No entiendo |Erick Colón

Capítulo quince

Al llegar la noche nos decidimos por ver una película de terror titulada la casa de cera. Nunca la había visto en mi vida por lo cual no sabía si estaría buena o no, Joel la vio en el estreno hace ya mucho tiempo. La película dio inicio y no hice nada más que prestar atención, estaba sentada en medio de ambos cosa que me incomodaba.

–¿Enserio? –oí susurrar a Erick, en la escena en que encuentran el pueblo de cera. Aún no me hartaba pero era algo molesto el que cada cinco minutos opinara algo sobre la película, sinceramente nunca volveré a ver una película con Erick.

Me estaba dando algo de miedo, pues ahora retomaba la parte donde una chica estaba atrapada. Solté un grito cuando el señor le cortó el dedo medio.

–Oye que no da miedo –dijo Joel. No se sí era miedo, o tal vez sólo fue un susto pero esas escenas eran de lo peor.

–¡Erick! –me quejé, el seguía hablando sin parar. Sólo me miro y rodeo los ojos, mi hermano dejo de ver la televisión para prestar atención a su celular.

Paró la película y se levanto del sillón acomodandose los pantalones.

–Yo... Tengo que salir chicos –lo mire confundida.

–¿Tan tarde? –pregunte, pues eran casi las doce de la noche. El sólo asintió y se acercó a tomar su chaqueta.

–No se sí llegue temprano, de igual forma les avisare, Erick cuida a mi hermana, por favor –pidió y salió de la casa con prisa, ha este loco que le pasa.

Tome el control y quite el pause. Ahora estaba más que nerviosa, estaba con Erick, sola. Porque me sentía así, digo es guapo y todo eso pero no me gusta, ¿O si?

El resto de la película pude disfrutarla mejor pues Erick no volvió a hablar. Fue algo perturbador la historia, pero me gusto la película, los únicos que lograron salir con vida fueron los hermanos.

–¡¿QUÉ?! –grito Erick. Preste atención al final de la película donde se informaba que no eran dos hermanos los dueños de aquel pueblo de cera por así decirlo, si no que eran tres, santa mierda.

–Qué final! Ahora tengo mis dudas –comente, el asintió. Mire la hora eran las dos de la mañana y ya tenía muchísimo sueño.

–¿Quieres dormir? –pregunto, asentí y ambos nos levantamos de los sillones. Fuimos hacia las habitaciones y lo vi entrar en la suya no sin antes darme las buenas noches.

No se cuando tiempo había pasado desde que la película finalizo pero seguía sin poder dormir, tenía algo de miedo y eso no me dejaba dormir en paz, Joel envió un mensaje poco después de que acabara la película avisando que no llegaría a dormir. Volví a intentar dormir pero fue imposible al escuchar un ruido de la planta baja, me levanté de la cama rápidamente. Seguía escuchando esos ruidos y estaba muerta del miedo.

Salí de la habitación y vi que la puerta de Erick estaba abierta. Me encamine hacia las escaleras pero vi a alguien parado ahí, no llevaba camiseta sólo un pantalón de pijama, dejándome ver su espalda.

–¿Erick? –susurre pero el no se dio la vuelta. Me acerque más a el y estando a unos centímetros toqué su espalda, se giró rápidamente dándome un susto.

–Liv, ¿también escuchaste eso? –asentí, mi corazón latía con fuerza. Otro ruido se escucho, el se acercó a las escaleras y bajo poco a poco, yo iba detrás de el pero al último escalón se detuvo haciendo que chocara con el.

Me aparté un poco adelantándome más, caminaba en busca del interruptor hasta que sentí algo caminando cerca de mis pies.

–¡AHHH! –grite, sentí como Erick se acercó mirándome con atención.

–¿Qué pasó?, ¿estas bien? –me acerque a el abrazándolo. Me respondió y me acercó más a el.

–Había algo aquí, lo juro –susurre, el asintió y prendió el interruptor.

–¡QUE! –gritamos al mismo tiempo, había un gato negro dentro de la casa, así que fue el todo el tiempo, pero como se metió a la casa.

– Mierda –se quejó, intentó agarrar al gato pero este sólo salto esquivandolo.

Después de unos treinta intentos logro sacar al gato de la casa, estaba algo sudado y se veía realmente sexy.

–Erick...

El volteo a mi dirección y se acercó a pasó lento.

–¿Pasa algo? –negué.

–Me preguntaba si... Tu... ¿Podría dormir contigo? –se quedo pensativo un momento pero después asintió, apago el interruptor y tomo mi mano guiándome entre la oscuridad.

Abrió la puerta de su habitación, entre después de el, cerró la puerta mientras me quede ahí parada sin saber que hacer.

–Yo dormiré en el suelo –aviso, destendio un poco la cama para que pudiera acostarme ahí.

–Duerme conmigo, por favor –pedí, después de cinco segundos obedeció y se acostó a mi lado, sentí como pasó su brazo por debajo de mi cabeza, me recosté en su pecho y sentí como depósito un beso en mi nuca.

–Descansa Liv, que tengas buenas noches –sonreí y caí en un sueño profundo.