Mi lindo embarazado [Yoonseok/SOPE]

Decisión

Dos semanas más habían pasado, en todas ellas Hoseok ignoro a Yoongi de una manera desagradable y poco sutil. Habían tenido bastantes peleas ya, y Yoongi se estaba torturando mentalmente con cosas estúpidas e irracionales.

Aún faltaba una semana para la fiesta de Kookie, y Yoongi no estaba seguro de querer ir con su esposo. Había empezado a deprimirse por la situación que estaban pasando. Yoongi renegaba de su hijo, le echaba culpas y se culpaba a sí mismo como si algo de ello pudiera cambiar lo que hora estaba viviendo. No podía más, Hoseok nunca le prestaba atención a sus quejas ni reclamos, se había distanciado tanto que incluso ya no parecía ser su pareja.

¿Por que un bebé tenía que volverse la causa de un problema? No lo podía entender. Un hijo debía traer felicidad, pero al parecer a Hoseok le había traído problemas. Ese día, era sábado, y como de costumbre Hoseok no estaba. Yoongi estaba próximo a tener que ir a su primera ecografía, y definitivamente Hoseok no iba a estar en ella. Estaba a punto de tomar una mala decisión, y aunque lo sabía, no encontraba más salida de aquel milagro que se terminó convirtiendo en una gran pesadilla.

La cabeza empezó a dolerle con insistencia, siempre que lloraba le dolía, y precisamente ahora estaba llorando. Se encamino a la cocina echándose en la boca dos pastillas para calmar la migraña. Recordaba muy bien que Minho le había dicho que no podía tomarlas porque podía causarle daños al bebé, pero ahora eso no le importaba. Había leído un artículo en el que se podía causar un aborto involuntario por sobredosis de medicamentos, y la verdad es que estaba pensando seriamente en hacer ello. Miro la caja de pastillas con tentación, y antes de si quiera llegar a decidir algo, el timbre de su puerta sonó.

Se encamino a abrirla. Antes de poder ver el rostro de su visitante, este se le echara encima abrazándolo, detrás, un chico los mira sonriente, y Yoongi le reconoce en seguida dando con la identidad de quien tiene encima.

— Ju-Jungkook. – tartamudea tomado por sorpresa. El castaño le sonríe ampliamente. Cuando se separa de él, la sonrisa se le borra en seguida.

— Por dios, Yoongi, tus ojeras están hinchadísimas, ¿has estado llorando? ¿qué ocurre? – la preocupación era más que evidente en su definido rostro, y Taehyung, detrás de él, también se veía igual. Yoongi desvía la mirada, pues no le gusta verse débil a ojos de los demás, y mucho menos delante del hermano de su esposo.

— Estoy bien, no ha pasado nada. – su voz es dura, quizá algo molesta. Jungkook frunce el ceño, porque sabe que su amigo le miente, y descaradamente.

— No lo estas, es por Hoseok, ¿verdad? – De alguna manera lo adivina, Yoongi se tensa en su puesto, y Jungkook sabe que ha dado en el blanco. Mira al que sera padre de su hijo con el ceño fruncido, y este muestra sus manos en un gesto de paz.

— No tengo idea del problema. – susurra Tae. Jungkook suspira, y se acerca a Yoongi quien se ha tumbado de nueva cuenta en el mueble de la sala.

— Dime lo que ocurre. – pide, acariciando el cabello del rubio quien se ha tapado el rostro con el antebrazo, impidiendo así que Jungkook pueda ver sus lágrimas, aunque este ya se allá dado cuenta de que está llorando.

— El... Hoseok ya no me quiere. – las lágrimas entrecortan las palabras, pero tanto Tae como Jungkook lo han escuchado. Taehyung se acerca, y se sienta en el piso en frente de ambos chicos.

— ¿Por que lo dices? – la pregunta es dicha por Tae. Es el hermano adoptivo de Hoseok, y tiene derecho a saber qué ocurre en la relación de este. Jungkook aun acaricia al chico tratando de calmarlo.

— Y-yo... el bebé, Hoseok odia a nuestro bebé, ¿porque? no puedo entenderlo. – Yoongi no piensa en lo que dice, y tanto Jungkook como Taehyung se han quedado pasmados ante las palabras.