Felicidad •Vkook•

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Cuando Taehyung y Jungkook salieron del hospital después de ser admirablemente ignorados por Hoseok, se montaron a la camioneta que había sido participe de un escándalo, ahora con mas tranquilidad.

Daehyun dormía en los brazos de Jungkook quién se encontraba en la parte trasera, y Taehyung descansaba un poco en el asiento del piloto, exhausto de lo que acababa de pasar, y de que ese día había tenido que pararse a las 3 de la mañana para acallar el llanto de su pequeño, así como hacía casi 5 meses atrás todas las madrugadas.

A Jungkook realmente le había dejado algunas secuelas el tener a su hijo, y podía recordar perfectamente que al momento de la cesaría su esposo tuvo ciertas complicaciones por lo que la mejor forma en la que creía podía ayudarlo era cuidando de Daehyun siempre que pudiera. Sería un buen padre, claro que si, y se estaba esforzando bastante, pero ya notaba el agotamiento y su cuerpo dolía, aparte también tenía que seguir con la música pues con ello sostenía a su pequeña familia. Que bonito sonaba. 

Dejo escapar una sonrisa, y Jungkook tras de él lo noto, acercándose curioso para ver a su lindo esposo mostrar las perlas que tenía por dientes con alegría desbordando de ella y de sus ojos que parecía iban a cerrarse. Sonrió a su vez, porque el humor de esté era contagioso, y ambos poseían esa bonita conexión de compartir lo que sentían con tan solo estar cerca.

— ¿Ocurre algo? Tae.

Taehyung se giro un poco para admirarlo, y siguió sonriendo como tarado mientras contemplaba al lindo castaño cargar al bebé. Jungkook era hermoso, y Tae lo sabía, lo tenía muy claro, por eso a veces llegaba a ser incluso un celópata pues tenía miedo de que le robaran tan perfecta joya que tenía por esposo.

— Nada, solo pensaba en lo bonito que suena la palabra familia. Ya somos una pequeña familia, JungKookie.

Kim Taehyung era como un segundo niño en un cuerpo de un adulto, y a Jungkook le sorprendía lo conmovedor que era. Le sorprendía también que en sus casi 10 años de esposos nunca, por ningún motivo, Taehyung le haya alzado la voz o hayan discutido por algún ridículo problema. Jungkook reconocía que el tenía un temperamento horrible y que a veces incluso era muy malo con Tae, pero esté jamás se quejaba, incluso le suplicaba perdón aunque no tuviera culpa de nada. Si, Taehyung era un idiota por seguir a su lado, pero curiosamente el tampoco lo quería dejar ir. Se moriría si Tae se alejara de su lado.

— Si. Ya somos una bonita y perfecta familia, Tae.

Jungkook acaricia desde atrás los cabellos de Taehyung. Son muy suaves y delgados, y como también son abundantes, le encanta enredar sus dedos en el. Tae parece un gato encantado por las caricias, y después de un rato enciende el auto y se marchan.

Al llega a la casa. Jungkook entra primero para dejar a su pequeño bebito en la cuna, y después se encamina a su cuarto en dónde Taehyung a optado por echarse sobre la cama y descansar un poco. Ahora que lo ve con más paciencia, Jungkook nota las manchas oscuras bajo los ojos de su esposo y lo marcados que están sus pómulos y clavícula.

Para Jungkook, cuando lo conoció, Tae era algo así como un lindo osito agradable de abrazar. Taehyung siempre había tenido un buen cuerpo, pues no era tan delgado ni tan robusto, mas bien algo fortachón, pero sus músculos apenas eran algo visibles y eran solo de el. Pero ahora no se veía así, en verdad que estaba delgado, bastante, y Jungkook no lo estaba, y eso le molestaba pues debería estarlo también. Ambos estaban cuidando de un niño hermoso y de ellos dos, pero se daba cuenta de que le había heredado todo el trabajo al otro, y no se había dignado a ayudarlo tan solo una noche de todos los 5 meses que llevaban con la criatura.

Se acerco a la cama cuidadosamente, y como un gato se trepo sobre Tae, gateando hasta quedar a horcajadas sobre el largo cuerpo contrario, y luego beso su cuello con lentitud y suavidad. Extrañaba la tersa piel de Tae y lo blandita que era. Mordió un poco dejando una bonita marca, pero solo al levantar la mirada, se dio cuenta de que el cansancio de su marido sobrepasaba sus caricias puesto que no había ni pestañeado y aún roncaba profundamente dormido.

Mi lindo embarazado [Yoonseok/SOPE] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora