50. Todo fue mí culpa

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–Por favor despierta, te lo pido –escuché una voz susurrar, abrí mis ojos sintiendo los párpados pesados.

–¿Joel? –levanto la mirada, pronto lo tenía literalmente encima de mi.

–No sabes lo preocupado que estaba, pensé que también te perdería a ti –comenzó a llorar, pronto las imágenes llegaron a mi mente como un recuerdo.

–¡Dónde está Christopher! –grité, tenía que decirle que lo sentía, de nuevo había arruinado nuestro día.

–Liv... –bajo la mirada, el suelo parecía agradarle más que yo. Pronto sentí su mano apretar la mía.

–No –sollocé–. Dime que está bien, ¡Dimelo!

Comencé a gritar cómo loca, Joel me tomaba de los hombros evitando que saltará de la cama.

–Lo siento tanto Liv –apenas y pudo pronunciar. Su voz sonaba débil, y el llanto se acumulaba cada vez más–. Ahora está un lugar mucho mejor, está con mama Liv.

Solté un grito con todo el dolor que tenía adentro. Me removía con brusquedad intentando soltarme del agarre de Joel.

–Ya por favor, no puedo más –su voz sonó grabe, las lágrimas seguían descendiendo a sus mejillas.

No pensaba nada más que en lo que había dicho. El, el ya no estaba más conmigo.

–¡No! ¡Christopher! –la mirada de mi hermano se vio desesperada, rápido salió de la habitación gritando por ayuda. Ya no es escuchaba nada más, no quería hacerlo.

–Tranquila, por favor –pido un doctor, me sentía fuera de si. Un sujeto me tomo del brazo, pronto sentí más manos tomarme con fuerza para evitar que me moviera. Sentí un pinchazo en mi brazo y poco a poco los ojos se me fueron cerrando.

[...]

–¿Chris? –susurré, estaba a mitad de un bosque y no se encontraba nadie más aquí. El hecho de perderlo me hizo pensar que estaría aquí, estaba dispuesta a irme cuando escuche su dulce voz.

–Hola princesa –me di media vuelta, ahí estaba el, tan sonriente como siempre.–¡Christopher!

Me lance a sus brazos, el me atrapó en el aire soltando una de sus escandalosas risas.

–¿Qué haces aquí? Tienes que volver –habló sin separarse aún de mi.

–No, no me iré sin ti –me apegué más a el, las lágrimas comenzaron a caer de nuevo y sólo lo pude escuchar soltar un suspiro.

–Liv, estoy bien. Esto es hermoso –se soltó de mi agarre y empezó a dar vueltas con los brazos abiertos–. Tu no tienes porque estar aquí.

–¡No me iré sin ti! –grité, el sólo miraba más no se veía feliz, por más que digiera que está bien, sabía que no era así.

–Yo no puedo irme de aquí Liv, es imposible.

–¿Porqué?

–Porque morí, tu tienes que hacer tu vida, seguir adelante –su voz se quebró.

–No, Chris por favor –susurré.

–Es hora de volver preciosa –comenzó a caminar en mi dirección.

–¡No! Christopher era mentira, lo juro –posé mis manos en su pecho intentando alejarlo de mi–. Claro que quiero que me cuides, ¡Necesito que me cuides! Te necesito aquí, a mi lado.

–Siempre te cuidare, aunque no lo quieras, te amo hermanita, cuida a todos por mi –me dio un abrazo fuerte, sentí como me jalo del brazo y me empujo dentro del hueco del árbol–. ¡Se feliz!

Sentía cómo caía, buscaba algún tipo de cuerda o cualquier cosa que me evitara la caída.

–¡Christopher! –grité y me levanté de golpe. Ahí estaba Joel, dormido en una de las sillas junto a papa.

Al soltar el grito ambos se sobresaltaron.

–Papi –alcé mis brazos, no lo dudo ni un segundo cuando se acercó a mi.

–Se lo mucho que lo querías cariño, tanto como nosotros, no sabes lo mucho que me duele.

No había sido un sueño, esto era real, lo había perdido.


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Wow, no puedo creer que llegamos tan rápido a la cantidad, muchísimas gracias enserio, las amo❤️❤️

Aquí está su capítulo, bueno una parte. No me quedo como esperaba pero... Espero les guste, mañana subo la segunda parte💙

No entiendo |Erick Colón Donde viven las historias. Descúbrelo ahora