© photographer; jjk [book #2]

cinco

—KIM SUNI—

Me senté en la orilla de la cama mientras masajeaba mi cien, mi cabeza me dolía demasiado y no entendía el porqué si no había tomado tanto la noche anterior, en comparación de mis grandes amigos de los cuáles estaba segura recibiría mensajes preguntando que era lo que había pasado la noche anterior. Voltee detrás mío, observando detenidamente el espacio vacío que había, JiMin y yo habíamos pasado la noche juntos sin embargo se había marchado hace varias horas debido a unos "asuntos pendientes" que debía arreglar. Suspiré y me puse de pie para admirar mi cuerpo semi desnudo en el espejo, rara vez lo hacía así que podía notar cuando bajaba o subía de peso fácilmente, y en esta ocasión, podía notar que había perdido bastante peso, no era fanática del ejercicio pero comenzaba a gustarme en cuanto noté los cambios que producía en mi. Sin más entré al baño a cepillarme los dientes y darme una ducha bastante larga, mi cuerpo me dolía tanto como mis pies, el bailar con tacones no había sido una buena idea.

Cuando terminé de bañarme, me vestí y peiné un poco mi cabello para después ir a la cocina y prepararme algo de desayunar, busqué por toda la casa a JungKook para saber si debía almorzar en el comedor o en mi habitación pero al no verlo me relajé y preparé las cosas con calma.

— Probablemente esté con su novia, puedo asegurar que llegará por la noche. 

Dije para tranquilizarme, pero la verdad era que había logrado el efecto contrario. Ignorando los cientos de escenarios que había creado en tan sólo unos minutos, tomé el control remoto de la televisión y puse una serie aleatoria mientras me servía el desayuno, hacía tiempo no desayunaba en calma, ¿Tal vez desde que me ascendieron? Mis horarios eran bastante ajustados así que con trabajo podía asearme, odiaba el ritmo de vida que llevaba antes de regresar a Seúl.

—JEON JUNGKOOK—

Sentí que mi cabeza iba a estallar, podía recordar lo mucho que había bebido la noche anterior y el sin fin de tonterías que había hecho, no era absolutamente nada nuevo pero me decepcionaba darme cuenta del poco control que tenía sobre mí mismo. Sin abrir del todo los ojos intenté levantarme de la cama, siendo detenido por alguien sobre mi brazo izquierdo, era SunHee, quién se encontraba completamente desnuda al igual que yo. Maldije en voz baja y me reincorporé sobre la cama quitándomela de encima, ella se removió sobre su lugar y cuando abrió los ojos, alzó la mirada mientras me sonreía.

— Despertaste antes que yo, JungKookie. 

— No te he permitido llamarme de formas tan melosas —respondí mientras me levantaba de la cama y recogía mi ropa del suelo—. ¿No tienes un novio acaso? Deberías volver con él, debe estar preocupado por ti.

— Pero mi novio está aquí conmigo, ¿No lo recuerdas? Ayer lo hiciste público. 

— ¿Yo dije esa basura? —sonreí irritado— Debí estar demasiado ebrio.

¿Suni habrá escuchado esa estupidez? Probablemente.

— Dadas las circunstancias y las libertades que te has tomado desde que nos encontramos, permiteme aclararte que tu y yo no somos nada y mucho menos seremos, esto solo fue sexo de una noche, así que agradecería que no vuelvas a buscarme. —tomé mis cosas pero de repente comencé a sentirme mal, todo me daba vueltas.

— ¿Estas bien amor? —corrí al baño y devolví todo lo que había comido y bebido ayer durante la fiesta. Definitivamente odiaba la resaca.

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Cuando llegué a casa no esperaba encontrarme a nadie, pero Suni estaba ahí, en la sala, viendo algún programa aburrido en la televisión mientras revisaba su teléfono. Su ropa lucía demasiado grande para ella, probablemente era ropa de JiMin. A primera vista no podrías admirar el estupendo cuerpo que tenía, pero afortunadamente yo había podido apreciarlo durante un par de veces el día de ayer. Estuve parado sobre el mismo lugar durante varios segundos hasta que finalmente notó mi presencia, corriendo rápidamente a su habitación mientras cubría sus pechos, suponía no llevaba sostén puesto. Me senté en el mismo lugar en el que ella había estado, sintiendo su fuerte aroma una vez más, suspiré cuando me di cuenta que estaba actuando como un pervertido y me acomodé en otra parte del sillón, prestando mas atención a lo que veía en la televisión para poder distraer mi mente, cuando los comerciales terminaron me pude dar cuenta que era un drama lo que había estado viendo, haciéndome fruncir el seño. Recuerdo perfectamente que ella había mencionado en un par de ocasiones que no le gustaban.