar

Pero quizás, y solo quizás, si le hubiera detenido cuando pude, me hubiera perdido toda la diversión

- Buenas tardes y muchas gracias por asistir a nuestra graduación – dijo con una sonrisa de oreja a oreja, que solo hizo que me preocupara aún más. Llevaba sin sonreír así desde que Henrik se fue. Un aplauso siguió a dichas palabras, ante lo que su sonrisa se hizo incluso más grande – Como ya saben, la mayor de nosotros llevamos numerosos años en esta maravillosa institución. Aquí hemos aprendido muchas cosas, tanto académicas como lecciones que nos ayudarán en los días posteriores a nuestra partida. Hemos aprendido a convivir los unos con los otros, hemos aprendido a trabajar en equipo, turnándonos para ir a comprar o para hacer la comida. También hemos aprendido a acostumbrarnos a ver todos los días a determinadas personas, independientemente de que nos cayeran bien o mal – Tras eso hizo una pequeña pausa, en la que aprovechó para tragar saliva – Hemos aprendido a ser compañeros, amigos e incluso hermanos de determinadas personas – Esa última parte la dijo mirándome, lo que hizo que le sonriera con afecto – Hemos estado en distintos equipos, equipos que no solo te apoyaban durante los entrenamientos o los partidos, sino también fuera de estos, cuando creías que el mundo a tu alrededor se estaba desmoronando y necesitabas apoyo, los componentes de tu equipo, así como tus amigos, e incluso algunos compañeros, estaban ahí para ayudarte.

<< También hemos aprendido a madurar – dijo mirando durante algunos segundos a su padre, sentado en la fila que estaba a la izquierda de las escaleras – He de decir perdón a todos esos profesores que tuvieron que aguantar mis perretas de niño chico durante todos estos años, sinceramente, si yo hubiera sido alguno de ustedes ya me habría asesinado – dijo ante lo que varios profesores rieron con suavidad – Creo que esa ha sido la peor parte. Madurar. Saber que ya no eres un niño pequeño al que sus padres han de solucionar los problemas – juraría que esa frase había una pequeña indirecta hacia su padre, por haberle apartado de Henrik – saber que pasas a tener una serie de responsabilidades, saber que tienes que empezar a hacerte cargo de tu vida, porque eres el único capaz de cambiarla.>>

Muchos de mis compañeros de clase comenzaron a aplaudir al escuchar esa parte del discurso, a los que decidí unirme. Sin embargo, sabía que todavía la parte "importante", por denominarla de alguna manera, no había llegado. Dudaba mucho que se hubiera tomado tantas molestias solo para decir esa pequeña y ligera indirecta, así como el resto de palabras, que habían sido totalmente normales