Pataditas

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Yoongi ya se encontraba en su quinto mes de embarazo, y la verdad es que le encantaba sentir que llevaba dos vidas dentro suyo, total y plenamente dependientes a sus cuidados. Si bien era una gran responsabilidad, y también un trabajo agotador y doloroso, le gustaba pensar que todo aquel esfuerzo era para una gran recompensa al final, y sobre todo, una gran sonrisa en el bello rostro de Hoseok, ese rostro que por lo general era frío pero siempre dulce ante su presencia.

Hablando del azabache, últimamente el también se hallaba bastante ocupado y ajetreado en el hospital. Sus turnos solían ser agotadores y, en ciertas ocasiones, su llegada a casa era casi a la 3 o 4 del siguiente día, dejándolo solo a la deriva, pero aún así lo entendía. Se había casado con un médico cirujano de alto rango, y no podía quejarse cuando lo había estado acompañando por más días de los que suponía debía estar, incluso había perdido turnos por estar juntos, así que no tenía reproche alguno.

Hoy iría a casa de Jin. Esté le había comentado que estaba en cinta, y el se alegro incluso más que el que sería madre pronto. A parte, también había visitado a su cuñado hace un par de días, y la verdad es que el pequeño Daehyun era todo un remolino de risas y energía, exactamente igual de carismático y risueño a su idiota padre Taehyung. 

Se apresuro a bajar por el ascensor hasta el sótano y tomo su auto para apresurarse a llegar. Iba tarde al encuentro para ser sinceros, y pese a sus estados, Jin sería capaz de matarlo por hacerlo esperar. Le diría a Hoseok que cambiaran carros cuando el tuviera que verse con Jin, porque definitivamente el BMW era mucho más rápido.

Al llegar a la casa de su compañero, toco a la puerta y un desesperado Nam le abrió. Llevaba el pelo revuelto y parecía no haber dormido bien. Sabía porque era, y en seguida se rió bajito. Nam le devolvió una sonrisa no muy amigable.

— Pasa.

Abrió más la puerta y Yoongi se adentro observando, impresionado, a un Jin de dos meses llorando a moco tendido con un enorme vaso lleno de helado. Yoongi no sabía que hacer, en sus casi 20 o más años de amistad, jamás, por ningún motivo, había visto a Jin llorar tanto como ahora.

— ¿Esté es mi amigo? — Pregunto mas para si que para el moreno. Nam asintió.

— Ni yo lo reconozco. Por favor, ayúdame.

Namjoon sonaba y se veía agotado. De alguna manera, el mismo reconocía que había quitado un enorme peso de encima de Hoseok cuando su embarazo no le había dado cambios de ánimo fuertes o hipersensibilidad. 

Asintió, y se acerco con lentitud a Jin para sentarse a su lado. Casi que en seguida, Jin se hecho a sus brazos estrujándolo con fuerza, tanto que incluso siseo de dolor.

Al escucharlo, Jin lo soltó inmediatamente, y en seguida lloro más, abrazando entonces el bote de helado como su nueva víctima.

— Soy malo, perdóname Yoongi. 

Decía esté entre lágrimas. Yoongi apenas y miro a Nam, y este suspiro acercándose a su esposo para abrazarlo y tratar de calmarlo.

Casi 3 horas después, y después de un montón de gritos, llantos, risas, y más gritos, Jin terminó por quedarse dormido. La visita que se suponía era para hablar de ambos embarazos, había quedado en un muy agotado Namjoon y un Yoongi bastante sorprendido y burlón.

No podía esperar a montársela a Jin para molestarlo. Nam volvió a suspirar, y después de subir al mayor hasta su cuarto, volvió abajo para echarse en el mueble.

— Lo siento, supongo que Jinnie no aguanto tantas emociones. — Dijo sonriente. Yoongi le devolvió la sonrisa.

— Hoseok se desmayo en la primera ecografía —Murmuro bromista. Nam abrió sus ojos enorme.

Mi lindo embarazado [Yoonseok/SOPE] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora