© photographer; jjk [book #2]

treinta y cinco

— JungKook, debes levantarte ya. Tienes que ir a trabajar, yo debo ir por MinAh y luego a visitar a ChanYeol. —susurré mientras intentaba alejarlo de mí, estaba repartiendo besos por todo mi rostro mientras se aferraba con fuerza a mi cintura, no recordaba que el fuese así de amoroso.

— Déjame disfrutarte así un poco más, no creo que podamos hacerlo muy seguido cuando MinAh esté en casa —reí mientras acariciaba sus hombros, era una hermosa obra de arte, una que solo podía ver yo, nadie más era digno de hacerlo.

Después de hacer el amor un par de veces, habíamos hablado sobre tantas cosas sin sentido que solo recordarlas hacía latir mi corazón con fuerza. Pude detallar cada uno de sus tatuajes, notando que llevaba tatuado la fecha de nacimiento de MinAh justo arriba de su tatuaje preferido, uno donde llevaba mis iniciales escondidas, dijo que en caso de terminar definitivamente simplemente uniría las iniciales y nadie lo notaría. Un imbécil, ese era JungKook. Pero lo amaba.

— Creo que hoy no iré a trabajar, no me quiero alejar de ti justo cuando hemos aclarado todo —se sinceró mientras bajaba sus besos hasta el inicio de mis senos, deteniéndolo justo antes que comenzara con su sucio plan.

— Aún no hemos hablado sobre ese tema tan importante para todos JungKook. Tu trabajo —se separó de mis senos apenas terminé la oración, mirando hacia cualquier parte, parecía estar pensando que debía decirme a continuación—. Ayer prometiste que—

— No pienso evadir el tema jagiya, es sólo que no sé como podrías tomarlo y tampoco sé si fue correcto ocultarte esa información tan importante. ¿Prometes no enojarte conmigo, pase lo que pase? 

— ¿Qué, te acostaste con tu jefa para subir de rango? —me burlé, el frunció el ceño y pellizcó de nuevo mi nalga izquierda.

— Si mi jefa fueses tú, lo hubiese hecho con ese pretexto. Pero enserio, necesito que me prometas que no me odiarás por lo que te diré, y que nada de esto te hará cambiar de opinión sobre lo que tenemos. —reí y lo abracé.

— Te lo prometo.

—JungKook me sonrió y depositó un beso en la frente— ¿Te parece que lo hablemos con calma en el desayuno? Si sigo admirándote completamente desnuda no creo que pueda concentrarme.

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— Gracias, puede retirarse —dijo JungKook al mesero, quién había terminado de acomodar nuestros postres en la pequeña mesa—. ¿Te parece el momento indicado para...?

—asentí— Creo que si no lo hablamos en este momento, más tarde no podremos hacerlo con calma. Soy toda oídos.

— El actual presidente de la empresa en la que trabajo, ¿Sabes quién es? —negué mientras lo miraba, el solo extendió sus manos durante un par de segundos mientras mantenía su mirada fija en mí, algo en mi cabeza hizo clic en ese momento. 

— Mierda, fue demasiado estúpido de mi parte el no haberme dado cuenta jamás sobre eso —admití mientras ocultaba mi rostro con ambas manos, me había metido en un problema enorme al enamorarme de JungKook—. Por eso siempre la pasabas de lo más tranquilo mientras que TaeHyung trabajaba después de clases...

— Pero espera, no te hagas tantas ideas y déjame explicar un poco —aclaró su garganta y tomó aire—. Durante esos años yo había dejado mi casa por cuestiones bastante molestas, y honestamente no quiero entrar en mucho detalle sobre eso. Mis padres dejaron de apoyarme económicamente por ello, así que, durante un tiempo utilicé parte de la herencia que me había dejado mi abuela y más adelante, habité la propiedad que me había dejado, además de hacer un pésimo manejo de una gran parte de la herencia en, bueno... Tu sabrás —asentí mientras bebía un poco de mi soda, ah, daría lo que fuera porque fuese vodka, lo que sea que me quitara este dolor de cabeza—. Cuando me enteré de la existencia de MinAh, decidí pedir ayuda a mi hermano. Me puse en contacto con él par—

— Espera, ¿Tienes un hermano? —pregunté bastante sorprendida, nervioso rascó su nuca y asintió, continuando con su historia. Vaya, toda una familia escondida, pero la culpa tenía yo porque jamás pregunté por ellos.

— Hyung me ofreció un puesto de trabajo que me daría lo suficiente para mantener una buena calidad de vida, pero el señor Jeon se enteró que había regresado a la empresa, esta vez como un empleado más. A él no le agradó en lo absoluto la idea así que se encargó de obligarme a asistir a una reunión privada con él —suspiró—. Para serte sincero, creí que me gritaría o me despediría, estaba preparado para todo eso, incluso llevaba mi currículo preparado para buscar trabajo después de la reunión con mi padre, pero nada de lo que planee sucedió —hizo una pequeña pausa para beber otro trago de su whisky—, el me aceptó y pidió perdón entre lágrimas por todo lo sucedido entre nosotros. ¿Puedes creerlo?

— Ni siquiera he terminado de procesar que tienes un hermano mayor, JungKook. Pero espera, ¿De la nada te nombraron...? —negó y tomó mi mano.

— Soy el presidente hace tan solo un par de semanas por decisión de los directivos y por papá, pero a decir verdad esto no es permanente. Mi padre me ha dado la oportunidad de reemplazar temporalmente a hyung mientras él está en Europa para cerrar un par de negocios y otras cosas —asentí mientras lo veía jugar con mi mano nervioso—, sin embargo, si hago bien este trabajo, pueden nombrarme el presidente oficialmente, con un oficio y toda esa mierda. Y claro, si hyung también está de acuerdo. En caso contrario me ascenderán a vicepresidente, aunque sigue siendo un mejor puesto que el que tenía anteriormente —rió mientras alzaba su mirada, yo no supe que decir en esos momentos.

Me sentía tan plena por las palabras de JungKook, podía notar lo feliz que estaba por trabajar en algo que le gustaba y eso me hacía sentir demasiado bien, pero mierda, venía de una cuna de oro. El tema de los herederos por si solo era demasiado estresante, complicado y lleno de problemas, si a eso le sumábamos una "mujer" que no viene de ese mismo mundo, sin trabajo y una bebé que nació fuera del matrimonio... 

— Jagiya —voltee a verlo de nuevo, prestándole completa atención—, mis padres saben todo. Saben sobre la existencia de MinAh hace bastante tiempo —abrí los ojos sorprendida mientras seguía procesando toda la información de antes, JungKook besó mi mano y me sonrió—, no tienes porque preocuparte, ellos jamás se interpondrían entre nosotros, y aunque lo intentaran hacer tranquila, yo siempre las elegiría a ustedes sobre todo —finalizó con un dulce beso en la comisura de mis labios.

— Aunque quiero creerte, de verdad no puedo —admití mientras me acomodaba mejor en mi lugar, sin soltar las manos de JungKook—. Creo que he visto suficientes novelas para saber que esto es realmente peligroso. ¿Qué tal intentan hacerle algo a MinAh? ¿Y si me obligan a alejarme de ti? 

— Mi padre será un lunático, neurótico e impaciente pero no es un mal abuelo. Si, fue un mal padre, pero me ha hablado con tanto amor sobre las fotos que he enviado de MinAh. Mi madre siempre ha adorado a MinAh desde el momento que se enteró de su existencia, así que no hay nada de que preocuparnos.

— ¿Puedes firmarme un documento donde aseguras que es cierto? Quiero tener evidencias legales por cualquier cosa —rio ante mi comentario y asintió.

— La única cosa por la que deberías preocuparte, es que ellos nos han invitado a un almuerzo la próxima semana. —fruncí el ceño al escucharlo.

— ¿Y cuándo me lo ibas a decir? ¡No tengo nada de ropa elegante para ir a verlos! Encima, debo bajar de peso para dar una buena impresión. 

— Ah, de nuevo el asunto del peso —se quejó JungKook mientras acariciaba el dorso de mis manos—. Tú estás perfecta, tan hermosa como siempre. Quien sea que te haya metido esas ideas locas a la cabeza, está mal. Y por la ropa no te preocupes, tienes a un esposo que puede comprarte tres tiendas de ropa enteras si tu se lo pides.

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este capítulo lo tengo hace full tiempo en los borradores pero se me había olvidado publicarlo junto con el anterior capítulo JAJAJDSFHJFJSDJ

¡Aparezco! :D Vergüenza debería darme que nada más no termino esta historia :(( perdonen ustedes