© photographer; jjk [book #2]

nueve

—JEON JUNGKOOK—

Revisé la hora en mi teléfono por séptima vez en veinte minutos, ya casi eran las dos de la madrugada y Suni aún no había llegado a casa, estaba muriendo de celos y preocupación al mismo tiempo. ¿Y si ya había salido de casa de JiMin y algo le había pasado? ¿Se habría perdido? Hace tiempo no camina por estas calles, eso puede pasar. Sería mejor que saliera a buscarla, pudo haberle pasado algo malo, y si fuera así, nunca me lo perdonaría. 

Tomé mis llaves y una chaqueta y justo cuando iba a salir, escuché el ruido de unas llaves, inmediatamente corrí al sofá y me acosté en él, segundos después la puerta fue abierta y pude ver a Suni, quién se quitó los zapatos de manera muy silenciosa y dio largos pasos hacia la cocina, entonces encendí la lámpara que estaba cerca mío y ella dio un pequeño brinco.

— A TaeHyung no le gustaría que estuvieras fuera de casa a estas horas, Suni.

— TaeHyung no está aquí, además soy una persona adulta y madura que puede estar por las calles a estas horas, sé defenderme. Además JiMin me trajo, no tienes de que preocuparte —dijo mientras se servía un poco de agua, notaba como sus manos temblaban al igual que sus piernas—. ¿Qué haces despierto a esta hora?

— Te estaba esperando —Suni volteo a verme con el ceño fruncido mientras me acercaba a ella ¿Esperabas no hiciera nada cuando te vi irte tomada de la mano con él, uh? —se sonrojó, sonreí y la acorrale contra la pared, aunque me arrepentí a los segundos, toda ella olía a JiMin, a esa loción tan irritante para mí. 

— Lo hice para evitar que continuaran peleando. —desvió la mirada, sonreí molesto y tomé su mentón con delicadeza para girar su rostro hacia mí.

— Esta pelea apenas comenzó Suni, mi pelea por ti. —y la besé.

—KIM SUNI—

Sentí unos fuertes brazos rodear mi cintura mientras que los rayos del sol comenzaban a tocar directamente en mi rostro, haciéndome despertar por completo. Bufé y me removí de mi lugar, creyendo que a quién encontraría conmigo sería a JiMin, sentí miedo en cuanto me di cuenta que era JungKook quién había dormido conmigo, sin embargo no pude evitar dejar de verlo, no recuerdo cuando fue la última vez que lo vi dormir, se veía tan tranquilo, tan...

— Ya sé que soy hermoso pero, ¿Podrías dejar de verme tanto? —dijo con los ojos aún cerrados, sentí mis mejillas arder en cuanto me di cuenta que llevaba mucho tiempo analizando sus facciones, el rió.

— ¿Cuánto tiempo llevas despierto? —finalmente abrió los ojos y se estiró.

— No estoy seguro. ¿Más de diez minutos? Duermes mucho, además babeas.

— ¡Yo no babeo! —cubrí mi boca con mis manos, rió y se puso de pie— Te detesto.

— Odias amarme. —afirmó, reí.