Juegas con la bestia

Capítulo 1

-Soy el único que puedo vencerme...

Con esa frase una parte de mi murió, del que crei era mi alpha simplemente me dio la espalda, el no me necesitaba y con ello solo dio por terminada nuestra amistad, nuestro juego en equipo y nuestra relación, lo único que podría hacer con el corazón roto era desaparecer.

Retomemos todo lo que me ha pasado hasta el momento para entender mejor el porque de mis decisiones.

Hace tres años entre a la secundaria Teiko, me encantaba el basketball y lo intente mucho pero no parecía progresar, tal vez no era para mi, es lo que pensé en ese entonces... Pero llegó alguien muy inesperado a mi vida.

Aomine Daiki... uno de los jugadores titulares del equipo, daba una impresión de superioridad enorme, era un alpha definitivamente y aún así terminamos siendo amigos, practicabamos en las tardes y regresabamos a casa  juntos.

Eso fue hasta que Akashi me encontró, el capitán del equipo... me ofreció lo que creo imposible, una forma de entrar al equipo titular.

La única condición que me puso es que tenía que permanecer en las sombras, no destacar ante nadie y olvidarme de expresar los sentimientos... observar era mi único objetivo y encontar una luz.

Ese fue el detonante que me acerco aún más a Aomine, se convirtió en mi luz y yo en su sombras, éramos inseparables.

En aquel entonces todavía nadie había experimentado su primer celo pero todos ya sabíamos a que generó perteneciamos. Alpha, Beta y omega, era la jerarquía del mundo.

Los Alpha son los que están en la cima de los tres géneros. El alpha, sea varón o mujer, tiene la capacidad de fecundar a un omega macho o hembra, debido a que cuentan con órganos sexuales masculinos.

En cuanto a características, los alfa son fuertes y grandes, Poseen un gran instinto de protección, desean proveer y ser el cabeza de la familia. Son territoriales, tres de sus sentidos (olfato, oído y vista) están muy desarrollados.

Los Beta, básicamente los beta son igual a los humanos comunes. Sus olores son los olores normales de los humanos, que ellos mismos apenas pueden distinguir, ya que son suaves y poco notorios en comparación con los olores de los omega o de los alfa.

Tienen la libre elección de formar una relación con cualquiera de los tres géneros, claro que procrear es más fácil entre dos beta que entre un beta y un alfa, o que en una pareja de beta y omega, no es imposible, pero si difícil. Así como que nadie establece que dos padres beta no pueda salir un descendiente omega o alfa. La condición de los padres no influye sobre la de los hijos, además que no se sabe el género de estos hasta que alcanzan la pubertad.

Los Omega, tanto varones como hembras, poseen aparatos reproductores femeninos, y son perfectamente capaces de concebir siempre y cuando sean fecundados por un alfa y rara vez un beta.

Sin embargo, los omega tienen una característica muy importante que son los celos que ocurren cada tres meses y dura tres días aproximadamente en los que sus niveles hormonales se disparan y se ven firmemente necesitados de buscar un alfa para "aparearse" con él. Ahí es cuando el lado Omega se libera, necesitan del apareamiento y sus feromonas informan de esto a los alfa o beta cercanos, también es aquí donde su fertilidad aumenta.

Los omega, al igual que los alfa, desprenden un olor muy característico que los permite identificarse entre sí, debido a las feromonas que expulsan. Es durante la época del celo donde estas aumentan de tal manera que el alfa es capaz de notar el celo en ellos. Al igual que los alfa, también expresan emociones con su olor.

Los omega segregan su propio lubricante, esto sirve para que no sientan una gran magnitud de dolor cuando son penetrados o el nudo del alfa se expande en su interior, aunque también es una zona muy erógena, que reacciona al más mínimo estímulo.

Era información vital en nuestro día a día, pero lo curioso de ello es que los cambia formas habían empezado a resonar entre la gente, era un mito pero las familias de alto prestigio ocultaban secretos.

Las familias de alphas puros de japon se encontraban en Teiko, el único omega puro era yo y lo oculte porque no quería ser tratado como tal... Solo un omega para procrear.

En total éramos 6 familias de "puros" y un secreto circulaba por nuestras familias... éramos cambia formas, cada familia representaba a un animal como a un dios de la época antigua.

Zorro, Cuervo, Lobo, Serpiente y Dragon... las 5 familias de alphas... yo ocultaba mi existencia propia como cambia formas porque sabía a quien sería entregado sin siquiera preguntar... aúnque termine enamorado de el, yo era irrelevante para su vida.

Después de todo... un lazo entre alpha y omega era una unión de por vida, entre nosotros los cambia formas era algo con mayor significado del que ya tenía, nuestra especie es dependiente del otro... y cuando se unen se dice que sólo ellos comprenderán que pasa con el otro aunque ninguno hable, es una coneccion tan grande que nadie a podido explicarla y pensé a ver encontrado a esa persona... a mi destinado.

Me equivoque...

-Hey Kurokocchi...-escuche mi nombre.

-Mmh?

- Dentro de unos días será nuestro último partido... Es emocionante No?

Ese era Kise, el representaba al Zorro... tenía una actitud alegre e hiperactiva, aparte de ser un jugador titular de basketball es modelo, la visa perfecta de un alpha.

-Mmh...

- Que sucede?- cambio de ánimo enseguida.

El era el segundo más cercano a mi, nos hicimos cercanos después de que Akashi lo mandara a su primer partido oficial conmigo, parece ser que atrage su atención y no me molestaba su presencia pero a veces era muy empalagoso.

Sentí sus brazos rodearme y dejar su aroma en todo mi cuerpo, era algo que suelen hacer los alphas marcando territorio o reconfortando al omega, aunque me molestaba en este momento sentia que lo necesitaba.

-Kise... te gusta el basketball?

-Ah? Pues si... supongo...

- Que te gusta de el?

-Mmmh cuando ganamos...

- No crees que falta algo?

-Enserio? No en realidad....

-Ya veo...

Definitivamente, cuando acabe el último partido de secundaria, yo desaparecere.