© photographer; jjk [book #2]

prólogo

Narradora 

Cuatro años habían transcurrido desde la última vez que JungKook y Suni se habían visto, pero la vida de JungKook no había cambiado en lo absoluto desde el día en que tuvo que dejar ir a su amada, era demasiado lamentable. Vivía atrapado en una aburrida, deprimente y para nada saludable rutina, una que poco a poco acababa con su salud física y mental. Durante meses se vio atrapado entre cuatro paredes, mujeres, música a alto volumen y alcohol en exceso. Fueron los peores meses de toda su vida, jamás había tenido tantos deseos de autodestruirse como en aquellos días, cuando despertaba, solo conseguía sentirse más miserable.

Constantemente pensaba en contactar a Suni, en enviar algún mensaje de texto y preguntarle como la estaba pasando desde que habían terminado, esperando que respondiera algo bueno, pero sentía miedo, si ella le decía que se sentía miserable, ¿Qué podía hacer? Ya no podía odiarse más por haberla lastimado, disculparse y rogar su perdón era algo que solo lo haría sentir peor. Aún así, quería escuchar su voz, anhelaba hacerlo, pero en cuanto tomaba su teléfono, sus manos temblaban y comenzaba a sobre pensar todo. 

Ella no quiere saber de ti, déjala en paz. No mereces su perdón. Debe odiarte.

JungKook estaba haciéndose mierda solo imaginándose a Suni decirle que lo odiaba, que deseaba que nunca se hubiesen conocido. Fueron meses difíciles para él y TaeHyung, quién en una pelea que habían tenido durante aquellos días le rogó que viviera su duelo de formas no destructivas, JungKook no sólo llevó a la ruina su propia vida sino también su buena relación con TaeHyung, quién se desgastó durante tanto tiempo para cuidar y ayudar a sanar a su querido amigo, aunque no estuviera seguro en que debía hacerlo o que fuera lo mejor para él o JungKook.

Le parecía demasiado egoísta el solo pensar en el bienestar de Suni y no en el suyo, pero no podía evitarlo, y tampoco estaba seguro de querer hacerlo. 

Estaba observando detenidamente la botella de soju* en sus manos, entonces le vino a la mente las últimas palabras que le dijo Suni, los últimos besos y roces que tuvieron, la manera tan estúpida en la que arruinó su relación. Bebió un poco de la botella y azotando la botella en el suelo, se maldijo a si mismo una vez más. ¿Por qué se rindió así de fácil? ¿Porqué se convirtió en un maldito infeliz, cuando había tenido una oportunidad para corregir sus actitudes y mejorar por él, y ella?

No quiero que formes parte sólo de mi pasado, sino de mi presente y futuro. 

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Soju: Bebida alcohólica (El sabor del soju se puede comparar con el del Vodka)

Editado el 26 de Junio del 2022.